La flota del pulpo abandona el caladero mauritano sin encontrar alternativas

Una veintena de buques cefalopoderos gallegos regresan a los puertos de Las Palmas (15), Vigo (2) y Dakar (3), antes de que finalice la campa?a, por "falta de rentabilidad". Las razones: un acuerdo un¨¢nime adoptado en diciembre que anticipa la merma progresiva del sector en el caladero africano, apurado por el precio del gas¨®leo y la talla m¨ªnima del pulpo "ajena a la realidad biol¨®gica" e incompatible con la obtenci¨®n de beneficios. Los armadores piden revisar las condiciones del acuerdo firmado en 2006 entre Mauritania y la Uni¨®n Europea, mientras los barcos congeladores inician el a?o amarrados a puerto.

El presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Cefalopoderos (Anacef), Francisco Freire, afirma que el convenio, vigente hasta 2012, se ha elaborado de espaldas al sector. La consecuencia es que desde que el documento entr¨® en vigor 19 buques han abandonado el caladero por p¨¦rdidas. Los 20 restantes "descapitalizados y endeudados" decidieron no renovar la licencia para el primer trimestre del a?o y permanecen amarrados desde el 31 de diciembre, despu¨¦s de descargar alrededor de 2.600 toneladas de capturas. De momento, han dejado de facturar un m¨ªnimo de 120.000 euros diarios y 270 marineros, la mayor parte de O Morrazo, est¨¢n parados.

La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, entiende que no ser¨ªa oportuno denunciar ahora el acuerdo con Mauritania, a pesar de que el sector se?ala que los criterios que marcan las tallas "no responden a la realidad biol¨®gica ni comercial". La responsable de Pesca, que coincide con la ministra Elena Espinosa, aboga por "intentar mejorar a trav¨¦s de encuentros bilaterales las condiciones t¨¦cnicas impl¨ªcitas pero sin denunciar el acuerdo, algo que ser¨ªa un paso atr¨¢s".

Los armadores piden soluciones para que la actividad resulte viable. "Estamos muy preocupados por este a?o 2008, la flota no tiene muchas alternativas aparte de Mauritania y, si esto no se resuelve, el futuro se presenta muy incierto", aseguran.

Un futuro que, en el peor de los casos, provocar¨ªa el desguace de las embarcaciones o el cierre de las empresas. Freire dice que el problema reside en la talla m¨ªnima pactada para el pulpo. Bajar esa cifra permitir¨ªa afrontar el coste del combustible.

Fuera de este caladero la flota no tiene pr¨¢cticamente opciones. Aunque el cese de su actividad no supondr¨ªa el desabastecimiento del mercado, s¨ª tendr¨ªa un impacto econ¨®mico para los empresarios y tambi¨¦n para los puertos, ya que el precio quedar¨ªa en manos de los importadores. Los armadores dicen que necesitan capturar pulpo por valor de 6.000 euros diarios por embarcaci¨®n para cubrir costes, pero reconocen que a finales de 2007, estuvieron "muy por debajo" de esa cifra. Para completar el cuadro, en los ¨²ltimos meses las autoridades mauritanas incrementaron "severamente" su control sobre el caladero, "perjudicando la actividad de los barcos gallegos". "No podemos pescar con la ley en la mano y sin ella tampoco", lamentan los representantes de la flota que abogan por faenar con todo en regla y respetando los recursos.

Con este panorama, el propio Francisco Freire exige a los responsables pol¨ªticos espa?oles que "echen el resto para defender a la flota". Por su parte, el BNG insta a la Xunta y al ministerio a que hagan lo propio o llevar¨¢ sus reivindicaciones "a pie de calle".

Para la directiva de la asociaci¨®n de cefalopoderos, la protecci¨®n del recurso es fundamental aunque defiende que "existen otras f¨®rmulas" adem¨¢s de establecer una talla m¨ªnima, como aumentar la parada biol¨®gica. Recuerda Anacef que con el paulatino abandono de embarcaciones del caladero africano "el esfuerzo pesquero desde 2006 se ha reducido a la mitad" algo que en su opini¨®n se debe tener en cuenta. "El mismo problema que sufrimos nosotros lo padecen los mauritanos pero sus autoridades toleran unas tallas que a nosotros no se nos permiten", se?ala. ?stas y otras cuestiones se plantearon ya a la Secretar¨ªa General de Pesca, a fin de revisar las condiciones bajo las que trabaja esta flota que ya sufri¨® el varapalo de tener que dejar el caladero canario-sahariano tras finiquitar el acuerdo con Marruecos.