"Una foto y una pintura son lo mismo"
Los historiadores del arte lo han proclamado, junto con Joseph Beuys y Andy Warhol, "santo patr¨®n de la posmodernidad". Desde principios de los setenta, John Baldessari (National City, California, 1931) ha cuestionado la relaci¨®n entre im¨¢genes y significado usando y manipulando fotograf¨ªas (en collages, acompa?adas por textos...), en piezas que han definido los par¨¢metros de la creaci¨®n conceptual.
"El humor no es un objetivo, sino que es mi forma de mirar al mundo"
En 1970, Baldessari quem¨® toda su obra anterior a 1966, una acci¨®n con la que quiso celebrar su muerte como pintor. De las cenizas, guardadas en una urna en forma de libro, surgi¨® una obra de arte, Cremation project, s¨ªmbolo de su renacimiento art¨ªstico. "Lo hice porque cre¨ªa que estaba yendo en la direcci¨®n equivocada. Por aquel entonces era pintor y me di cuenta de que el arte no pod¨ªa ser tan s¨®lo pintura. Ten¨ªa que hacer algo. Pero creo que se me malinterpret¨®. Yo no estaba en contra de la pintura, sino que cre¨ªa que ten¨ªa que haber algo m¨¢s que eso".
Con aquel exorcismo comenz¨® una exploraci¨®n que lo llev¨® a la fotograf¨ªa, el v¨ªdeo, o las vallas publicitarias, explica el artista, que la semana pasada pase¨® por Madrid sus dos metros de altura y su aire de viejo hippy para inaugurar una muestra de su obra m¨¢s reciente (se expone hasta el 26 de marzo en la galer¨ªa Pepe Cobo).
En sus ¨²ltimas piezas, que componen la serie Arms & Legs (Specific. Elbows & Knees), etc., Part II (Brazos y piernas -concretamente codos y rodillas-, etc. Parte II) la pintura reaparece junto a la fotograf¨ªa. Adem¨¢s, las obras abandonan las dos dimensiones del plano para convertirse en bajorrelieves. "Mi planteamiento es que una foto o una pintura son lo mismo: informaci¨®n visual. Lo que se puede ver en mis obras no es una foto o una pintura, sino un h¨ªbrido". La presencia del color es otra caracter¨ªstica de la serie. "Esto es por influencia de uno de mis h¨¦roes: Matisse. Siempre he tenido esta preocupaci¨®n, pero ahora es m¨¢s obvia. Trabajo mucho con el color puro y he eliminado la pincelada".
Toda la obra de Baldessari refleja su fascinaci¨®n por la broma, los sue?os, los juegos de palabras. En 1971, una de sus piezas consisti¨® en escribir una y otra vez, a modo de castigo escolar, la frase: "Nunca m¨¢s har¨¦ arte aburrido". ?Por qu¨¦ es tan importante el sentido del humor? "Nunca fue un objetivo para m¨ª, pero no me importa que se saque esa conclusi¨®n. Es s¨®lo mi forma de mirar el mundo. Quiz¨¢s es que me aburro y percibo cosas que la gente no aprecia. Est¨¢n ah¨ª, pero no se les presta atenci¨®n. Por ejemplo, yo tiendo a mirar el espacio que hay entre dos objetos, que normalmente no se ve. Son juegos que luego uso en mi trabajo. Seguramente si tratara de ser gracioso no lo ser¨ªa".
Desde que se licenci¨®, y hasta hace s¨®lo unos pocos a?os, nunca ha dejado de dar clases. En un principio fue un medio de subsistencia. Ense?¨® en colegios p¨²blicos, a ancianos y j¨®venes delincuentes. M¨¢s tarde se incorpor¨® como profesor a la Universidad de California en San Diego, y luego al prestigioso California Institute of the Arts (Cal-Arts) y a UCLA. ?Por qu¨¦ sigui¨® cuando ya no lo necesitaba? "A mediados de los ochenta consegu¨ª una beca Guggenheim, y por primera vez logr¨¦ mantenerme durante un a?o sin dar clases. Pero me di cuenta de que lo echaba de menos. Descubr¨ª que era un buen profesor", dice Baldessari, que tiene sus propias ideas pedag¨®gicas: "No creo que se pueda ense?ar a crear arte, sino que se puede propiciar una situaci¨®n en la que el arte pueda surgir. Es necesario que los profesores sean artistas y se conviertan en modelos para los alumnos. Eso atraer¨¢ a buenos estudiantes y, al final, ser¨¢n los propios estudiantes quienes ense?en a otros estudiantes".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.