Investigado por ofrecer licencias el hijo de un imputado por el 'caso Guateque'
La discoteca que regenta hab¨ªa sido denunciada sin ¨¦xito al Ayuntamiento
La investigaci¨®n que dirige el juez Santiago Torres acumula nuevos indicios culpabilizadores sobre la actuaci¨®n de Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez de Castro, jefe del departamento de Evaluaci¨®n Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, en la trama municipal de emisi¨®n irregular de licencias a cambio de sobornos destapada en la Operaci¨®n Guateque.
Los socios del local alardeaban de que un familiar paraba los expedientes
En el sumario -del que el juez ya ha levantado el secreto- obra un informe de la Guardia Civil que muestra la participaci¨®n de un hijo de Fern¨¢ndez de Castro, Acisclo Fern¨¢ndez Rodr¨ªguez, en el ofrecimiento de licencias para abrir ilegalmente discotecas "que le facilitar¨ªa su padre". Seg¨²n dicho informe, Acisclo Fern¨¢ndez regenta una discoteca after hours (que cierra a altas horas) denominada Dink, que se encuentra en la calle de Amaniel. A tenor de los datos de la Guardia Civil, este local "no cumple con las ordenanzas municipales" y, pese a que ha sido denunciado en numerosas ocasiones, "sigue tal cual".
Por todo ello, el equipo investigador ha solicitado del Ayuntamiento de Madrid la entrega del supuestamente congelado expediente 101/2005/ 11196, que presuntamente exig¨ªa el precinto del local, para contrastar la situaci¨®n en que se encuentra la discoteca Dink "por si fuera cierto que sobre la misma pesa orden de clausura y sigue abierta sin que los servicios municipales de inspecci¨®n se hayan apercibido". Curiosamente, seg¨²n pone de relieve la Guardia Civil, "en una de las cajas encontradas en el registro del domicilio social de Agustino Proyectos e Instalaciones, propiedad de los imputados Juli¨¢n Rub¨¦n L¨®pez Mart¨ªnez y Eduardo Agustino Carrasco, se han encontrado unos proyectos y otros documentos relacionados con la discoteca Dink".
En dicha sociedad se hallaron abundantes pruebas de sobornos a funcionarios municipales anotados por los intermediarios pagadores. Resulta llamativo tambi¨¦n el perfil que brinda la Guardia Civil de uno de los socios de dicha discoteca: "Otro de los socios de la mercantil Actividades 2003, que es la compa?¨ªa que explota la citada discoteca, Manuel Carlos Mart¨ª Cazorla, tiene antecedentes policiales por amenazar a los hijos de un individuo que le deb¨ªa dinero. Seg¨²n la denuncia, llevaba una pistola encima. Es conocido en la noche madrile?a como El Indio".
Lo llamativo del caso es que el denunciante, Rafael L¨®pez V¨¦lez, entre otros, antes de acudir a la Guardia Civil en diciembre de 2007, previamente hab¨ªa denunciado los mismos hechos en una carta dirigida al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, d¨ªas antes de que estallara la Operaci¨®n Guateque.
La misiva tiene sello de entrada en la oficina de registro del distrito centro de Madrid el 8 de noviembre de 2007. El escrito relataba que Dink estaba ejerciendo una actividad como discoteca after hours distinta de la autorizada, un discobar. Describ¨ªa que la m¨²sica superaba con mucho los niveles ac¨²sticos permitidos por la normativa. Los vecinos no s¨®lo no pod¨ªan dormir por el sonido, sino que la m¨²sica provocaba que en las viviendas vibrasen los cristales, se cayesen objetos y bailasen los muebles. Y apuntaba otro problema a¨²n m¨¢s serio: dicho local pose¨ªa una torre de refrigeraci¨®n que incumpl¨ªa la normativa sanitaria, lo que generaba riesgos, seg¨²n los vecinos, de infecciones por legionella. Las reiteradas denuncias de los vecinos hab¨ªan ca¨ªdo en saco roto. Ni siquiera hab¨ªan logrado que el Ayuntamiento de Madrid les diera copia de las actas de infracci¨®n levantadas por agentes de la autoridad sobre dicho local.
La denuncia remitida al alcalde de Madrid relataba lo siguiente: "He requerido en m¨²ltiples ocasiones a los socios de dicha sociedad a fin de que cumplieran el horario legalmente establecido y que dicha actividad respete la legalidad ac¨²stica y medioambiental establecida, habiendo hecho caso omiso a los requerimientos efectuados".
Pero el hecho m¨¢s grave plasmado en el escrito remitido a Ruiz-Gallard¨®n era lo siguiente: "Ante la advertencia realizada de la posibilidad de inicio de tramitaci¨®n de expedientes disciplinarios y sancionadores sobre la actividad ejercida en dicho local, se nos ha manifestado por uno de los socios que no les preocupa lo m¨¢s m¨ªnimo, ya que los expedientes tramitados contra la sociedad Actividades 2003 est¨¢n paralizados porque presuntamente ellos tienen contactos en el Ayuntamiento, justificando dicha paralizaci¨®n en que uno de los socios es familiar directo de un cargo del Ayuntamiento. Lo queremos poner de manifiesto por si se considerara necesaria la investigaci¨®n de este hecho". No hubo respuesta del Ayuntamiento a esta carta.
L¨®pez V¨¦lez, en su denuncia ante la Guardia Civil, a¨²n fue m¨¢s expl¨ªcito: "En la Junta Municipal de Centro, departamento jur¨ªdico de disciplina urban¨ªstica, han manifestado que contra dicho establecimiento hay ordenes de precinto y, sin embargo, sigue funcionando con normalidad". Y a?ad¨ªa que uno de los tres socios del local le dijo a un amigo suyo con problemas de licencia que por "cierta cantidad de dinero, que no recuerda cu¨¢l, pero s¨ª que era bastante elevada, le pod¨ªan resolver el tema de la licencia y olvidarse de todo por mucho tiempo". En su denuncia ante los agentes precis¨® que uno de los socios era el hijo del imputado Fern¨¢ndez de Castro.
"Andan con ojo"
El testigo protegido que dio pie al caso Guateque hizo algo m¨¢s que denunciar los hechos el 9 de marzo de 2007. Entreg¨® una grabaci¨®n de su conversaci¨®n con uno de los intermediarios en esta operaci¨®n, Antonio Sanz Escribano.
En dicha charla, le propon¨ªa entregar una cantidad de entre 12.000 y 15.000 euros a Victoriano Ceballos -uno de los principales funcionarios imputados en esta causa- para agilizar sus licencias de locales de ocio. Sanz se jactaba de ello: "A m¨ª jam¨¢s me han informado negativamente ninguna actuaci¨®n medioambiental".
Sin embargo, andaban con cuidado, seg¨²n esta conversaci¨®n:
-Lo de este hombre, ?te lo tendr¨ªa que dar a ti, a ¨¦l?
-A m¨ª. Me lo tendr¨ªas que dar a m¨ª. Porque ¨¦l no coge dinero.
-Como al principio dec¨ªas de ir all¨ª a hablar directamente con ¨¦l.
-Antes s¨ª, antes s¨ª lo hac¨ªan, pero es que hace un a?o o seis meses han cogido a uno y estaba en connivencia con la polic¨ªa y le han cogido.
-Ah, y le han cogido.
-Le han cogido y desde entonces ahora ¨¦stos andan con un ojo tremendo.
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