Un gol marca de la casa
Xavi, a tres minutos para la conclusi¨®n del partido,da el triunfo a un Bar?a carente de pegada frente a un f¨¦rreo Osasuna que vendi¨® cara su piel
Hay equipos que s¨®lo saben jugar de una manera, para bien o para mal, incluso en las circunstancias m¨¢s adversas, siempre perseverantes en su f¨²tbol. Ninguno se parece al Bar?a. Justo cuando una cortina de agua barr¨ªa el estadio y el partido demandaba un gesto heroico, en el momento en que la hinchada apelaba a la bravura de un central, instantes despu¨¦s de que el entrenador hubiera retirado a uno de los mejores futbolistas del mundo, como es Messi, con 0-0 y la noche invitaba a un acto de locura porque se escapaba la Liga, se impuso la lucidez.
Xavi abri¨® a la izquierda para Giovani. La pelota ven¨ªa mala para un control, dif¨ªcil de domar, y sin embargo, el mexicano la pinch¨® con t¨¦cnica exquisita y una sobrecogedora sangre fr¨ªa, inalcanzable para Azpilicueta, hasta ponerla franca para la llegada de Iniesta. Le peg¨® el volante, rebot¨® el cuero en la zaga y sali¨® escupido hacia fuera del ¨¢rea, a merced del pie de Xavi, que ven¨ªa silencioso como un francotirador. Y Xavi engatill¨® un disparo imparable tan delicioso para el Bar?a como cruel para Osasuna.
BARCELONA 1 - OSASUNA 0
Barcelona: Vald¨¦s; Zambrotta, Thuram, Milito, Abidal; Iniesta, M¨¢rquez, Deco (Xavi, m. 80); Bojan, Messi (Ronaldinho, m. 67) y Henry (Giovani, m. 62). No utilizados: Pinto; Oleguer, Gudjohnsen y Edmilson.
Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Miguel Fla?o (Astudillo, m. 46), Cruchaga, Monreal; Juanfran, Javi Garc¨ªa, Pu?al (Pandiani, m. 91), Vela (H¨¦ctor Font, m. 84), Plasil y Kike Sola. No utilizados: El¨ªa; Margairaz, Javier Fla?o y Delporte.
Gol: 1-0. M. 87. Xavi recoge un rechace en la frontal del ¨¢rea, tras un disparo de Iniesta, y marca con un fuerte tiro a media altura.
?rbitro: Turienzo ?lvarez. Amonest¨® a Juanfran, Plasil y Ricardo.
56.221 espectadores en el Camp Nou.
Cuando la hinchada apelaba a la bravura de un central, se impuso la lucidez: Xavi
Muy organizado, Osasuna aument¨® la agresividad mientras se encog¨ªa Messi
El Bar?a afront¨® el encuentro de forma muy despreocupada, sin tensi¨®n defensiva
Los azulgrana s¨®lo saben marcar goles de una manera, imposible si se quiere, y por tanto, ser¨¢ as¨ª o no ser¨¢ de ninguna manera. Y los goles en el Camp Nou, y en todo el mundo, con independencia de c¨®mo se marquen, saben mejor en el minuto 88 que en el 1. La jugada provoc¨® tal estruendo en la grada que hasta dej¨® de llover mientras los jugadores se revolcaban en el c¨®rner como si el gol valiera por una Copa de Europa, cuando sirve para ponerse a seis puntos del Madrid en la Liga. El f¨²tbol tiene multitud de gui?os pasionales, dif¨ªciles de entender y explicar, los mismos que le dan encanto, misterio y grandeza. Igual el 1-0 no le da al Barcelona para nada m¨¢s que para ganar tiempo. Ocurre que ayer no se admit¨ªa la derrota despu¨¦s de que el Madrid cayera en Almer¨ªa. La rendici¨®n se castiga con lapidaci¨®n y el alquiler del abono en el estadio.
Nadie hab¨ªa previsto un partido tan tenso como el que acababa de disputarse, y de ah¨ª la alegr¨ªa de la afici¨®n por renovar la fe en el Barcelona. De salida, el Bar?a enfrent¨® el encuentro de forma despreocupada, enfocado a la porter¨ªa de Ricardo, convencidos los delanteros de que Osasuna ceder¨ªa en cuanto tomara un gol, como acredita su condici¨®n de visitante inofensivo. Aflojados los azulgrana, al plantel navarro apenas le llev¨® un minuto alcanzar el ¨¢rea de Vald¨¦s y cont¨® tres oportunidades en un cuarto de hora, tantas como el Bar?a, que atacaba con Messi de ariete y Bojan como extremo derecho, un mal negocio. Flojeaban los laterales y volantes y Osasuna atrapaba la l¨ªnea de fondo con regularidad, de manera que el partido qued¨® abierto y entretenido.
El encuentro se fue apagando con el tiempo para mosqueo de la hinchada, que no estaba para bromas. Rijkaard movi¨® pieza y mand¨® a Bojan al punto de penalti mientras Messi se arrancaba desde la derecha, como est¨¢ mandado, y el Bar?a se gan¨® suficientes ocasiones para marcar un gol. No hubo manera porque le faltaba pausa y pulso para certificar su jerarqu¨ªa, expresada en la velocidad su juego. Extra?a el equipo a Eto'o y los rivales bien lo saben, as¨ª que Osasuna retrocedi¨® muy pronto y se parapet¨® en Ricardo para jugar a la contra.
Impacientes e imprecisos, los azulgrana se cegaron y perdieron el sitio. No encontraban el camino del gol por m¨¢s vueltas que le daban al encuentro. Muy organizado, Osasuna mantuvo la concentraci¨®n y aument¨® la agresividad mientras se encog¨ªa la figura de Messi. Rijkaard busc¨® remedio en Giovani cuando la grada coreaba el nombre de Ronaldinho. Las circunstancias jugaban cada vez m¨¢s a favor de Ronnie. Tampoco fue la soluci¨®n. La entrada en escena del brasile?o cobr¨® incluso mayor controversia porque sustituy¨® a Messi, cambio que expres¨® que el choque no s¨®lo sobrepasaba a los jugadores, sino tambi¨¦n al entrenador.
Los azulgrana ni siquiera consegu¨ªan situaciones de superioridad en ataque para forzar ocasiones, para generar el error del rival, para resolver en un rechace o un rebote si no pod¨ªa ser en un remate. Nadie tomaba el ¨¢rea, no se buscaban faltas, ni siquiera se recurr¨ªa al ollazo bien empleado, y el tiempo se consum¨ªa mientras arreciaba la lluvia. El desespero era estremecedor ante el fiasco que se avecinaba y los jugadores insist¨ªan en tocar, en abrir, en jugar. Una y otra vez, para desenga?o del socio, que ve¨ªa a sus ¨ªdolos negados y paralizados, lejos de los colosos, sin contundencia.
Y as¨ª hasta que apareci¨® Giovani y gener¨® un gol marca de la casa, a juego con el estilo del equipo y la forma de ser de la sufrida hinchada, tras una acci¨®n dif¨ªcil en un escorzo imposible, de nuevo en una situaci¨®n l¨ªmite aunque sea como respuesta al Madrid, el equipo que gan¨® la Liga pasada en el ¨²ltimo minuto, en el momento en el que la perd¨ªa el Bar?a.
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