El pacto de Touri?o
Siento un gran respeto por quienes escriben art¨ªculos de opini¨®n a diario; aparte de ser un ejercicio mental agotador, es probable que se vean abocados con alguna frecuencia a contradecirse, pues la pol¨ªtica cambia a gran velocidad. La ventaja de escribir a posteriori es que permite comprobar la aceptaci¨®n o el rechazo de una propuesta pol¨ªtica.
Me da la impresi¨®n de que el pacto territorial reivindicado por el presidente Touri?o en su mensaje de fin de a?o ha pasado inadvertido. Al apelar a la uni¨®n de los partidos y la sociedad ante los "grandes desaf¨ªos" de Galicia para 2008, hizo del consenso en la formaci¨®n del territorio y en la defensa del medioambiente una piedra de toque de la pol¨ªtica auton¨®mica, cuya puesta en pr¨¢ctica, a partir de los pasos dados en 2007 "en la configuraci¨®n del territorio como espacio para vivir, convivir y preservar"", le est¨¢ ocasionando disgustos a corto plazo.
La ciudad se ha quedado peque?a y han de tener una presencia especial las directrices metropolitanas
Parece ser que los avances en materias netamente sociales como el territorio o los derechos individuales les corresponden a los gobiernos progresistas, aunque luego, cuando gobiernan los conservadores no los desactiven, sino que se apresuran a hacerlos suyos. El consenso consiste en dar el paso conjunto, y el ponente ha de aplicar su mayor empe?o a convencer a unos y otros en materias como las directrices que van a organizar el territorio, los proyectos de ordenaci¨®n de la costa y las ¨¢reas metropolitanas, la concepci¨®n de los planes generales de las ciudades y, c¨®mo no, las modificaciones legislativas. Y para que el acuerdo sea factible es necesario disponer de documentos serios y medios materiales y humanos apropiados.
El pacto territorial debe formularse no solo en el ¨¢mbito del Parlamento, sino principalmente en las fuerzas pol¨ªticas -en su seno tambi¨¦n, pues hay discrepancias- para que desde ellas se transmita a los municipios. Es en ¨¦stos donde, a la hora de confeccionar los planes generales, los representantes de la ciudadan¨ªa deben esforzarse por conseguir en la fase de Avance del Planeamiento el necesario compromiso en torno a la filosof¨ªa urbana, su modelo de crecimiento, la cualificaci¨®n y cuantificaci¨®n de los suelos dedicados a la construcci¨®n y la transformaci¨®n y de las zonas de preservaci¨®n y protecci¨®n, as¨ª como las grandes infraestructuras y su implantaci¨®n y articulaci¨®n en el territorio a la hora de crear nuevos centros comunicados y dar una salida a la movilidad y la localizaci¨®n de los grandes equipamientos. Si se consigue un pacto en el nivel de avance, aunque cambie el gobierno la ciudad podr¨¢ crecer con armon¨ªa.
Las directrices territoriales son objetivos que establece la autonom¨ªa para regular el espacio, fijar las vocaciones de cada ¨¢rea para marcar prioridades y etapas y canalizar de esta manera las inversiones, de modo que los ayuntamientos no vayan por libre en la colonizaci¨®n indiscriminada de suelo y en las infraestructuras, sino que tengan un marco referencial de crecimiento seg¨²n el inter¨¦s gallego.
La metr¨®poli es el escenario del futuro. La ciudad capital se ha quedado peque?a y es en ese dominio donde han de tener una presencia especial las directrices metropolitanas para fijar el ¨¢mbito y las atribuciones. Se unir¨¢n los municipios que tengan algo que ver seg¨²n los proyectos territoriales y tendr¨¢n las competencias seg¨²n sus especificidades. La movilidad es el gran tema por el que va a explotar tambi¨¦n el urbanismo, y no solo por cuestiones formales. No depende ya de grandes infraestructuras, sino de c¨®mo entender la forma de usar el territorio y c¨®mo articularlo con transportes p¨²blicos competitivos que permitan ir atenuando el agobio del coche privado.
Los planes costeros consisten sobre todo en dibujar las ¨¢reas donde estar¨¢ permitido edificar y las de especial protecci¨®n, a fin de que sea posible conocer desde el inter¨¦s gallego las actividades humanas que se pueden implantar y las que deben ser limitadas por el disfrute de un bien colectivo como es el litoral.
Todos estos frentes est¨¢n abiertos y la Xunta debe ordenarlos y proponer el calendario de su puesta en escena para establecer las distintas mesas de negociaci¨®n m¨¢s all¨¢ del parlamento, de forma que se coordine el crecimiento con la cooperaci¨®n y se pueda afrontar la pedagog¨ªa de las verdades inc¨®modas a partir de las realidades posibles.
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