Lo mat¨®, pero no es culpable

Luc¨ªa se escondi¨® en el armario aterrorizada por la tormenta. Fue el 11 de mayo de 2006, hacia las 21.00 horas. Ten¨ªa algo m¨¢s de siete a?os, pero ocultarse de los truenos era algo que hac¨ªa habitualmente. "Le dan p¨¢nico", explicaba su madre la semana pasada en el juicio. La peque?a no oy¨® a su padre hasta que entr¨® en la habitaci¨®n y la descubri¨® all¨ª dentro.

- ?Zorra!, ?hija de puta!, eres una mala madre, mira como est¨¢ tu hija muerta de miedo, grit¨® Santiago Asensio (55 a?os), bajando las escaleras del segundo piso de esa casa en Arg¨¦s (Toledo).

Tres hijos prestaron declaraci¨®n y describieron su casa como un infierno

A esas horas de la noche, Emiliana Grabusqui Plata (50 a?os) estaba en la cocina, como siempre. Hab¨ªa visto entrar a su marido dando tumbos (llevaba 2,2 gramos de alcohol en sangre, seg¨²n recoger¨ªa despu¨¦s la autopsia). Un d¨ªa m¨¢s de muchos en 28 a?os de matrimonio Santiago llegaba a casa como una cuba.

- ?Pero ves c¨®mo vienes? Mira qu¨¦ pinta tienes. Le recrimin¨® ella a su marido, al que ya hab¨ªa denunciado por malos tratos con anterioridad, aunque no acudi¨® despu¨¦s a la cita judicial.

Aquella respuesta fue suficiente para sacar a Santiago de sus casillas. La insult¨®, la golpe¨®, la cogi¨® del cuello, le tir¨® del pelo y la arrastr¨®, seg¨²n reflej¨® el informe del m¨¦dico forense. Y tambi¨¦n, como otras tantas veces, Emiliana trat¨® de llamar a su hija mayor por tel¨¦fono, pero Santiago se lo impidi¨® entre m¨¢s golpes y amenazas.

A la desesperada, Emiliana cogi¨® un cuchillo... "Trat¨® de huir y ¨¦l se lo impidi¨® y entonces le clav¨® el cuchillo de forma mortal", esgrimi¨® Dionisia P¨¦rez Rodr¨ªguez, la abogada de Emiliana. O: "Santiago quiso irse de la casa y ella sali¨® tras ¨¦l para vengarse y le clav¨® el cuchillo", argument¨® el fiscal, que reconoci¨® siempre la situaci¨®n de malos tratos que viv¨ªa la acusada y lo consider¨® un atenuante del delito.

As¨ª fue como hace casi dos a?os muri¨® Santiago Asensio, con el pulm¨®n perforado por un cuchillo de cocina empu?ado por su esposa. Y su hija Luc¨ªa segu¨ªa encerrada en el armario, escondi¨¦ndose de la tormenta.

Emiliana, madre de otros tres hijos mayores (29, 24 y 23) que s¨ª declararon en el juicio describiendo el infierno de su casa, ingres¨® en prisi¨®n provisional dos d¨ªas m¨¢s tarde de esos hechos, tras declarar en comisar¨ªa y ante el juez y reconocerse autora del crimen. Pero el jueves pasado, tras cuatro d¨ªas de sesiones en la secci¨®n primera de la Audiencia Provincial de Toledo y con una petici¨®n de pena de 14 a?os por un delito de homicidio de parte del Ministerio Fiscal, Emiliana era absuelta con el veredicto un¨¢nime de "no culpabilidad" de un jurado popular formado por cinco hombres y cinco mujeres. Horas m¨¢s tarde el fiscal anunciaba su intenci¨®n de recurrir la sentencia.

"El veredicto es equivocado", explic¨® a este peri¨®dico Jos¨¦ Javier Polo, Fiscal Jefe de la Audiencia de Toledo, "El jurado ha admitido cosas incompatibles: no se puede decir que la acusada era consciente de la situaci¨®n y dej¨® de serlo en el momento de clavar el cuchillo a su marido".

El argumento de la defensa se ha centrado en una figura jur¨ªdica conocida como "miedo insuperable". Se trata de "la ausencia total de representaci¨®n en s¨ª (del sujeto actor) en la acci¨®n misma del delito porque se encuentra en situaci¨®n desventajosa por el miedo que siente y que es manifiestamente provocado por la persona en la cual se producir¨¢ el resultado", dicen los libros. La acusaci¨®n ha tratado de evitar por todos los medios que la autora del crimen "se fuera de rositas". "No hemos rechazado la atenuante de malos tratos porque es innegable, pero nunca hasta el extremo de justificar la muerte de otra persona", insiste el fiscal. Un crimen imperceptible o una reacci¨®n inconsciente ante un "miedo insuperable". Ser¨¢ lo que tendr¨¢ que decidir el juez que reciba el recurso.