"La libertad es el ox¨ªgeno del sindicato"
Tueros y Bengoa, ex secretarios de la central, recuerdan 30 a?os de lucha
Sentarse a la mesa con Tom¨¢s Tueros y Santiago Bengoa hace prever un sobremesa interminable. Los dos comparten la condic¨®n de ex secretarios generales de CC OO Euskadi y en el 30? aniversario de la legalizaci¨®n de su organizaci¨®n, ambos departen sobre su visi¨®n de la historia y a?oran a¨²n la falta de libertad en Euskadi por la persistencia del terrorismo.
Tomas Tueros. Los dos venimos del PCE, pero te conoc¨ª cuando eras un crio.
Santiago Bengoa. Mi primer contacto con CCOO fue en los primeros setenta, con 19 a?os.
TT. Lo m¨ªo viene de cuna. Mi padre era un hombre perseguido por sus ideas en el PCE de Euskadi en 1932. La mala suerte es que s¨®lo le pude conocer tres a?os. Mi compromiso con el partido es del a?o 1958. Coincide tambi¨¦n cuando se inicia el proceso o el germen de CCOO. El partido ya hab¨ªa dado la consigna de la reconciliaci¨®n nacional y trata de movilizar su sustento, la clase obrera. Con los convenios colectivos vimos la oportunidad de elegir representantes al margen de los sindicatos verticales. Se crean las comisiones y logramos que las decisiones finales se tomen en las asambleas. Nos esforzamos en buscar la pluralidad. Los luchadores contra el franquismo comprometidos en toda Euskadi no eramos m¨¢s de 2.000. Ahora todo el mundo se dice antifranquista.
Tueros: "Las tres cuartas partes de los antifranquistas eran inmigrantes"
Bengoa: "La unidad de acci¨®n estuvo presente y ELA se qued¨® al margen"
Tueros: "En el sindicato nunca admitimos la lucha armada"
Bengoa: "El nacionalismo ve en la derrota de ETA su propia derrota"
SB. Fue una franca minor¨ªa.
TT. Las tres cuartas partes proven¨ªan de la inmigraci¨®n. Lo mismo en el PCE que en CC OO. Extreme?os, andaluces, gallegos,...
SB. En la ¨¦poca en que yo me incorporo a la militancia sindical estamos ya en una fase distinta. Estamos hablando de los ¨²ltimos a?os del franquismo. Todos empezamos a ver que se empieza a superar. La presencia de CCOO en Vitoria era muy d¨¦bil.
TT. Se mont¨® cuando llegast¨¦is Mikel Camio y t¨².
SB. Nos ve¨ªamos en el caser¨ªo de Astola en Ochandiano e hicimos alguna reuni¨®n en los hayedos de Villarreal. No sab¨ªas ni c¨®mo hacer panfletos. En vez de cortarlos con una regla, los cortabamos con tijera. Hab¨ªa elecciones para los sindicatos verticales y conseguimos la presidencia del consejo de ?lava. La apuesta de Comisiones era la ocupaci¨®n del sindicato vertical. No s¨¦ si os acord¨¢is de El Jueves, que pintaba enanitos en la fachada de lo que es hoy el Ministerio de Sanidad , que era la sede central del sindicato vertical. Aquellos enanitos eramos nosotros, que est¨¢bamos buscando todos los resquicios de actuaci¨®n.
TT. Esas elecciones las gana CCOO. El primer salto fueron los convenios con participaci¨®n, donde salieron dirigentes. El segundo salto fueron las asambleas para aprovechar la legalidad del sindicato vertical. UGT y ELA se volcaron en contra nuestra. A Nicol¨¢s Redondo [ex secretario general de UGT], al que ahora me une una gran amistad, me dec¨ªa que no iban a las asambleas porque consideraban que era una forma de poner en las manos de la dictadura a los l¨ªderes obreros. En las asambleas hab¨ªa que hablar, y el que habablaba estaba marcado. Un argumento que me parece bastante d¨¦bil y pobre. Luego, el aprovechamiento de los recovecos fue fundamental. Franco muri¨® en la cama, pero nos hab¨ªamos comido uno de los sostenes del r¨¦gimen, el sindicato. Ganamos las elecciones y nos repartimos los despachos del sindicato en la Gran V¨ªa de Bilbao. Entonces debatimos si lo primero era la unidad de acci¨®n. Tuvimos claro que lo primero era la unidad de clase, pese a las diferencias que manten¨ªamos con la UGT. Hab¨ªa entonces quien prefer¨ªa ir con ELA.
SB. Hay un episodio anterior incluso. En los ¨²ltimos a?os del franquismo hubo un intento de reequilibrar el panorama sindical y dar m¨¢s peso a UGT y ELA.CC OO se vio obligado a hacer el congreso de Barcelona en 1976, donde nos constituimos como organizaci¨®n sindical y decidimos que la lucha por la libertad era una prioridad. La unidad de acci¨®n siempre estuvo presente y ELA se queda al margen.
TT. Era la corriente nacionalista y la de clase. Hasta que hicimos la asamblea de Barcelona estuvimos equivocados. Cre¨ªamos que barr¨ªamos en toda Espa?a con el apoyo del PCE. Llegamos a pensar que UGT no exist¨ªa, y hacerlo era tanto como dar por desaparecido al PSOE. La euforia llev¨® a eso.
SB. Era iluso pensar en un sindicato ¨²nico. ?Qui¨¦n pod¨ªa pensar en el resultado del PSOE en el primer proceso electoral?
TT.Surg¨ªamos siendo correa de transmisi¨®n del PCE y, una vez que entras en el periodo de libertad, era una lastre para el sindicato. Costaba dejarlo, pero lo logramos. Me molesta cuando se dice que la lucha armada era aceptada por todos. En el sindicato nunca la admitimos.
SB. Despu¨¦s de la amnist¨ªa asesinaron a un brigada en Vitoria y los ¨²nicos que salimos a la calle fuimos gente de CCOO y del PCE, una cuadrilla. Pensamos que era incompatible con la democracia y nos miraron como a bichos raros.
TT. Estuvimos a la altura, porque ve¨ªamos que ese problema era muy grave. Recuerdo una asamblea en La Naval donde dije a los compa?eros que no se equivocaran, que el terrorismo empieza matando patrones, sigue con guardias civiles y termina asesinando a trabajadores.
SB.Cuando sustitu¨ª a Tom¨¢s est¨¢bamos en plena crisis del PCE, con la salida de Santiago Carrillo. Antonio Guti¨¦rrez me pidi¨® que asumiera el liderato.Era parte del esp¨ªritu ca¨ªnita de la izquierda de magnificar la diferencia para justificar la posici¨®n de cada uno.
TT. Lo hemos cometido mil veces. Hab¨ªa posiciones contrarias que ya no correspond¨ªan a las circunstancias. Hab¨ªa que eliminar a los cuadros, que eramos carrillistas al 100%.
SB. En ese periodo nos toca afrontar la crisis de los noventa con el discurso de la terciarizaci¨®n de la econom¨ªa, que sustentan ELA y el PNV. Y apostamos por la reindustrializaci¨®n.
TT. La culminaci¨®n es la huelga del 14 de diciembre de 1988, cuando la UGT choca con Felipe Gonz¨¢lez. Es el momento en el que el sindicalismo empieza a andar por s¨ª solo. ?No crees que el periodo de crisis lo jugamos en CCOO sin contradicciones?
SB. Sin duda. Fue el momento del cambio y de la independencia de los sindicatos de los partidos pol¨ªticos.
TT.En la cuesti¨®n de la libertad, siempre tuviste ideas claras. Estuve de acuerdo contigo.
SB.La posici¨®n de CCOO siempre ha sido n¨ªtida y hubo a quien no le gust¨®, especialmente el papel del sindicato tras el asesinato de Jos¨¦ Luis L¨®pez de la Calle, fundador de CCOO.
TT.Exacto. Tu intervenci¨®n yo no la hubiera mejorado.
SB.Era un hombre comprometido por la izquierda y no pod¨ªa verse como un asesinato m¨¢s. Se pon¨ªa en evidencia lo que dec¨ªa Tom¨¢s de que primero matan al empresario, luego al guardia civil y luego a los trabajadores. Tomamos la decisi¨®n de encabezar la marcha de Andoain. Tuvimos una bronca por una pancarta de ETA en mitad de la marcha. Eso marc¨® al sindicato.
TT. No tengo cr¨ªticas. Pas¨¦ una dictadura y creo que voy a morir sin vivir una etapa de libertad. Nos dicen los sindicatos y los partidos nacionalistas que no est¨¢n de acuerdo con los m¨¦todos, pero hay que discrepar tambi¨¦n de los objetivos.
SB. Tu sacude el ¨¢rbol que yo recojo las nueces.
TT. TT.trabajadores. Que no me hablen de paz, porque no estoy en guerra con nadie.
SB.Fueron claves los asesinatos de Miguel ?ngel Blanco y de Fernando Buesa. El nacionalismo ve en la derrota pol¨ªtica de ETA su propia derrota.
TT. S¨®lo a dos dirigentes del PNV les he escuchado decir lo que deber¨ªan decir todos. A Ardanza, que estuvo como un presidente en el asesinato de Blanco y dijo que no estaba ni con los m¨¦todos ni con los objetivos y ¨²ltimamente a Josu Jon Imaz.
SB. La herencia que queda del franquismno en el conjunto del Estado es ETA. Estoy plenamente satisfecho de mi ¨²ltimo discurso como secretario general, en el que dec¨ªa que para el sindicato la libertad es como el oxigeno, sin el que no puedes vivir. En Euskadi falta libertad mientras exista la violencia y la amenaza que condicionen la vida pol¨ªtica y social.
Santiago Bengoa
- Personaje. Alav¨¦s de Olaeta, tiene 52 a?os. Euskaldun y militante adolescente del PCE, fue secretario general de CCOO-Euskadi entre 1987 y 2000. No guarda rencor a Josu Onaindi, frente a quien perdi¨® el cargo y dice que el sindicato se mantiene fiel a su esp¨ªritu.
- Sindicalismo. Fue duro con ela y mantiene su reproche a una central que "con la excusa de la construcci¨®n nacional" deja sin convenio a 100.000 trabajadores.
- Pol¨ªtica. Cree posible ganar al nacionalismo y lamenta que quienes lo pueden hacer no se lo crean
Tom¨¢s Tueros
- Personaje. La militancia de izquierdas le viene de cuna. Su nombre hasta los 11 a?os fue Progreso. Se dice nacido en Somorrostro, hoy Muskiz, hace 75 a?os. Fue secretario general de CCOO-Euskadi entre 1978 y 1987.
- Sindicalismo. Reivindica una mayor presencia sociopol¨ªtica y se siente orgulloso de ser historia viva de una central de clase.
- Pol¨ªtica. Feliz de haber dedicado su vida a la lucha por la libertad, es optimista y cree que en una d¨¦cada se dar¨¢ un vuelco en Euskadi. Cree que ETA es consciente por vez primera de que se acab¨® su "imbatibilidad".
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