El sistema electoral

Gregorio Peces Barba, en el suplemento Domingo del 13 de enero, y Carlos Mar¨ªa Bru Pur¨®n, en la secci¨®n de Cartas al director del 19 del mismo mes, inciden ambos en las injusticias que produce el sistema electoral de reparto de esca?os; para este ¨²ltimo se tratar¨ªa de reforzar la proporcionalidad del sistema, y reparar el hecho de que "haya partidos escandalosamente infrarrepresentados en el Congreso". Y ¨¦ste es el problema que don Carlos Mar¨ªa Bru Pur¨®n pasa por alto: son los partidos, y no los ciudadanos, los que se encuentran representados en las Cortes, por m¨¢s que la doctrina oficial subraye la "evidencia" de que los partidos son el cauce democr¨¢tico por el cual los ciudadanos hacen o¨ªr su voz en las instituciones.

La realidad es otra: el sistema proporcional de reparto de esca?os con listas cerradas y bloqueadas se ha convertido en un arma en manos de organizaciones cuya estructura, como ya demostr¨® Robert Michels, es fatalmente olig¨¢rquica, para trasladar ese mismo principio de funcionamiento a las c¨¢maras representativas, que de esta forma, lejos de ser democr¨¢ticas, abocan irremediablemente a una oligocracia, comandada, a su vez, por las m¨¢ximas autoridades de los partidos pol¨ªticos, a trav¨¦s de un mandato imperativo de facto sobre los diputados, cuyas posibilidades de subsistencia en la carrera pol¨ªtica pasan por sujetarse a las consignas de sus jefes. As¨ª es como los diputados, lejos de representar a votante alguno, se limitan a ser delegados de los partidos pol¨ªticos a sueldo del Estado.

Creo que las indudables convicciones democr¨¢ticas de los se?ores Peces-Barba y Bru les deber¨ªan obligar, al menos, a plantear esta cuesti¨®n.