Un sistema con mucho estr¨¦s
Cuando la Reserva Federal decidi¨® hace unas semanas reducir los tipos de inter¨¦s 75 puntos b¨¢sicos de manera extraordinaria, una semana antes de su reuni¨®n de enero en la que baj¨® los tipos otros 50 puntos m¨¢s, mucha gente se preguntaba por qu¨¦ tanta agresividad. A no ser que la Fed supiera algo que no sab¨ªan los mercados, la reacci¨®n parec¨ªa un ataque de p¨¢nico ante la debilidad de los mercados burs¨¢tiles, p¨¢nico que nunca deber¨ªa afectar a un banco central. Hubo quien se pregunt¨® si la Fed no se estar¨ªa arrepintiendo de su acci¨®n, una vez que se supo que la liquidaci¨®n de parte de la cartera burs¨¢til de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, a ra¨ªz del descubrimiento del fraude, podr¨ªa haber sido parte fundamental del descalabro burs¨¢til. Los datos de esta semana nos han indicado que la Fed, de hecho, sab¨ªa algo que no sab¨ªan -pero intu¨ªan- todav¨ªa los mercados, y que las bajadas de tipos eran absolutamente necesarias.
La encuesta de condiciones crediticias, que los miembros del FOMC ten¨ªan disponible a mitad de enero pero que s¨®lo se public¨® ayer, indica un endurecimiento de las condiciones de los pr¨¦stamos de una rapidez y virulencia impactantes. La restricci¨®n crediticia est¨¢ a niveles similares, en algunos aspectos, a la crisis bancaria americana de los a?os 1990, y se extiende a todos los sectores. El sector hipotecario, tanto de vivienda como comercial, es donde la restricci¨®n es m¨¢s acusada -un 80% de los bancos han endurecido las condiciones de los pr¨¦stamos para el sector inmobiliario comercial- pero los pr¨¦stamos al consumo est¨¢n tambi¨¦n empezando a sufrir el impacto. En una econom¨ªa caracterizada por la posesi¨®n de m¨²ltiples tarjetas de cr¨¦dito y el marketing agresivo de las mismas -mi hijo de nueve a?os recibe en el correo una media de dos ofertas al mes, con l¨ªmites crediticios de hasta 100,000 d¨®lares- los bancos est¨¢n empezando a cerrar el grifo. Los l¨ªmites crediticios se est¨¢n reduciendo, las anulaciones de l¨ªneas de cr¨¦dito van en aumento y el volumen de ofertas de tarjetas ha disminuido dr¨¢sticamente. Por primera vez en muchos a?os, el consumidor americano va a tener que empezar a apretarse el cintur¨®n y comenzar a ahorrar. El ajuste global sigue en marcha.
El segundo dato importante de esta semana ha sido la encuesta de confianza del sector servicios, que ha ca¨ªdo a niveles similares a los de la recesi¨®n de 2001, y esta muy pr¨®xima al m¨ªnimo alcanzado tras los atentados del 11 de septiembre. La combinaci¨®n de estos dos datos, el endurecimiento de las condiciones crediticias y la ca¨ªda de la confianza, sugiere un ambiente empresarial muy fr¨¢gil donde las decisiones de inversi¨®n y empleo se van a ponderar con mucho cuidado. Puesto en este contexto, el dato negativo de empleo de enero es preocupante, ya que indicar¨ªa que el pesimismo empresarial se est¨¢ empezando a traducir en acciones concretas. ?Recuerdan el fen¨®meno del acelerador que discut¨ªamos en esta columna hace unas semanas? Parece que se est¨¢ poniendo, poco a poco, en marcha.
La situaci¨®n en Europa est¨¢ avanzando por derroteros similares, con la ¨²nica ventaja de que Europa no sufre, todav¨ªa, un desplome del mercado inmobiliario. La encuesta de condiciones crediticias apunta tambi¨¦n a un fuerte endurecimiento de las condiciones de los pr¨¦stamos, y el indicador de confianza del sector servicios tambi¨¦n se est¨¢ deteriorando r¨¢pidamente. El sector manufacturero se mantiene, sobre todo debido al tir¨®n de las exportaciones de los pa¨ªses emergentes, pero la demanda dom¨¦stica, mucho m¨¢s concentrada en los servicios, se est¨¢ debilitando.
Quiz¨¢s la expresi¨®n m¨¢s clara de la gravedad de la situaci¨®n fue la reciente declaraci¨®n del nuevo director general del FMI, Dominique Strauss Kahn, fomentando el uso de la pol¨ªtica fiscal para estimular la econom¨ªa. Proviniendo de una instituci¨®n como el FMI, donde la defensa de la disciplina fiscal es un dogma de fe, estas declaraciones son un hito hist¨®rico que revela el sombr¨ªo panorama econ¨®mico.
El estr¨¦s econ¨®mico y financiero se mantiene elevado. Las aseguradoras monoline estadounidenses todav¨ªa no tienen un plan de rescate. El coste de los contratos de seguro contra las suspensiones de pagos soberanas (CDS) de varios pa¨ªses europeos, incluyendo el de Espa?a, ha aumentado significativamente en las ¨²ltimas semanas, ya que los bancos europeos van muy rezagados a la hora de reconocer p¨¦rdidas, y la fragmentada estructura supervisora europea no inspira confianza. Esto va para largo.
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