El derecho a decidir

Como ser humano, como ciudadana y, sobre todo, como mujer me siento indignada ante la persecuci¨®n que se est¨¢ produciendo en torno al tema del aborto y las cl¨ªnicas que lo practican. Se ha generado una situaci¨®n de crispaci¨®n y alarma social totalmente falsa, manipulada por la Iglesia y por una derecha exaltada que nos retrotrae a tiempos que es mejor no recordar. El sector m¨¢s rancio y conservador de la sociedad ha resurgido cual ave f¨¦nix de sus cenizas, ha salido a la calle y ha hecho uso de la demagogia, la mentira y la intimidaci¨®n intentando imponer el miedo y el que creen, seg¨²n su criterio, que es el modelo de familia "normal", modelo de familia que se basa en el control de la sexualidad de la mujer neg¨¢ndole la libertad para decidir sobre su vida y sobre su cuerpo.

Siento verg¨¹enza de vivir en la Comunidad Aut¨®noma de la Regi¨®n de Murcia en la que no se respetan los derechos fundamentales de la mujer, no se respeta un derecho como la interrupci¨®n de un embarazo dentro de los supuestos que establece la ley, en la que se criminaliza aquello que no sigue las pautas de la Iglesia cat¨®lica, la Cope y el Partido Popular.

Brindo mi apoyo y solidaridad a todas las mujeres que han estado o est¨¢n en una situaci¨®n injusta, indefensa y temerosa. Mostrando nuevamente mi total repulsa a manifestaciones y acciones en contra de la libertad de la mujer, de una vez por todas: "Saquen sus rosarios de nuestros ovarios".