Los inspectores desmontan la acusaci¨®n de G¨¹emes sobre Legan¨¦s

La ¨²ltima acusaci¨®n de la Consejer¨ªa de Sanidad en el caso Lamela contra el ex coordinador de Urgencias del Severo Ochoa Luis Montes tambi¨¦n ha quedado en nada. El consejero, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, asegur¨® el pasado lunes que Montes hab¨ªa puesto obst¨¢culos a la investigaci¨®n que el cuerpo de inspectores, por mandato del entonces consejero, Manuel Lamela, emprendi¨® en el hospital Severo Ochoa en marzo de 2005 tras la denuncia an¨®nima que acusaba a Montes de haber cometido 400 homicidios con sedantes.

La Asociaci¨®n de Inspecci¨®n de Servicios Sanitarios de Madrid, que agrupa a m¨¢s del 60% de estos profesionales en la regi¨®n, desmiente al consejero: "No hubo ning¨²n tipo de obst¨¢culo por parte de Montes ni de los m¨¦dicos de Legan¨¦s", se?ala su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Mor¨¢n.

El argumento del obst¨¢culo es el ¨²ltimo que ha utilizado Sanidad para justificar el relevo de Montes y su no reposici¨®n en el cargo. La consejer¨ªa ha ido cambiando de versi¨®n a medida que el caso Lamela se desarrollaba en los ¨²ltimos tres a?os. Primero fueron "causas administrativas", despu¨¦s "p¨¦rdida de confianza" y finalmente, el pasado 4 de febrero, G¨¹emes apunt¨® la ¨²ltima: asegur¨® que el m¨¦dico obstruy¨® desde su cargo en la investigaci¨®n de los inspectores de Sanidad que Lamela encarg¨® en marzo de 2005, cuando recibi¨® la denuncia an¨®nima de las sedaciones. "?sa fue la raz¨®n de la p¨¦rdida de confianza", afirm¨® G¨¹emes, que asegur¨® que Montes no facilit¨® las historias cl¨ªnicas de los pacientes.

"Si eso hubiera sido as¨ª, yo me habr¨ªa enterado. Y no he o¨ªdo nada de eso, sino m¨¢s bien todo lo contrario, que hubo colaboraci¨®n", explica Mor¨¢n, que se muestra "muy sorprendido" por las afirmaciones de G¨¹emes.

Dos a?os antes del estallido del caso Lamela, en 2003, los inspectores de Sanidad ya investigaron durante dos meses las Urgencias del Severo Ochoa y, tras hablar con m¨¦dicos, pacientes, familiares y enfermeras, concluyeron que no hab¨ªa mala pr¨¢ctica m¨¦dica en las sedaciones a pacientes terminales ag¨®nicos en Urgencias.

En 2005, la investigaci¨®n del cuerpo de inspectores encontr¨® 25 "incidencias" entre las historias cl¨ªnicas estudiadas. Estas incidencias eran sedaciones que hab¨ªan despertado discrepancias entre m¨¦dicos de Legan¨¦s en una comisi¨®n interna. Estas discrepancias -entre las que hab¨ªa diferencias sobre los f¨¢rmacos y las dosis a utilizar o la sedaci¨®n de pacientes en coma- surg¨ªan del conflicto latente que exist¨ªa en el hospital entre los m¨¦dicos partidarios de limitar el uso de la sedaci¨®n terminal y aquellos favorables a esta medida para paliar el sufrimiento.

La inspecci¨®n, sin embargo, concluy¨® en abril de 2005 que no era posible afirmar que existiera mala pr¨¢ctica m¨¦dica en el Severo Ochoa. En su informe, tampoco cita ninguna obstrucci¨®n por parte de los m¨¦dicos.

Luis Montes, por su parte, asegura que "en ning¨²n caso" ocult¨® datos a los inspectores. Tras el informe de sus funcionarios, Lamela orden¨® llevarse del hospital cientos de historias cl¨ªnicas y nombr¨® a dedo a un comit¨¦ de expertos que hall¨® irregularidades en 73 casos. Las sucesivas investigaciones posteriores han desmentido a los expertos de la comisi¨®n Lamela hasta que los jueces cerraron el caso hace dos semanas y ordenaron retirar la expresi¨®n "mala pr¨¢ctica" de todo el expediente.El presidente de los inspectores acusa a Sanidad de manipular la contabilidad de la mortalidad en el hospital para achacar m¨¢s muertes a Montes. "Los datos de Sanidad no resisten el m¨¢s m¨ªnimo an¨¢lisis", a?ade.

El que era presidente de la asociaci¨®n cuando surgi¨® el caso, Santiago Porras, coincide con su sucesor: "Nunca hubo ninguna obstrucci¨®n a la inspecci¨®n". Porras critica que la consejer¨ªa acuse a Montes de no tener el consentimiento de los familiares antes de la sedaci¨®n: "Hay servicios en los que el consentimiento falta en el 50% de los casos y por eso no se ha expedientado a ning¨²n jefe".

La ausencia de consentimiento fue esgrimida por el ex consejero de Sanidad, Manuel Lamela, como imprescindible, aunque ya ha deca¨ªdo como argumento. La Audiencia Provincial ha fallado que en la mayor¨ªa de los casos existe ese consentimiento en el formulario que Montes cre¨® para la sedaci¨®n, en la historia cl¨ªnica o en las hojas de enfermer¨ªa. Adem¨¢s, la Audiencia corrige a Lamela y niega que sea un requisito imprescindible: "Es discutido si en los momentos cr¨ªticos es necesario recabar el consentimiento".

Innecesario

El catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad Complutense de Madrid Enrique Gimbernat niega que el consentimiento informado sea imprescindible y que si alguien no quiere ser sedado deba dejarlo por escrito. El catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona Joan J. Queralt afirma que no es necesario, ya que la sedaci¨®n no es un tratamiento invasivo y es la terapia adecuada en pacientes ag¨®nicos.

La Inspecci¨®n M¨¦dica realiza anualmente una evaluaci¨®n del cumplimiento del consentimiento informado. "Es de suponer que el consejero tiene acceso a estos resultados. He participado hasta hace poco en esas evaluaciones y no era raro encontrar servicios con un porcentaje de cumplimentaci¨®n del 50%", afirma Porras. "Me consta que la situaci¨®n ha mejorado notablemente pero nunca se calific¨® la falta del consentimiento como una infracci¨®n, nunca se abri¨® un expediente disciplinario o se destituy¨® a un jefe de servicio por este motivo", concluye Porras.