'Neocona'
Ha llegado el momento de preguntarse si algunos de los problemas que sufre nuestro planeta se podr¨ªan solucionar recurriendo a la ciencia m¨¦dica. El cinismo pol¨ªtico y social de la se?ora Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid, por ejemplo. Comprender¨¢n que la catadura que do?a Esperanza pueda desplegar en sus relaciones particulares ni es de mi incumbencia ni me preocupa: all¨¢ se las compongan sus allegados. Adem¨¢s, a los machos de la pol¨ªtica -menos a uno, claro- les cae muy simp¨¢tica personalmente, cualquiera que sea su ideolog¨ªa: c¨®mo les gustan a los t¨ªos las madrastras.
Es la actitud que mantiene do?a Esperanza en el desempe?o de tan importante cargo pol¨ªtico lo que me preocupa, y m¨¢s teniendo en cuenta que parece albergar serias aspiraciones a presidir alg¨²n d¨ªa el conjunto de nuestras comunidades.
La indiferencia moral, esa congelaci¨®n de la conciencia hasta cero grados -ni fr¨ªo ni calor, que dec¨ªa el viejo chiste-, esa mu?econa sonrisa con que recibi¨® la noticia de la exoneraci¨®n de toda culpa con que la justicia ha cerrado el caso de las falsas eutanasias en el Severo Ochoa de Legan¨¦s... Ser¨ªa para vomitar de inmediato si no tuvi¨¦ramos ya los zumos g¨¢stricos muy trabajados por la cadena de mentiras neocon que, empezando por Bush y siguiendo por Aznar, nos ha ido acostumbrando a preparar las sales antidisturbios antes de que ¨¦stos abran sus bocazas.
Ahora bien, puestos en tal trance cabe preguntarse si la doctrina neocon -salvarse a s¨ª mismo y forrarse mientras se pretende salvar el pa¨ªs y se le arruina, arracimarse como secta globalizada, pisotear a los perdedores y a los despose¨ªdos- es lo que produce el cinismo, o si se trata, por el contrario, de que para imponerla s¨®lo sirven quienes poseen dicha cara dura. O ambas dos posibilidades. Deber¨ªan sedarla/los en el hospital de Legan¨¦s.
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