Precedentes que se han quedado en an¨¦cdotas
La magnitud de las cifras manejadas por J¨¦r?me Kerviel y el tama?o del agujero que ha provocado en Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale han reducido casi a la an¨¦cdota a sus predecesores y le han arrebatado la medalla de oro al m¨¢s famoso y da?ino de los brokers sin escr¨²pulos, el brit¨¢nico Nick Leeson, que provoc¨® la desaparici¨®n del entonces m¨¢s antiguo banco de negocios brit¨¢nico, la Banca Barings, fundada en 1762.
Hijo de un modesto yesero de Watford, en la periferia de Londres, Leeson empez¨® a escalar pelda?os sociales cuando entr¨® a trabajar como conserje en Coutts, una de las m¨¢s rancias instituciones financieras de la City. Tras pasar por varios bancos acab¨® en Barings, donde empez¨® a brillar por su habilidad como broker. En 1992, el banco le envi¨® a Singapur, como responsable de nuevas operaciones en el SIMEX, el mercado de futuros de la pr¨®spera ciudad-Estado del sureste asi¨¢tico.
Un a?o despu¨¦s, las operaciones de Leeson reportaron
el 10% de los beneficios del banco. "Todos nos mov¨ªamos por
los beneficios, beneficios y m¨¢s beneficios... Yo era la estrella ascendente", escribi¨® a?os despu¨¦s en su libro autobiogr¨¢fico Rogue Trade. Como ahora le ha ocurrido a Kerviel, todo fue bien mientras el mercado iba al alza. Pero en 1994, los mercados asi¨¢ticos empezaron a cambiar, afectados en gran parte
por el terremoto de Kobe (Jap¨®n). Pero Leeson sigui¨® y sigui¨® operando, hasta que en 1995 el banco descubri¨® que sus operaciones hab¨ªan provocado unas p¨¦rdidas de 850 millones
de libras (1.100 millones de euros al tipo de cambio actual), equivalentes casi a los activos totales de la entidad.
Leeson huy¨® con su familia a la cercana Borneo, pero fue detenido cuando intentaba volver a Europa a trav¨¦s de Francfort y deportado a Singapur, donde le condenaron a seis a?os
de c¨¢rcel. La Banca Barings fue absorbida por el grupo holand¨¦s ING al precio simb¨®lico de una libra.
En 1999 le diagnosticaron un c¨¢ncer de colon y fue liberado. Superada la enfermedad, en la actualidad reside en Barna (County Galway), en la costa oeste de Irlanda, donde vive
de los r¨¦ditos de su autobiograf¨ªa, de dar conferencias
y de cobrar por entrevistas de prensa. Desde julio del a?o pasado dirige el equipo de f¨²tbol local, el Galway United.
Su caso no fue ni el primero ni el ¨²ltimo. Antes que ¨¦l, Robert Lafee Citron llev¨® a la bancarrota al gobierno del condado
de Orange (California) cuando en 1994 provoc¨® un agujero
de 2.000 millones de d¨®lares (1.350 millones de euros) en los fondos de inversi¨®n municipales al apostar contra una subida de tipos de la Reserva Federal.
M¨¢s famoso fue el caso del japon¨¦s Yasuo Hamanaka, conocido como M¨ªster Cobre por su relevante papel en el mercado de ese metal, que en 1996 fue condenado a ocho a?os de c¨¢rcel por provocar p¨¦rdidas de 1.700 millones de euros al Sumitomo Bank.
Peter Young, un broker que ese mismo a?os hizo perder
300 millones de euros al Morgan Grenfell brit¨¢nico, no lleg¨® a ser juzgado porque se present¨® a juicio vestido de mujer y fue declarado incapaz. Hay otras an¨¦cdotas menos melodram¨¢ticas en el listado de desastres causados por los brokers. En mayo de 2001, el ¨ªndice FTSE de la City de Londres cay¨® m¨¢s de un 2% cuando un broker tecle¨® 300 en lugar de 30 millones de libras al sacar a la venta un paquete de acciones. Un incidente semejante ocurri¨® hace 20 a?os, cuando un agente de Salomon Brothers vendi¨® bonos del Estado franceses por 850 millones de libras
al tocar un teclado sin querer. Quiz¨¢ el error humano m¨¢s divertido fue el cometido por un broker que en 2001 provoc¨® que las acciones de una firma en bancarrota llamada Exodus se dispararan un 59.000% cuando ofreci¨® por error 100 d¨®lares por acci¨®n cuando ¨¦stas cotizaban a 17 centavos de d¨®lar. -
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