El reto de evaluar el abuso sexual

Cuando el abuso sexual a un menor no deja huella f¨ªsica, el ni?o que supuestamente ha vivido el trance es el ¨²nico testimonio que puede ayudar a esclarecer los hechos. Pero ?son fiables las narraciones infantiles?, ?corresponden a situaciones vividas realmente?, ?son susceptibles de ser manipulados los ni?os? La dificultad que entra?an estas cuestiones hace que muchos de los ni?os v¨ªctimas de abusos hayan de entrar en una espiral de pruebas e interrogatorios que en ocasiones agravan las secuelas de los propios abusos. Por eso, los especialistas plantean la necesidad de mejorar las entrevistas psicol¨®gicas periciales.

El 50% de las consultas m¨¦dicas por abuso proceden del entorno familiar

Los peritos deben determinar si los casos denunciados son reales

La prevalencia del abuso sexual infantil en Espa?a es parecida a la de otros pa¨ªses occidentales y se sit¨²a en torno al 18,9% (15,2% en ni?os y 22,5% en ni?as), seg¨²n la psic¨®loga de la Universidad de Barcelona Noem¨ª Pereda. Tan s¨®lo la Unidad Funcional de Abusos Sexuales y Maltratos al Menor (UFAM) del hospital Sant Joan de D¨¦u de Barcelona atiende cada a?o unas 160 consultas en las que se sospecha que un menor ha sido v¨ªctima de abusos. "El 50% de las consultas proceden directamente de las familias, lo cual indica que hay un elevado nivel de alerta, pero tambi¨¦n hay sospechas de abusos que luego no se confirman", afirma Dolors Petitb¨®, coordinadora de la unidad especializada del hospital Sant Joan de D¨¦u.

La tercera parte de los casos tratados en este hospital ten¨ªan una alta probabilidad de haber padecido abuso sexual. Aunque las estad¨ªsticas indican que ahora hay m¨¢s denuncias de abusos sexuales intrafamiliares, Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, no cree que hayan aumentado los casos. Muchas denuncias se producen en el contexto de una separaci¨®n matrimonial conflictiva. El problema es c¨®mo distinguir en qu¨¦ casos, de entre los denunciados, se han producido realmente abusos sexuales, y para ello es decisivo el tipo de pruebas e interrogatorios que se practican.

Existe consenso cient¨ªfico en que la t¨¦cnica SVA-CBCA (Evaluaci¨®n de la Validez de la Declaraci¨®n y An¨¢lisis del Contenido Basado en Criterios) es una de las metodolog¨ªas m¨¢s adecuadas para validar la declaraci¨®n de los menores que han podido sufrir un abuso sexual. Esta t¨¦cnica fue impulsada por el psiquiatra Max Steller, del Instituto de Psiquiatr¨ªa Forense de Berl¨ªn (Alemania), que la semana pasada acudi¨® a un debate en el Colegio Oficial de Psic¨®logos de Catalu?a.

"Debemos recoger el relato de los hechos evitando interferencias que puedan invalidarlo y aplicar t¨¦cnicas psicol¨®gicas para dimensionar la afectaci¨®n que haya podido comportar", explica Dolors Petitb¨®. De no realizar correctamente las entrevistas, estas pruebas periciales pueden destruir la validez de la narraci¨®n. "Tenemos casos de padres que con toda su buena voluntad grabaron en v¨ªdeo las declaraciones de su hijo como si fuera una prueba; el problema es que le indujeron a un tipo de respuesta que puede complicar posteriormente nuestra valoraci¨®n de credibilidad", explica Josep Maria Hern¨¢ndez, coordinador del Servicio de Asesoramiento T¨¦cnico y de Atenci¨®n a la V¨ªctima de la Generalitat de Catalu?a.

Lourdes Alarc¨®n, psic¨®loga del mismo servicio, explica que tambi¨¦n se debe tener en cuenta la edad del testimonio: "En los ni?os m¨¢s peque?os es m¨¢s dif¨ªcil porque el relato depende de c¨®mo tengan desarrollado el lenguaje". Gerard Thomas, presidente de la Secci¨®n 21 de la Audiencia de Barcelona, reconoce que estos casos son complicados y requieren de pruebas complementarias al testimonio. "Una chica de 14 a?os fue al m¨¦dico por un dolor inespec¨ªfico en el vientre; el m¨¦dico, que era de confianza, la explor¨® a solas externamente en busca de ganglios. Azorada, la ni?a se lo cont¨® a la madre, que acus¨® al m¨¦dico por tocamientos", explica Thomas. Los peritos indicaron que la joven no fabulaba, pero al analizar el contexto personal de la ni?a, se vio que estaba superprotegida por la madre y que nadie le hab¨ªa hablado de sexualidad. "La chica no ment¨ªa, pero s¨ª ten¨ªa una falsa percepci¨®n de la realidad".