La construcci¨®n de casas en campos de golf depender¨¢ de Obras P¨²blicas

La Consejer¨ªa de Turismo ha conseguido que haya una normativa espec¨ªfica sobre campos de golf y que ¨¦sta vaya a permitir usos residenciales en algunos de ellos, pero ser¨¢ Obras P¨²blicas, que no quer¨ªa un decreto monogr¨¢fico, la que decida cu¨¢ntos, d¨®nde y en qu¨¦ momento pueda producirse la compatibilidad.

Este es el parte final de la disputa que durante m¨¢s de dos a?os han mantenido ambos departamentos del Gobierno andaluz sobre una materia que se ha revelado tan sensible por sus repercusiones econ¨®micas, territoriales y medioambientales. Ambas consejer¨ªas han podido imponer algunas de sus tesis, pero a la vez han tenido que ceder en determinadas pretensiones para que finalmente el ejecutivo auton¨®mico pueda aprobar la normativa antes de las elecciones auton¨®micas del 9 de marzo y cumplir in extremis uno de sus compromisos.

Promulgar un decreto que regulara la implantaci¨®n, caracter¨ªsticas y funcionamiento de los campos de golf en la comunidad aut¨®noma que m¨¢s tiene era uno de los asuntos incluidos en el acuerdo de gobierno suscrito a comienzos de la legislatura entre el PSOE y Los Verdes. En aquel momento, la corriente empujaba a casi todos los ayuntamientos andaluces a incluir proyectos de golf en sus planes urban¨ªsticos.

Se trataba de establecer un orden de compatibilidades entre las conveniencias de una actividad generadora de un turismo de alto poder adquisitivo y atractivo reclamo para la promoci¨®n inmobiliaria; y las inconveniencias derivadas de la necesidad de agua, el consumo y la transformaci¨®n de suelo o el uso de productos qu¨ªmicos.

La conciliaci¨®n de intereses no ha sido tarea f¨¢cil. Obras P¨²blicas se ha resistido al decreto por entender que con la Ley de Ordenaci¨®n Urban¨ªstica de Andaluc¨ªa (LOUA) ya ten¨ªa garantizado lo que quer¨ªa evitar: la proliferaci¨®n de n¨²cleos de poblaci¨®n aislados de los cascos urbanos sin infraestructuras b¨¢sicas y equipamientos sociales; y que abrir el mel¨®n era justamente contemplar excepciones, como as¨ª ha sido. Desde la perspectiva contraria, Turismo planteaba la conveniencia de salvar los obst¨¢culos que la LOUA pon¨ªa a proyectos que combinan golf y viviendas y que pueden tener un valor estrat¨¦gico.

El texto, al que el pasado jueves dio su visto bueno la comisi¨®n de viceconsejeros y que remiti¨® al Consejo Consultivo para que lo dictamine y quede listo para su aprobaci¨®n por el Consejo de Gobierno de la Junta, presumiblemente el 26 de febrero, tiene huellas reconocibles. "No es el decreto que cada uno hubi¨¦ramos querido, pero es el que satisface a lo que cada uno pod¨ªamos aspirar", confiesa un director general. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, admiti¨® la dificultad. "Nos ha costado encontrar el punto de equilibrio, y la prueba es que hemos tardado a?os en el decreto", dijo la semana pasada en Fitur.

Como norma general, el decreto establece que los campos de golf no son compatibles con los usos residenciales, comerciales, industriales y terciarios. Esto es, quedan prohibidas las urbanizaciones con golf. Pero incluye la excepci¨®n de los campos de inter¨¦s tur¨ªstico, instalaciones que "tengan una especial relevancia por su incidencia potencial en la cualificaci¨®n de la oferta tur¨ªstica y su desestacionalizaci¨®n, ampliando la oferta deportiva y de ocio asociada al turismo del ¨¢mbito territorial" en los que s¨ª estar¨ªan permitida la construcci¨®n de viviendas.