"Ganar as¨ª da mucha moral"

El gol de Xavi liber¨® de la angustia y la depresi¨®n al Camp Nou cuando apenas quedaban unos minutos para el final. Le cost¨® much¨ªsimo al Bar?a derrotar a Osasuna. Lo consigui¨®, pero su falta de pegada queda reflejada en una estad¨ªstica: suma cuatro tantos en sus seis ¨²ltimos partidos. "Es cierto que ha habido pocas diferencias en los ¨²ltimos partidos. Es algo que no me preocupa", asegur¨® Frank Rijkaard. "Lo importante es crear ocasiones y el equipo las ha creado. Los goles llegar¨¢n, es s¨®lo cuesti¨®n de confianza. El equipo, pese a las circunstancias adversas, con mucha lluvia y un terreno que nos frenaba un poco, ha seguido luchando hasta el final y por eso ha merecido ganar".

Precisamente el triunfo es la mejor medicina para que el equipo azulgrana adquiera la confianza a la que alude su entrenador. "Ganar as¨ª tiene que darnos mucha moral", sentenci¨®.

Llegados a este punto, en el Camp Nou se aplaude a Ronaldinho que salga a calentar. No parece que haya perdido la fe en su talento por mucho que ahora la afici¨®n llegue al estadio conociendo de antemano que ser¨¢ suplente. Transitando por su particular pretemporada, Ronaldinho est¨¢ para jugar lo que jug¨® ayer: 20 minutos. Xavi, para lo que el entrenador diga.

Como de costumbre, el equipo domin¨®, atr¨¢s estuvo muy s¨®lido, mantuvo la porter¨ªa a cero —en seis de los ¨²ltimos diez partidos Vald¨¦s no ha encajado ning¨²n gol— y cre¨® ocasiones. Pero le cost¨® un mundo marcar. Milito, de cabeza, lo consigui¨® en el primer tiempo, pero en fuera de juego.

Como pide Rijkaard, la segunda l¨ªnea se sum¨® a la ofensiva. Tanto Deco como Iniesta y los puntas jugaron con verticalidad. Messi, Bojan y Henry tuvieron ocasiones. Ninguno las aprovech¨®. La victoria se escapaba y la afici¨®n azulgrana, desesperada, se empapaba bajo el diluvio mediado el segundo tiempo.

Tuvo que ser Xavi, a bote pronto, llegando desde atr¨¢s, sacando tajada del en¨¦simo intento de un equipo que sobrevivi¨® como pudo, quien fulminara el buen trabajo de Osasuna cuando apenas quedaba ya tiempo. Rijkaard sustituy¨® a Xavi en San Mam¨¦s en el minuto 63 y lo sacrific¨® en las dos ¨²ltimas alineaciones. Considera el cuerpo t¨¦cnico que se engancha demasiado al mediocentro, que, como volante, deber¨ªa mirar m¨¢s a la porter¨ªa contraria que tocar en zona de nadie. Ayer mir¨® a porter¨ªa, la vio vac¨ªa y le peg¨® con alma de cul¨¦: "Siempre lo digo, tengo que chutar m¨¢s, pero acostumbrado a dar pases?", se disculpa Xavi cuando se le pregunta por qu¨¦ no mete m¨¢s goles. Ayer se sac¨® uno que engancha al Barcelona a la Liga y que le sirve para seguir so?ando.

Entonces, Rijkaard movi¨® pieza. No decepcion¨®, porque como acostumbra, sorprendi¨® su criterio. Primero sali¨® Giovani, en lugar de Henry, por lo que se qued¨® en el campo un ataque con una media de 18 a?os y denominaci¨®n de origen: La Masia. Minutos despu¨¦s, Ronaldinho reemplaz¨® a Messi. El campo se llen¨® de flashes. Los 56.221 espectadores —la peor entrada de la temporada— demostraron que siguen creyendo en Ronaldinho, que jug¨® su partido oficial n¨²mero 200. Lo hizo de delantero centro. Jug¨® poco. Por minutos, porque no era f¨¢cil hacerlo bajo la tromba de agua y porque, como est¨¢ justito de fuerzas, no puede lucir su mejor f¨²tbol.