El miedo que cierra las puertas

Las personas que estos d¨ªas est¨¢n tratando de abortar en una situaci¨®n complicada, aunque legal, describen con una palabra lo que se encuentran en la sanidad p¨²blica y los centros privados: miedo. Y despu¨¦s, les cierran la puerta, aunque gracias a la labor de las cl¨ªnicas privadas, encuentran las claves b¨¢sicas para viajar al extranjero, como se hac¨ªa anta?o, para pasar el mal trago, adem¨¢s, lejos de casa. No es poco, porque las parejas, que antes no ten¨ªan problemas para acceder con normalidad a un centro abortivo, no tienen ni idea de los tr¨¢mites que hay que seguir para conseguir la admisi¨®n en los hospitales de otros pa¨ªses. Decenas de mujeres est¨¢n siendo derivadas con esta estrategia, no hay otra forma. El miedo parece haberse extendido por todas las comunidades.

Y de una forma incomprensible han dejado de interrumpirse embarazos m¨¢s all¨¢ de las 22 semanas, el plazo m¨¢ximo cuando el feto presenta malformaciones, aunque ¨¦stas pueden detectarse despu¨¦s. M¨¢s all¨¢ de ese tiempo, en Espa?a s¨®lo se puede abortar si hay peligro para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la madre. No es dif¨ªcil diagnosticar una depresi¨®n en estos casos, porque en muchos de ellos, detr¨¢s de la fr¨ªa solicitud de aborto, hay una mujer que quer¨ªa traer un hijo al mundo y se encuentra con que lo que nacer¨¢ ser¨¢ un feto muerto o algo poco parecido a un ser con vida. Cuando eso se sabe y se empieza la peregrinaci¨®n por los hospitales, a veces la depresi¨®n no alcanza s¨®lo a la mujer, sino tambi¨¦n a su pareja.

Y negarles un aborto en su pa¨ªs no hace sino acrecentar el malestar psicol¨®gico, como afirman los que se ven en esta situaci¨®n. "Es injusto que ahora mismo est¨¦ abortando en Espa?a gente en plazos m¨¢s cortos de tiempo s¨®lo porque quieren abortar, mientras que en nuestro caso, con un feto con malformaciones graves y la depresi¨®n de mi mujer, no podamos hacerlo", dice una de las parejas afectadas.

"Mi mujer lleva un mes y medio de baja m¨¦dica, y yo sin trabajar. Vivimos al d¨ªa. Ella, unos d¨ªas se mete en la cama y otros est¨¢ un poco mejor, pero esto es muy duro, el que no haya pasado por ello que no opine, porque opinar es gratis y por eso todo el mundo lo hace, incluso de lo que no sabe. En este pa¨ªs hay mucha hipocres¨ªa", dice el marido.