Tres preguntas
Los obispos andaluces, siguiendo el esp¨ªritu del obispado espa?ol, publican un manifiesto en apoyo del Partido Popular, convocando a sus fieles para que voten en las pr¨®ximas elecciones de acuerdo con la moral cat¨®lica. Sin ¨¢nimo de ofender a nadie, por pura curiosidad democr¨¢tica, me atrevo a hacer tres preguntas. La primera est¨¢ dirigida a los responsables del Partido Popular. Todos sabemos que los apoyos y las intervenciones de car¨¢cter partidista llevan impl¨ªcitos una negociaci¨®n. ?Qu¨¦ le ha prometido la derecha espa?ola a los obispos para conseguir su apoyo electoral? Me interesa saber si el Partido Popular va a incluir en sus reformas la prohibici¨®n del divorcio, del preservativo, del aborto, de los matrimonios homosexuales y de los cuidados paliativos. Ser¨ªa conveniente que los votantes de una sociedad del siglo XXI supieran si van a poder divorciarse cuando su amor se acaba, si van a poder evitar un embarazo no deseado, si sus hijos estar¨¢n expuestos a enfermedades ven¨¦reas mortales, o si los homosexuales van a ser respetados como ciudadanos con plenitud de derechos. La agresi¨®n contra la sanidad p¨²blica de Madrid, utilizando el credo moral cat¨®lico para interferir en el trabajo profesional de los m¨¦dicos, ha condenado a cientos de abuelos, padres y amigos a agonizar sin cuidados paliativos, es decir, sin el consuelo de la ciencia, en medio del dolor y el desamparo. Estar¨ªa bien saber si esta crueldad es asumida por el Partido Popular como norma de conducta para la pr¨®xima legislatura.
La segunda pregunta va dirigida al PSOE. ?Qu¨¦ piensa de la Iglesia, o qu¨¦ piensa hacer con los obispos y con la Iglesia Cat¨®lica? Al d¨ªa de hoy, todo sabemos lo que la Iglesia opina del PSOE, pero nadie sabe lo que el PSOE opina de la Iglesia. Y la verdad es que resultar¨ªa justo, democr¨¢tico y necesario mantener una opini¨®n clara sobre una instituci¨®n que, al calor de un concordato preconstitucional, se empe?a en ocupar con su fe privada los espacios p¨²blicos del Estado. El PSOE ha mantenido los privilegios econ¨®micos, pedag¨®gicos y festivos de la Iglesia. No hay ninguna democracia en Europa que permita a una religi¨®n desempe?ar un papel tan descarado en el funcionamiento de los asuntos p¨²blicos. Por lo que se refiere al debate religioso, el ¨²nico acto llamativo del Gobierno en esta legislatura socialista ha sido el de viajar al Vaticano para arrodillarse delante de un Papa que beatificaba a 500 agitadores contra el gobierno democr¨¢tico y leg¨ªtimo de la II Rep¨²blica Espa?ola. Insisto, ?qu¨¦ piensa hacer el PSOE respecto a la Iglesia Cat¨®lica?
La tercer pregunta va dirigida a los votantes que se identifican con la izquierda, o con la mentalidad progresista, o con las libertades y los derechos c¨ªvicos, o con las preocupaciones sociales de los ciudadanos que aspiran a vivir en una sociedad laica y republicana, porque temen la limitaci¨®n de la libertad, y el contagio de enfermedades ven¨¦reas para sus hijos, y el dolor innecesario en la agon¨ªa de sus mayores, y la opresi¨®n que supone la persistencia de una pareja fracasada, y la angustia de un embarazo no deseado. ?Qu¨¦ tipo de culpa o de sacrificio cat¨®lico supone esa condena del voto ¨²til? Quiero decir, ?es necesario arrodillarse en pol¨ªtica, renunciar a defender nuestros principios, ocultar nuestra opiniones sobre la Iglesia, votar por un partido que no se atreve a poner en duda los privilegios de una instituci¨®n consagrada por el franquismo (m¨¢s que por Dios)? La democracia es una tarea que necesita tambi¨¦n de la pasi¨®n. Nos estamos acostumbrando a dejar que la pasi¨®n sea un asunto de nacionalistas, fundamentalistas o terroristas, y ser¨ªa muy conveniente volver a defender con pasi¨®n los valores democr¨¢ticos. Dejemos que la derecha vote a sus pol¨ªticos. Pero vamos a defender con orgullo democr¨¢tico a nuestros pol¨ªticos y a nuestra pol¨ªtica.
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