Su contrase?a, por favor
El registro de ordenadores se extiende en las fronteras de EE UU - Documentos e historiales son inspeccionados - Varias asociaciones piden explicaciones al Gobierno
Pasar por los procedimientos de inmigraci¨®n en un aeropuerto de EE UU es, de por s¨ª, bastante complicado. Primero, hay que quitarse los zapatos, el cintur¨®n y el abrigo. Luego, dejar las bolsas en la cinta. Y, por ¨²ltimo, colocar el ordenador en una bandeja separada. Acostumbrado a volar, Harshal, ciudadano indio de 30 a?os, no se extra?¨® cuando un agente le pidi¨® que se apartara a un lado, despu¨¦s de 20 horas de viaje desde Bombay, en el aeropuerto Dulles de Washington. Lo que no esperaba es que fueran a revisar la informaci¨®n personal en su port¨¢til.
Harshal es indio y ha elegido un nombre ficticio porque su estancia en el pa¨ªs depende de un visado que debe renovar cada dos a?os. "Los procedimientos son duros y no s¨¦ que tipo de informaci¨®n consideran a la hora de otorgar visados", dice. Aquel d¨ªa de octubre de 2006, el agente le pidi¨® que encendiera su ordenador y escribiera su contrase?a. "Yo estaba a dos metros", cuenta. "Revis¨® mis ficheros durante media hora, sin mirarme. Yo sab¨ªa que no hab¨ªa nada que comprometiera mi seguridad, s¨®lo cosas personales".
Cada vez m¨¢s firmas obligan a sus ejecutivos a borrar los discos duros
Despu¨¦s de dos horas de interrogatorio, Harshal entr¨® en EE UU. El agente le hizo un comentario: "Tienes algunas fotos comprometidas, pero como tienes m¨¢s de 18 a?os, no hay problema". "Igual hab¨ªa algunas fotos m¨ªas en la playa, o con algunos amigos en alguna fiesta, bebiendo", dice Harshal. "Pero entonces me di cuenta de que ese agente hab¨ªa rebuscado hasta en las im¨¢genes m¨¢s escondidas, en todas las carpetas, en los historiales y en las web".
A Nabila Mango, fisioterapeuta estadounidense de 40 a?os, la retuvieron el pasado diciembre en el aeropuerto de San Francisco. Ven¨ªa de Jordania. Un agente le quit¨® el tel¨¦fono. Mientras, su hija trataba de llamarla desde la sala de espera. Fue una hora y media de llamadas y preocupaci¨®n de la que no qued¨® ni rastro. El agente borr¨® la lista de llamadas y le devolvi¨® el tel¨¦fono como si no hubiera pasado nada. "Despu¨¦s de 40 a?os en este pa¨ªs, nunca me he sentido tan vulnerable como en este interrogatorio", asegura Mango.
Casos como los de Harshal y Mango son cada vez m¨¢s comunes en los aeropuertos de EE UU. El jueves, la Fundaci¨®n Frontera Electr¨®nica (EFF, por sus siglas en ingl¨¦s) y el grupo de derechos civiles Asian Law Caucus, presentaron en San Francisco una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional para que revele cu¨¢les son los procedimientos y qu¨¦ informaci¨®n se recopila en estos interrogatorios. En la demanda se a?ade que muchos pasajeros "sufren este nivel de escrutinio por su raza, etnia o perfil religioso". El Departamento de Protecci¨®n de Fronteras y Aduanas asegura que no hay ning¨²n tipo de discriminaci¨®n racial. Sus portavoces aseguran que, despu¨¦s de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, es necesario inspeccionar algunos ordenadores en el caso de que exista alguna sospecha de que puedan estar relacionados con redes terroristas, de narcotr¨¢fico o pornograf¨ªa infantil.
"Los ciudadanos tienen el derecho de saber cu¨¢les son las normas que impone el Gobierno para los registros en la frontera", responde la abogada de EFF Marcia Hofman. "Los port¨¢tiles, los tel¨¦fonos y otros dispositivos electr¨®nicos tienen una gran cantidad de informaci¨®n personal. ?Leen los agentes tus e-mails? ?Copian archivos? ?Los guardan? ?Por cu¨¢nto tiempo?".
Mientras estas preguntas sigan en el aire, muchas empresas han decidido curarse en salud y borrar los discos duros de los port¨¢tiles de sus ejecutivos. Temerosos de que se pueda filtrar informaci¨®n confidencial,algunos bufetes de abogados y empresas de inversi¨®n exigen a sus empleados que accedan a la informaci¨®n corporativa a trav¨¦s de Internet y no guarden nada. Llevar un ordenador en blanco puede ser, al final, la ¨²nica forma de evitar que informaci¨®n delicada quede permanentemente expuesta.
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