El TNC reivindica la emoci¨®n de Brecht
Anna Lizaran encarna al juez Azdak en 'El cercle de guix caucasi¨¤'
Bertolt Brecht, a trav¨¦s de una de sus obras fundamentales, El cercle de guix caucasi¨¤, en traducci¨®n de Feliu Formosa, subi¨® anoche al escenario de la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) en una de esas veladas intensas de teatro que cont¨® con una notable presencia de artistas e intelectuales -Rosa Verg¨¦s, Rom¨¤ Gubern, L¨ªdia Pujol, Josep Maria Benet i Jornet-, aunque pocos pol¨ªticos (?y eso que era un Brecht!). La an¨¦cdota fue la llegada con retraso de Pasqual Maragall -acompa?ado por Xavier Rubert de Vent¨®s-, al que hubo que acomodar discretamente en las ¨²ltimas filas con el espect¨¢culo ya comenzado.
Entre sus atractivos, el montaje de Oriol Broggi cuenta con la presencia de Anna Lizaran en el papel central del juez Azdak y del conocido grupo Cabo San Roque interpretando en directo la m¨²sica original de Paul Dessau y de Jean-Guy Lecat, que ha trabajado 25 a?os con Peter Brook, como autor de la avocadora escenograf¨ªa, con referencias rusas y tibetanas. Marta Marco encarna a la protagonista Grushe en un amplio reparto con la sorpresa del cantante V¨ªctor Est¨¦vez -tercer clasificado en la edici¨®n de 2005 de la televisiva Operaci¨®n Triunfo- en su primer papel teatral. Todo un salto, sin duda: de OT a Brecht.
Broggi y el director del TNC, Sergi Belbel, que le encarg¨® la obra, plantean un c¨ªrculo de tiza completamente alejado de la disciplina brechtiana y de los estereotipos de ¨¦sta. "Hemos dejado totalmente de lado las teor¨ªas de Brecht", se?ala Broggi, quien considera que lo interesante es "la historia que se explica, y no el revestimiento te¨®rico". En la presentaci¨®n del montaje, hace unos d¨ªas, Belbel insisti¨® en ese desapego por las teor¨ªas brechtianas con una vehemencia sorprendente en un ex disc¨ªpulo de Pepe Sanchis Sinisterra: "Afortunadamente, sobrevive m¨¢s su teatro que sus teor¨ªas, producto de un momento concreto, de la situaci¨®n social y las convulsiones de su ¨¦poca". Belbel argument¨® que el propio Brecht cuando dirig¨ªa se saltaba sus teor¨ªas, y rememor¨® que la primera vez que ¨¦l mismo, Belbel, fue a ver al Berliner cargado con todo el bagaje te¨®rico brechtiano que hab¨ªa aprendido, se encontr¨® con la sorpresa de que de distanciamiento, nada: "Me pareci¨® muy emocionante y llor¨¦". Formosa, por su parte, apunt¨® que Brecht al dirigir dec¨ªa a alguno de los actores demasiado fiel al dogma: "?No me toqu¨¦is las narices con mis teor¨ªas!".
La del c¨ªrculo, explic¨® Belbel, "es una historia muy humana, que plantea la pregunta de qui¨¦n tiene la maternidad, si la madre biol¨®gica o la adoptiva que ha cuidado y procurado la felicidad a la criatura". El argumento, record¨® Broggi, se centra en dos historias: La road movie -Formosa dixit- de la criada Grushe, la hero¨ªna a la fuerza, que huye con el ni?o de su ama durante una revuelta y a la que luego la madre le disputar¨¢ la criatura, una l¨ªnea argumental "muy emocionante, desgarradora, con un final fuerte". Y la peripecia del juez Azdak, "una especie de Falstaff, un loco, borracho, visionario, un gran personaje que aplica la justicia a su manera". Entre ambas l¨ªneas -que coinciden en la escena culminante del salom¨®nico juicio por la custodia del ni?o- se mueven los m¨²sicos, "con las canciones adaptadas a nuestra realidad". Anna Lizaran se mostr¨® exultante con su tercer Brecht y dijo que participar en una aventura como la de este cercle le ha hecho replantearse -?albricias!- su antigua decisi¨®n de dejar el teatro.
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