La ciudad donde Obama aprendi¨® a ganar
Se suele decir en el Estado de Illinois que aqu¨ª el verdadero poder lo ostentan muy pocas personas. Por eso, hace 11 a?os, a muchos les extra?¨® que alguien como Barack Obama lograra un sill¨®n en el Senado del Estado. Al fin y al cabo el nuevo senador no era m¨¢s que un trabajador social de 36 a?os, acabado de graduar en derecho y cuya experiencia se centraba en ayudar a pobres afroamericanos en los suburbios de Chicago. El 65% de los 12,5 millones de habitantes de Illinois vive en esta ciudad, el segundo mayor centro industrial del pa¨ªs, s¨®lo por detr¨¢s de Los ?ngeles.
Liberal de coraz¨®n, comprometido con sus principios, Obama trabaj¨® aqu¨ª como senador ocho a?os. Y de ser contemplado como un radical al margen del sistema pas¨® a ser la estrella de la legislatura. Con su esfuerzo, aprob¨® leyes para ampliar la cobertura m¨¦dica a ni?os de familias con escasos recursos, reform¨® la financiaci¨®n electoral y concedi¨® m¨¢s derechos a los sospechosos policiales.
"Barack era un pol¨ªtico especial", seg¨²n lo recuerda Cynthia Canary, directora de la Campa?a para la Reforma Pol¨ªtica de Illinois. "Cre¨ªa en sus ideas, pero no ciegamente. Aprendi¨® que en alg¨²n momento hay que detenerse y negociar, buscar consenso. Por eso hizo muchos amigos en el Partido Republicano".
De hecho, no es dif¨ªcil ver al senador republicano Kirk Dillard en los actos electorales del candidato. Este pol¨ªtico conservador ha calificado a Obama de "h¨¦roe" y "la ¨²nica persona capaz de devolver la esperanza a Am¨¦rica". Ambos trabajaron codo con codo en uno de los primeros proyectos de Obama: el de reformar las leyes de financiaci¨®n electoral en Illinois. Y el decir que Illinois ten¨ªa entonces leyes de financiaci¨®n electoral es m¨¢s bien un formalismo.
El sistema era ca¨®tico y corrupto. Los pol¨ªticos pod¨ªan recibir tanto dinero como se les ofreciera y pod¨ªan utilizarlo adem¨¢s para pagar compras personales. Hasta que lleg¨® Obama. En principio, como buen idealista, busc¨® cambios radicales. Quer¨ªa que hubiera un estricto l¨ªmite en la cantidad de dinero que pod¨ªan recibir los cargos p¨²blicos. Pero, durante largas semanas de negociaciones, aprendi¨® su gran primera lecci¨®n en pol¨ªtica: "Si se quiere avanzar, hay que colaborar".
"Rebaj¨® sus aspiraciones y negoci¨® con los republicanos para aprobar la ley", explica Mike Lawrence, director del Instituto de Pol¨ªtica P¨²blica de la Universidad Southern Illinois. "Al final este grupo de trabajo prohibi¨® que los lobistas dieran dinero a pol¨ªticos, restringi¨® el uso de dinero de las campa?as para asuntos personales y se exigi¨® que los candidatos revelaran todas y cada una de las donaciones recibidas. La mayor reforma en este campo en 25 a?os".
Entonces los dem¨®cratas estaban en minor¨ªa. Poco a poco, Obama entr¨® en la din¨¢mica de colaborar con los republicanos con la idea de que ¨¦stos moderaran las leyes que aprobaban. Mientras tanto, presentaba centenares de proyectos que eran tumbados una y otra vez, como una ley que hubiera abolido la pena de muerte u otra norma que hubiera prohibido la tenencia de armas. "El suyo es un perfil netamente liberal. Adem¨¢s, estaba a favor del aborto", dice Pam Sutherland, directora del Grupo de Planificaci¨®n Familiar de Illinois. "Como senador trabaj¨® activamente para garantizar este derecho a las ciudadanas", a?ade.
En 2003, los republicanos perdieron el control del senado. Un afroamericano, Emil Jones, se convirti¨® en presidente de la C¨¢mara. Obama pas¨® a ser su disc¨ªpulo y la estrella de la legislatura. Su primera iniciativa la centr¨® en aquellas zonas en las que hab¨ªa trabajado como organizador social, en los suburbios del sur de Chicago. La criminalidad campaba a sus anchas en estas barriadas. La violencia policial tambi¨¦n. "Entonces Barack cre¨® un grupo de investigaci¨®n que lleg¨® a la conclusi¨®n de que la polic¨ªa estaba deteniendo a afroamericanos rutinariamente, que les registraba sin m¨¢s raz¨®n que su color de piel. Racismo puro y duro", comenta Debrah Graham, colaboradora de Obama y tambi¨¦n diputada en Illinois.
Obama logr¨® aprobar dos leyes al respecto: una para que se grabaran los interrogatorios de la polic¨ªa y otra para que se prohibiera cachear a afroamericanos y latinos sin m¨¢s motivo que su raza. Logr¨® aprobar sus leyes con el voto un¨¢nime de la C¨¢mara y el apoyo expl¨ªcito de los sindicatos policiales. El consenso fue su gran triunfo de entonces y lo que le garantiz¨® llegar como finalista al supermartes de ayer. En Illinois, Obama fue capaz de ver m¨¢s all¨¢ del sistema de partidos, una actitud que se ha empe?ado en llevar a Washington el a?o que viene.
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