Los presos por homicidio son 680, el 84% m¨¢s que hace cinco a?os
Los delitos violentos han aumentado mucho m¨¢s que la poblaci¨®n reclusa
Los presos acusados o condenados por homicidio se han disparado en Catalu?a. Al acabar el a?o 2002 eran 369 y ahora suman 680. Significan el 7,50% de la poblaci¨®n penitenciaria, que en los ¨²ltimos a?os ha aumentado como nunca.
Este incremento, del 84%, de reclusos por homicidio es una tendencia que se extiende a otros delitos violentos, como los cometidos contra la libertad sexual, por los que hay 549 presos, cuando a finales de 2002 eran 318. Y a los delitos de lesiones, por los que cumplen prisi¨®n 386 internos, y hace cinco a?os eran 167, seg¨²n la estad¨ªstica que elabora el Departamento de Justicia de la Generalitat.
"La violencia flota en el ambiente de la sociedad y el crimen se asimila como una cosa natural", explica el forense Miquel Or¨®s. "Diariamente recibimos una gran dosis de violencia. Todo se soluciona a gritos y por eso no es de extra?ar ese aumento". Es una idea que ratifica tambi¨¦n Gerard Thomas, magistrado de la Audiencia de Barcelona con m¨¢s de 20 a?os en la jurisdicci¨®n penal. "Cada vez juzgamos m¨¢s asuntos en los que los que aparece el uso de la violencia", explica "Es dific¨ªl analizar por qu¨¦ sucede esto. Lo f¨¢cil es atribuirlo a la inmigraci¨®n, pero no tiene nada que ver".
La referencia del juez a esa inexistente relaci¨®n entre delitos violentos e inmigraci¨®n no es balad¨ª. En el a?o 2000 los presos extranjeros eran el 22,2% de la poblaci¨®n penitenciaria y ahora son el 40%. En cifras absolutas, 3.778 presos de 9.448. Actualmente, 54 de cada 100 personas que ingresan en prisi¨®n son extranjeras, por lo que en 2011 ser¨¢n la mitad de los presos, vaticiana Albert Batlle, secretario general de Servicios Penitenciarios. Pero la mayor¨ªa son presos preventivos y acusados de delitos contra la propiedad, no de delitos muy graves.
"La violencia responde al descontento social de no triunfar, pero como hay mucho fracaso, aumentan las reacciones radicales. El preso que est¨¢ dentro por robar una cartera no tiene ning¨²n reconocimiento, pero el que le ha pegado un tiro a alguien es un h¨¦roe y a ¨¦se se le valora", explica Mateu Segu¨ª, abogado de oficio que ha defendido a clientes de todo tipo desde hace mucho tiempo."El chorizo y delincuente habitaul contra la propiedad" que cantaba Sabina sigue siendo el m¨¢s frecuente en las c¨¢rceles de Catalu?a, aunque ha disminuido. En el a?o 2002 eran 3.124 y supon¨ªan el 52% de la poblaci¨®n penitenciaria. Ahora son 3.639 y representan el 40% por "delitos contra el patrimonio y el orden socioecon¨®mico", la denominaci¨®n oficial. En cambio, los presos por tr¨¢fico de drogas se mantienen inalterables. Hace cinco a?os eran el 26,4% y ahora siguen siendo el 27,1%.
M¨¢s all¨¢ de los porcentajes, la realidad es que las c¨¢rceles catalanas siguen atiborradas, aunque la inauguraci¨®n de Brians 2, el pasado mes de junio ha supuesto un respiro. Ya tiene m¨¢s de mil presos y antes del verano se habr¨¢ acabado de llenar y tendr¨¢ m¨¢s de 1.500.
La Modelo sigue siendo el centro m¨¢s masificado, con 1.898 reclusos y celdas de hasta seis personas, una realidad muy lejana del objetivo de un preso por celda que marca la Ley Org¨¢nica General Penitenciaria de 1979. Cuando finalice el plan de prisiones de la Generalitat, dentro de tres a?os, habr¨¢ una proporci¨®n de un preso y medio por celda. El a?o pasado cada recluso tuvo un coste medio diario de 66,08 euros, 20 euros m¨¢s que en el a?o 2000.
"El conflicto social no se resuelve con m¨¢s ingresos en prisi¨®n. Pero si la tendencia es el endurecimiento del C¨®digo Penal, lo que no debe olvidarse es que hacen falta m¨¢s jueces y m¨¢s medios", recuerda el secretario de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Albert Batlle.
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