El 'caso Severo Ochoa' y los cuidados paliativos
La sentencia exculpatoria de los m¨¦dicos del servicio de urgencias del hospital Severo Ochoa ha despertado el inter¨¦s de los medios de comunicaci¨®n y de la opini¨®n p¨²blica por la situaci¨®n actual en Espa?a de la atenci¨®n asistencial a los pacientes terminales y el papel que desempe?an las unidades de cuidados paliativos.
El Ministerio de Sanidad y Consumo ha publicado recientemente la Estrategia en cuidados paliativos del Sistema Nacional de Salud, entre cuyos objetivos se incluye el de mejorar la atenci¨®n al final de la vida de los enfermos terminales. Es un programa necesario, pero que probablemente para los profesionales de Legan¨¦s llega con tres a?os de retraso.
Uno de los motivos se?alados por los m¨¦dicos del hospital madrile?o para justificar la decisi¨®n de proceder a la sedaci¨®n de enfermos terminales en el servicio de urgencias, fue el no disponer de una unidad de hospitalizaci¨®n especializada en cuidados paliativos en su hospital y que ellos, ante situaciones de sufrimiento de los pacientes que reun¨ªan los criterios de enfermo terminal, aconsejaban proceder a la sedaci¨®n, valorando esta decisi¨®n como la mejor y siempre pensando en el beneficio de sus pacientes.
No hay curaci¨®n para estos enfermos, pero todav¨ªa se puede hacer mucho para mejorar su calidad de vida
Disponer de una unidad de paliativos en el propio hospital supone que pueden realizarse ingresos desde el domicilio del enfermo sin pasar por urgencias, traslados desde las plantas de hospitalizaci¨®n y, en algunos centros, ingresar desde el mismo servicio de urgencias. De hecho, en el Hospital General de Granollers, el 33% de los ingresos de paliativos provienen directamente de urgencias, cifra que ha sido constante desde la puesta en marcha de la unidad en 1997.
Lo cierto es que, a pesar del revuelo medi¨¢tico, ni en la unidad de paliativos ni en urgencias se han dado situaciones de recelo por parte de los usuarios o sus familiares, ni nos consta esta circunstancia en otros centros similares al nuestro. Esto constata que la implementaci¨®n en Catalu?a, en los ¨²ltimos 17 a?os, de un programa p¨²blico de atenci¨®n a los enfermos terminales est¨¢ consolidada, tanto entre los profesionales como entre la poblaci¨®n.
Tras casi treinta a?os de ejercer c¨®mo m¨¦dico, m¨¢s de veinte especializado en geriatr¨ªa y una d¨¦cada dedicado exclusivamente a los cuidados paliativos, considero que la atenci¨®n al final de la vida es una competencia que ata?e a todos los profesionales de la salud y que deber¨ªa ser una asignatura de la licenciatura de Medicina. En la actualidad s¨®lo se imparte en nueve de las 28 facultades espa?olas, es optativa en ocho y s¨®lo en una facultad de medicina se considera asignatura obligatoria. Lo mismo ocurre con la formaci¨®n de los m¨¦dicos residentes, en la cual algunas especialidades incluyen la rotaci¨®n por paliativos como optativa. Creo que para las especialidades de medicina interna, medicina de familia, geriatr¨ªa y oncolog¨ªa dicha rotaci¨®n deber¨ªa ser obligatoria, y optativa para otras especialidades m¨¦dico-quir¨²rgicas, aumentando as¨ª el n¨²mero de profesionales capacitados para atender mejor a los pacientes en su proceso de final de vida.
El caso Legan¨¦s deber¨ªa servir para reivindicar el papel de los cuidados paliativos, que, al contrario de lo que se piensa, no son unidades donde ir a morir, sino donde se atiende a los enfermos para los que no hay curaci¨®n, pero por los que todav¨ªa se puede hacer mucho, para mejorar su calidad de vida. Las unidades de cuidados paliativos, atendidas por equipos interdisciplinares de enfermeras, m¨¦dicos, psic¨®logos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, agente pastoral de salud y otras disciplinas param¨¦dicas, as¨ª como con la colaboraci¨®n de voluntarios, contribuyen a una atenci¨®n personalizada del enfermo para que el final de su vida sea el mejor posible, tanto para ¨¦l como para sus familias.
Germ¨¤ Morlans es jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital General de Granollers.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.