"El arte es la sustancia de Dios"
Manolo Sanl¨²car une autobiograf¨ªa y reflexi¨®n en el libro 'El alma compartida'
"Cuando me pongo a buscar al Dios que mat¨® a mi hijo, termino encontrando al Dios que llora conmigo". Las palabras de Manolo Sanl¨²car salen de un cuerpo adelgazado por el dolor, sumergido en la esencialidad del universo que da forma a su persona. Manolo Sanl¨²car vio morir a su hijo y eso cambi¨® su vida. De ah¨ª surgi¨® su libro de memorias El alma compartida, que ha publicado la editorial Almuzara.
El libro detalla la infancia, los v¨ªnculos familiares, el aprendizaje de la guitarra, su relaci¨®n con otros artistas flamencos... Pero que nadie busque un mero recuento de an¨¦cdotas. El libro del concertista y compositor de Sanl¨²car de Barrameda anima a reflexionar sobre el sentido de las cosas. El propio guitarrista gaditano defiende que "m¨¢s que un libro de recuerdos es un ensayo". "Uso los recuerdos para hacer una reflexi¨®n desde mi particularidad. Cada tema que trato conlleva la reflexi¨®n o, al final, hago como en las f¨¢bulas. El libro est¨¢ sorprendiendo porque la gente piensa que voy a contar cosas y, sin embargo, cuento una mil¨¦sima parte de las cosas interesantes que me han pasado en la vida. Eleg¨ª aquello desde donde puedo reflexionar. Pienso en voz alta y lo escribo", explica el autor, que, nacido en 1943, comenz¨® su andadura con la guitarra flamenca a los siete a?os. Su padre le introdujo en ese mundo.
"Mi hijo muri¨® a los 31 a?os (...) Cuando se fue, todo perdi¨® su sentido"
Manolo Sanl¨²car era ya guitarrista acompa?ante a los 14 a?os. Su madrina art¨ªstica fue Pastora Pav¨®n, Ni?a de los Peines. Las ense?anzas ¨¦ticas de su padre le acompa?an desde la ni?ez en una trayectoria profesional que le ha llevado a los teatros m¨¢s c¨¦lebres del mundo y a la cima donde brillan los grandes de la guitarra flamenca.
La muerte de su hijo en 2004 le empuj¨® a escribir El alma compartida. "Lo escrib¨ª por una necesidad de que apareciera en mi vida algo rotundo que abriera por completo otra mirada que no fuera la que cotidianamente ven¨ªa ejerciendo durante tantos a?os", comenta el guitarrista. Ante una encrucijada tan abrupta Manolo Sanl¨²car se vio obligado a mirar hacia atr¨¢s para conocerse mejor.
"Recuper¨¦ algo que dej¨¦ hace muchos a?os, siendo casi ni?o, cuando estudiaba pintura, escrib¨ªa y tocaba la guitarra. Llegado un momento, me di cuenta de que cada una de estas facetas del arte te absorbe absolutamente. Cuando se produce ese aterrador momento de mi vida, en el que desaparece la persona a la cual ten¨ªa entregado todo mi ser, yo entiendo que al siguiente d¨ªa no puedo hacer lo mismo que ven¨ªa haciendo rutinariamente: coger la guitarra y ponerme a estudiar lo que no sent¨ªa", relata el artista.
"Me puse a escribir sin tener conciencia de que tuviera un libro. Se lo coment¨¦ a mi psiquiatra y me aconsej¨® que me metiera de lleno en la escritura, ya que sacando lo que ten¨ªa dentro podr¨ªa reconocerme y verme mejor", evoca. "Mi hijo muri¨® a la edad de 31 a?os. Mi hijo me provocaba esa actitud en la vida de lucha y entrega permanentes que hac¨ªa que todo lo volcara en ¨¦l. Cuando se fue, todo perdi¨® su sentido. Es como cuando se quita la naranja precisa que est¨¢ en la base de la pir¨¢mide", agrega Manolo Sanl¨²car.
En ese recorrido hacia su centro m¨¢s ¨ªntimo, el guitarrista no estaba solo. "Miro hacia dentro y me encuentro a mi padre, que es el que realmente me modela y en el que me he reflejado para asumir unos valores en los que est¨¢n basados toda mi sustancia", dice. ?Cu¨¢les eran los valores de su padre? "Tener una conciencia de entrega a su cultura, de que esa cultura es inmensa, con valores excepcionales, y que hay que dedicar la vida a ello y anteponer todo eso a los intereses personales. Cuando analizo esto, me doy cuenta de que en dos cuerpos aparentes s¨®lo hay un alma, que es la que compartimos los dos", recalca.
"Cuando empec¨¦ a escribir el libro, mi padre estaba vivo. Falleci¨® cuando llevaba escrita la mitad del libro. Mi padre es para m¨ª un referente extraordinario porque me dice c¨®mo debo estudiar, qu¨¦ responsabilidad debo tener, que si yo no trabajo otro tendr¨¢ que trabajar para mantenerme. Mi padre me dice que el arte es la sustancia de Dios; me dice qui¨¦n es mi gente; me dice c¨®mo debemos respetar a otras culturas. Eso confirma en m¨ª una identidad que hace que me sienta su prolongaci¨®n", se?ala.Manolo Sanl¨²car cree, como su padre, que "el arte es la sustancia de Dios". Y a?ade: "La grandiosidad del arte s¨®lo puede proceder de Dios. Quiz¨¢s ¨¦sa sea su condici¨®n, su naturaleza".
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