Los inmigrantes piden permiso de trabajo para las familias reagrupadas
La Ley de Extranjer¨ªa les concede el permiso de residencia, pero no el laboral
El reverso del carnet de identidad de Mar¨ªa Mena, peruana de 37 a?os, propone una paradoja dif¨ªcil de resolver: "Reagrupaci¨®n familiar. No permiso laboral". Mar¨ªa, llegada a Espa?a hace dos a?os, tiene derecho a quedarse junto al marido que vino a reencontrar, pero no al trabajo. No puede aportar, por tanto, ning¨²n ingreso a un hogar que, con su llegada, debe asumir mayores gastos. "Me siento una in¨²til, una carga para mi gente", explic¨® enojada. Contra esta situaci¨®n se concentraron ayer un centenar de personas en la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Los manifestantes, convocados por CC OO y 28 organizaciones de inmigrantes, exigieron una soluci¨®n a los complejos tr¨¢mites que deben superar los extranjeros reagrupados para lograr el permiso laboral.
"Y suerte que yo vine sola", destac¨® Mar¨ªa. Porque muchos de los inmigrantes llegan con sus hijos, que tambi¨¦n viven a expensas de una misma n¨®mina. Unas 40.000 personas en edad laboral, del total de 80.000 reagrupados, subsisten en esta situaci¨®n en Catalu?a, seg¨²n fuentes sindicales que criticaron la "incoherencia" de la actual Ley de Extranjer¨ªa.
Sobre el papel, Maria puede acceder a un empleo. Puede encontrar a un empresario que le haga una oferta laboral y, oferta en mano, solicitar el permiso de trabajo. Puede esperar a un embrollado laberinto burocr¨¢tico que tarda seis meses, seg¨²n el sindicato, en tramitarle ese permiso. Y, con el permiso en el bolsillo, puede empezar a trabajar. En la pr¨¢ctica, el empresario se habr¨¢ hartado de esperar y, en menos de una semana, habr¨¢ contratado a otro. "Aunque la mayor¨ªa de empresas ya ni esperan. Me tratan como una indocumentada m¨¢s", dijo Mar¨ªa entre la aprobaci¨®n general.
El secretario de inmigraci¨®n de CC OO, Ghassan Saliba, pidi¨® "sentido com¨²n" para ampliar la ley y que otorgue tambi¨¦n el permiso laboral. Esta petici¨®n topar¨¢ probablemente con la postura de algunos partidos, como CiU. Su candidato, Josep Antoni Duran Lleida, reclam¨® en la campa?a de las elecciones municipales del pasado mayo restringir las condiciones para la reagrupaci¨®n familiar de inmigrantes. El PP catal¨¢n, sin programa propio pero alineado con la direcci¨®n central del partido, exige que se limite esta ley.
PAP? SIBIDE Senegal "Vivir as¨ª es un sacrificio total"
Pap¨¢ Sibide gana 900 euros al mes como soldador. A partir de ah¨ª, todo son gastos. Una hipoteca de 672 euros y la manutenci¨®n de su mujer, sin permiso laboral, y sus dos hijos, de cuatro y siete a?os, llegados el a?o pasado de Senegal. "Es un sacrificio total", asegura. La ayuda de amigos y del colegio, que alimenta gratis a sus hijos, les permite sobrevivir.
L. TACURI Ecuador "Sin permiso no encuentro nada"
Lorena, de 24 a?os, vino a Barcelona hace seis meses, cuando su hijo Daniel estaba a punto de nacer. Su marido, ch¨®fer, gana 1.000 euros al mes. No les llega: la mitad se va en el alquiler y ella, que quiere ayudar, no puede. "Sin papeles, dicen que me vaya". Subsisten con una subvenci¨®n del Gobierno: 600 euros al a?o, porque Daniel sufre distrofia muscular.
SAROJ KANDEL Nepal "Necesitamos que yo trabaje"
Saroj, de 19 a?os, dej¨® sus estudios en Nepal, cogi¨® a su madre y la trajo a Barcelona hace dos meses. "Ella no pod¨ªa estar sin pap¨¢", asegura. Su hermana, de 16 a?os, se qued¨® en Nepal. Ahora, en un piso de 550 euros al mes, no les llega para vivir. Su padre, cocinero, gana 900 euros mensuales. "Mi familia necesita que yo trabaje", insiste. No tiene permiso para hacerlo.
KAW HYDARA Gambia "Cuatro hijos gastan mucho"
La f¨¢brica donde Kaw trabajaba cerr¨® en 2006 y eso le arregl¨® la vida. "Si no, no podr¨ªa estar aqu¨ª", dice. Recibi¨® una compensaci¨®n que le permite pagar un alquiler de 400 euros. Y con el paro, 743 euros al mes, mantiene a su mujer y cuatro hijos, de 20, 11, 7 y 3 a?os, llegados hace 10 meses. "No trabajan, y cuatro hijos gastan mucho", bromea resignado.
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