Los productos de consumo frecuente suben casi el doble que la inflaci¨®n

Si uno pregunta en el mercado, en los bares o en el metro, la percepci¨®n entre los consumidores es que los precios han subido mucho m¨¢s que ese 4,2% que marca el dato oficial de inflaci¨®n en Espa?a en diciembre de 2007. Y es que, aunque algunos art¨ªculos bajaron, la leche se desmadr¨® hasta un 31%, los carburantes un 16,2%, el pan el 14%, el tabaco el 7%... La cesta de productos de consumo m¨¢s frecuente -alimentos, tabaco, transporte y ocio-, en definitiva, se dispar¨® casi el doble que el total, hasta el 7,9%.

Leche, carburantes, y pan, los bienes que m¨¢s suben, seg¨²n Caixa Catalunya

El dato lo hizo p¨²blico ayer Caixa Catalunya y representa lo m¨¢s parecido a la inflaci¨®n psicol¨®gica que perciben los espa?oles, y que contribuye a alimentar, junto al incremento del paro, el s¨ªndrome de crisis econ¨®mica. "Hemos dejado fuera elementos como la luz, el agua o el alquiler, aunque sean b¨¢sicos, o los autom¨®viles, o el colegio, porque el pago es mensual, o domiciliado, y no es lo que los consumidores notan d¨ªa a d¨ªa en el bolsillo", explica el director del departamento de Estudios de Caixa Catalunya, Xavier Segura.

Todos estos productos de consumo cotidiano, casi diario, pesan un 34,9% en el presupuesto total de las familias, seg¨²n las ponderaciones empleadas en el IPC base 2006. Y esta escalada de precios se ceba en los m¨¢s pobres. Los alimentos, que han protagonizado la mayor escalada de precio, suponen el 13,8% del total de gasto de los hogares como promedio, pero en aquellos con menos renta, el presupuesto para alimentaci¨®n pesa m¨¢s, con lo que su subida les castiga en mayor medida.

Aun as¨ª la subcesta de la compra que ha seleccionado el servicio de estudios de la caja que preside Narc¨ªs Serra no incluye s¨®lo los productos b¨¢sicos, sino tambi¨¦n aquellos relacionados con el ocio (como restaurante o prensa, entre otros) que se consideran de consume frecuente.

El encarecimiento de todo este tipo de consumo cotidiano lleva siendo superior a la inflaci¨®n general desde el a?o 2002 (salvo en septiembre y octubre de 2006), pero la tendencia se agrav¨® el pasado verano por la escalada de los precios de los alimentos b¨¢sicos y de la energ¨ªa. De hecho, el encarecimiento del 7,9% de esta subcesta de la compra es 4,7 puntos superior a agosto. Adem¨¢s de la leche (31%), los productos de consumo frecuente que m¨¢s subieron son los carburantes para veh¨ªculos (16,2%), el pan (14,4%) y los huevos (9,6%). Las frutas frescas (7,8%), el tabaco (7%) y las hortalizas (5,8%) tambi¨¦n se han mantenido por encima de la media. Algunas asociaciones de consumidores no se conforman con la explicaci¨®n general que lo atribuye al repunte de los precios de los cereales por la demanda mundial y su uso para el sector energ¨¦tico. "El Tribunal de Defensa de la Competencia debe hacer p¨²blicas ya sus conclusiones sobre posibles casos de concertaci¨®n y pacto de precios que hemos denunciado", critica el portavoz de FACUA, Rub¨¦n S¨¢nchez.

El "riesgo" es que este encarecimiento de las compras m¨¢s habituales se traslade al global, seg¨²n la caja de ahorros catalana. Que esta inflaci¨®n percibida se acabe convirtiendo en inflaci¨®n global, real. Un efecto de segunda ronda. "Aunque s¨®lo sea una percepci¨®n, el incremento de estos precios supone una gran presi¨®n en el aumento los salarios, entre otros", explica el experto de Caixa Catalunya. "Es una espiral", concluye.

El Banco Central Europa (BCE), por ejemplo, se resiste a rebajar los tipos de inter¨¦s porque ello incrementa los precios y lleva a los sindicatos a reclamar incrementos salariales muy elevados. Unos aumentos salariales que, a la postre, tambi¨¦n acaban por calentar la inflaci¨®n. La pescadilla se muerde la cola.