El viaje de los abuelos golondrina

Cada dos meses, el abuelo vuelve a casa de su nuera, al pueblo. Se instala en la habitaci¨®n del nieto, que se muda al piso de arriba, el abuelo no puede subir y bajar escaleras. El anciano llega mareado del viaje y los primeros d¨ªas el sue?o se le trastoca, no se acuerda d¨®nde est¨¢ el cuarto de ba?o, y otras manos que no son las de su hija del mes pasado, ni las del otro hijo del mes anterior, le ayudar¨¢n ahora en su higiene ¨ªntima. Bueno, por lo menos ha salido del piso de Madrid, ese infierno de ciudad que no es para ¨¦l, y ahora podr¨¢ andar al sol, calle arriba, calle abajo.

?sos son los abuelos golondrina, los que cambian de casa de mes en mes, de hijo en hijo, porque ninguno puede cuidarlos a tiempo completo.

Un 0,6% de los mayores dice que cambia de hogar por periodos cortos

Las comunidades exigen tres meses seguidos para dar ayudas al cuidador

La nueva Ley de Dependencia contempla ayudas para las cuidadoras familiares. Pero, en estos casos, ?qui¨¦n es el cuidador familiar? ?Qui¨¦n se da de alta en la Seguridad Social, como exige la ley? ?Qui¨¦n de los hijos decide, de acuerdo con la Administraci¨®n, c¨®mo cuidar mejor a un anciano con demencia senil?

En la Espa?a de hace unas d¨¦cadas muchos ancianos acababan sus vidas as¨ª, porque entonces las mujeres eran amas de casa y el cuidado de sus mayores les estaba encomendado. Ahora ya quedan menos en esa situaci¨®n, todo el mundo trabaja y en un pa¨ªs poco acostumbrado a¨²n a las residencias geri¨¢tricas, son las inmigrantes, en muchos casos, las que se hacen cargo de esta tarea en la casa del propio anciano. En la ¨²ltima encuesta a las personas mayores del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales s¨®lo el 0,6% afirmaba rotar de domicilio, pero otro 2,8% cambia de casa de un hijo a otro alguna vez al a?o. Entre todos se organizan.

"Son los casos m¨¢s complicados", para la Ley de Dependencia, reconocen en las comunidades. "Hay que poner de acuerdo a los hijos...". En Extremadura ya est¨¢n tramitando, bajo la Ley de Dependencia, 53 casos de ¨¦stos y otros 11 en los que son los familiares los que rotan en casa del abuelo. En otras comunidades no parecen ir muy avanzados. Los trabajadores de la Administraci¨®n extreme?a, en algunos de los casos m¨¢s complejos, incluso han visitado una por una las casas de todos los hijos para ver cu¨¢l de ellas es la m¨¢s id¨®nea para tener al mayor. "A veces todos quieren ser el cuidador y el que reciba la paga", dicen en la Junta. En ocasiones, unos hijos se decantan por la residencia y otros se niegan en redondo. Cuando eso ocurre, la Junta, adem¨¢s de evaluar los informes del entorno del anciano que env¨ªan los servicios sociales, nombra un portavoz entre los hijos "porque si no el foll¨®n puede ser fenomenal". "En principio tenemos un m¨ªnimo de tres meses seguidos para que un cuidador familiar pueda hacerse cargo del anciano y darse de alta en la Seguridad Social", reconocen. Saben que hay ancianos que llevan a?os cambiando cada mes y que las hijas, ya mayores, no pueden aguantar mucho m¨¢s, pero dicen que priman la calidad de vida del anciano.

Lo mismo en Castilla-La Mancha. Exigen tres meses seguidos como m¨ªnimo para cuidar al anciano y han optado por dar de alta a un solo cuidador, el que percibir¨¢ el dinero, por facilitar los tr¨¢mites, sin perjuicio de que la familia se organice despu¨¦s, respetando esos periodos de tres meses. Y est¨¢n consultando si pueden dar de alta a dos cuidadores a tiempo parcial. En Extremadura explican que cada cambio de residencia, aunque esto se repita siempre igual, el anciano habr¨ªa de pasar una evaluaci¨®n de la situaci¨®n. Con muchos detalles a¨²n por concretar con el Gobierno, como el dinero que debe aportar el beneficiario del servicio, las comunidades se mueven un poco a oscuras, a la espera de reajustar detalles con posterioridad.

En el mundo rural la figura del abuelo golondrina est¨¢ a¨²n muy presente. Cuanto m¨¢s mayores son los abuelos y m¨¢s delicada se vuelve su salud, m¨¢s agotador resulta cuidarles, a veces de d¨ªa y de noche, sin moverse de casa, como si fueran beb¨¦s. Por eso, tenerles m¨¢s de un mes puede influir incluso en los delicados equilibrios familiares.

Todas las Administraciones aseguran que se busca la calidad del servicio, y cambiar a un anciano de casa por periodos m¨¢s cortos no es un buen trato para el mayor. Pero ?lo es para las mujeres, jubiladas algunas, que tienen que hacer diariamente y durante tres meses seguidos el trabajo que har¨ªan, al menos, dos enfermeras?