Relato de una guerra ganada a Napole¨®n

La evocaci¨®n de la Guerra de la Independencia arranca vigorosamente en Madrid, capital del levantamiento contra la ocupaci¨®n militar napole¨®nica, con la primera de las grandes exposiciones oficiales que van a conmemorar los hechos que la jalonaron, hace dos siglos. La muestra, abierta desde ma?ana hasta el 11 de mayo y de acceso gratuito, va a ser inaugurada hoy por los pr¨ªncipes del Asturias y se halla bajo la plaza del Descubrimiento, en el teatro Fern¨¢n-G¨®mez.

La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y el Ministerio de Defensa, con la anfitrion¨ªa del Ayuntamiento de Madrid y el patrocinio del BBVA, han encomendado a un equipo de expertos el trenzado de un relato esmaltado por 215 objetos de valor simb¨®lico y documental distribuidos en siete salas, que incluyen desde una dedicada a los ej¨¦rcitos regulares hasta otra consagrada al papel de la mujer en la guerra.

Agustina de Arag¨®n fue la primera mujer nombrada subteniente

Con ello se da noticia de aquel estremecimiento hist¨®rico, en clave b¨¦lica, que de 1808 a 1814 rubric¨® el tr¨¢nsito de la Espa?a del antiguo r¨¦gimen a la de la modernidad. As¨ª lo subraya Juan Francisco Fuentes, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad Complutense y comisario de esta muestra, dise?ada por Marcos Corrales. Su contenido incluye desde una colecci¨®n de casacas de ¨¦poca y una bru?ida pieza artillera francesa, hasta un botiqu¨ªn con 15 instrumentos quir¨²rgicos empleados por la abnegada madre Rafols para atender a los heridos del asedio de las tropas francesas en torno a Zaragoza, donde cobr¨® celebridad, por su bravura, Agustina de Arag¨®n. Su gesta le confiri¨® -excepci¨®n en la Europa de su tiempo- el nombramiento de subteniente de Artiller¨ªa cuyo pergamino, caligrafiado, la exposici¨®n exhibe. Lleva fecha de 30 de agosto de 1809 y su r¨²brica se sit¨²a en la ciudad portuaria de C¨¢diz. All¨ª, liberales y serviles -nombre dado a los fernandinos ac¨¦rrimos-, patriotas todos, consensuaron pese a verse cercados una avanzada Constituci¨®n. En ella irrumpir¨ªa con voz propia en la historia oficial el pueblo soberano, el mismo que de Gerona a Vitoria, de La Coru?a a Madrid, se ech¨® a la calle y adopt¨® asombrosas formas de lucha y auto-organizaci¨®n para detener a un emperador, primero aliado de Espa?a y luego, con felon¨ªa y malas artes cebadas por el marasmo din¨¢stico, pomposo ocupante militar de la Pen¨ªnsula. Uno de los documentos mostrados da noticia de los efectivos de Napole¨®n en 1808: tres lugartenientes, 16 mariscales, 157 generales de divisi¨®n, 287 generales de brigada y una n¨®mina de 1.508.527 soldados... Un tercio de ellos vino a Espa?a. Aquel formidable aparato militar no silenciar¨ªa la herida dignidad de miles de espa?oles, desde garrochistas andaluces a fundidores gallegos, tamborileros catalanes o pastores vascos que en la guerrilla o en campo abierto, como en Bail¨¦n o San Marcial, con la ayuda de brit¨¢nicos y portugueses, rebajaron las ¨ªnfulas del invasor y derrotaron a Ney, Murat, Soult, Hugo... algunos de los mejores mariscales del Corso.

Por cierto, uno de sus bicornios, con escarapela tricolor incluida, m¨¢s un juego de pistolas suyas ha sido prestado por el Museo franc¨¦s del Ej¨¦rcito. En un audiovisual interactivo, el estudioso Luis Arag¨®n Mart¨ªn ha reconstruido 23 importantes batallas libradas entonces. En otra sala se proyectan filmes argumentados en aquella contienda, convertida desde entonces -por conservadores y progresistas- en mito de una indomable naci¨®n espa?ola, como consuelo de un sentimiento patrio lacerado por la brutalidad de los desastres b¨¦licos. La cercana Biblioteca Nacional, desde el 28 de febrero, los har¨¢ aflorar en una exposici¨®n ideada por Valeriano Bozal, principal experto espa?ol en Francisco de Goya.

Espa?a, 1808-1814. La naci¨®n en armas. Martes a s¨¢bado, de 10.00 a 21.00. Domingos y festivos, de 10.00 a 19.00. Gratis. Teatro Fern¨¢n-G¨®mez (Centro Cultural de la Villa de Madrid). Plaza de Col¨®n.