Zaragoza 2008
Se aproxima un importante compromiso de los que ayudan a conformar o deformar, que no ser¨¢ el caso, la imagen exterior de un pa¨ªs. Zaragoza 2008 est¨¢ a las puertas, y todos los que arrimamos el hombro para que Espa?a obtuviera la sede de esta exposici¨®n internacional recordamos con nostalgia aquel 15 de diciembre de 2004 en Par¨ªs, en que celebramos navegando por el Sena la elecci¨®n de Zaragoza. Ahora miramos con ilusi¨®n hacia el 14 de junio, fecha de la apertura de la Expo.
La de 2004 fue una batalla dura e incierta, pero Zaragoza gan¨® porque todos cerramos filas en torno a un proyecto compartido y en torno a un tema, el del agua, que no levantaba precisamente consenso. Doble chapeau, pues, a los ma?os que no s¨®lo cerraron filas, sino que transmitieron n¨ªtidamente un mensaje de un¨¢nime apoyo a su proyecto. Los dem¨¢s apoyamos al equipo de Zaragoza a conseguir los votos necesarios frente a las otras dos candidaturas, las de Italia y Grecia.
La Expo va a ser el escaparate mundial de Espa?a durante este pr¨®ximo verano
Del Rey para abajo todos estuvimos con Zaragoza y se buscaron los votos necesarios ante los m¨¢s variados gobiernos y en todos los foros en que nuestra acci¨®n en el exterior estuviere presente. Recuerdo con respeto y admiraci¨®n la eficaz y persuasiva labor que se llev¨® a cabo, y de la que fui testigo directo, en la lejana Hanoi, a la saz¨®n sede de la cumbre Asia-Europa que reun¨ªa a una nutrida presencia de altos responsables de ambos continentes. Zaragoza contrajo una deuda de gratitud con todas y todos los que apoyaron su candidatura.
Sobre ese fascinante y competitivo mundo de las expos, donde durante ocho a?os fui delegado de Espa?a, hoy tengo que aportar una reflexi¨®n agridulce. Zaragoza 2008 y Shanghai 2010 eran el cierre de un cap¨ªtulo brillante de alternancia de facto entre Europa y Asia en un te¨®rico reparto de expos que marcaron una ¨¦poca: Hannover 2000, Par¨ªs 2004 (fallida), Aichi 2005 (Jap¨®n), Zaragoza 2008 y Shanghai 2010. El cupo euroasi¨¢tico de una organizaci¨®n que se proclama internacional, como es el BIE (Oficina Internacional de Exposiciones) con 140 miembros, estaba suficientemente cubierto.
As¨ª que entre los delegados surgi¨® entonces una fuerte corriente, liderada por Espa?a y Francia, de que la organizaci¨®n ten¨ªa que abrirse a otros escenarios, romper esta endogamia euroasi¨¢tica. Hubo un cierto consenso en que las ediciones pr¨®ximas, a partir de 2012, tendr¨ªan que abrirse a contenidos y culturas distintas. Incluso se mencion¨® la conveniencia de una sensibilidad africana o isl¨¢mica y as¨ª lo declar¨® p¨²blicamente el nuevo presidente del BIE, precisamente de nacionalidad china.
En este nuevo esp¨ªritu, vimos una oportunidad ¨²nica para una ciudad que reun¨ªa esos nuevos requisitos, adem¨¢s de tener ya un perfil internacional: T¨¢nger, que yo conoc¨ªa bien tras cuatro a?os como c¨®nsul general -T¨¢nger, m¨ªtica y so?ada, cosmopolita y refinada; luego la realidad me descubri¨® otras facetas menos glamurosas-. Hab¨ªa materia prima y el Gobierno de Marruecos fue sensible a esta posibilidad y apost¨® por ella.
El pa¨ªs magreb¨ª aportaba un m¨¦rito especial: sus pabellones a lo largo de las expos ven¨ªan siendo un modelo de armon¨ªa entre tradici¨®n y modernidad creciente. El de Sevilla 92 es de todos conocido, pero luego en Hannover 2000 y sobre todo todo en Aichi 20005 -medalla de plata, el buen gusto, la calidez y el dise?o fueron sus notas-. Esto constitu¨ªa un plus adicional a la hora de valorar la candidatura marroqu¨ª.
Pero no pudo ser y el BIE en diciembre pasado volvi¨® a inclinarse por una sede asi¨¢tica: Yeosu (Corea), que albergar¨¢ la Expo 2012.
Es cierto, que T¨¢nger obtuvo un resultado muy digno, con el decidido apoyo de Espa?a y otros muchos, pero no fue suficiente ante el empuje y la experiencia de Corea, y el aliento de sus grandes corporaciones globales.
Por supuesto, el resultado de una voluntad internacional expresado en votaci¨®n es un dato definitivo. Pero creo honradamente que se ha perdido una magn¨ªfica ocasi¨®n de haber dado un giro al mundo de las expos. No s¨¦ si el BIE y sus responsables han sacado alguna conclusi¨®n de este resultado, pero ser¨ªa bueno que reflexionaran para dar cabida a otras sensibilidades.
En fin, T¨¢nger, tras una muy buena campa?a, volvi¨® a recobrar protagonismo internacional y muchos de los proyectos previstos para su Expo van a continuar adelante. Me alegro por las dos orillas.
Y volviendo a Zaragoza 2008, quiero desearle lo mejor. Hay un equipo competente y un consenso ciudadano a prueba y por encima de avatares pol¨ªticos. Zaragoza, Arag¨®n y Espa?a saben que la Expo va a ser nuestro escaparate mundial durante este pr¨®ximo verano. Adem¨¢s, el ¨¦xito del tema elegido, "el agua y el desarrollo sostenible", ser¨¢ la base para dar continuidad a la tem¨¢tica y contenidos de este asunto vital para la humanidad.
Zaragoza quedar¨¢ definitivamente ubicada en el mapa internacional. Muchos esperamos ver repetir el modelo de Sevilla 92: seriedad en los planteamientos y alegr¨ªa en el desarrollo (alguien lo defini¨® Expo de d¨ªa, Feria de noche). El apoyo de sus ciudadanos ser¨¢ vital y seguro que Zaragoza 2008 tambi¨¦n tendr¨¢ unos d¨ªas fruct¨ªferos y unas noches m¨¢gicas. Todos, en especial los que apostamos por Zaragoza, estamos persuadidos de que ser¨¢ una ocasi¨®n ¨²nica para fortalecer la imagen de una Espa?a que se hace un sitio cada vez m¨¢s respetado en el mundo.
Pablo Bravo es diplom¨¢tico y fue jefe de la delegaci¨®n espa?ola ante el BIE (1998-2006).
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