El Atl¨¦tico se pierde
El Bolton pasa por encima del conjunto de Aguirre, en el que 'El Kun'se autoexpuls¨®
Iv¨¢n Campo y un pu?ado de entusiastas compa?eros desactivaron al Atl¨¦tico, a "un gigante de Europa", como le consideran aqu¨ª. Con un f¨²tbol f¨¢cil, alegre, ingl¨¦s de toda la vida, el Bolton se adue?¨® del partido y le hizo la primera muesca a una eliminatoria que est¨¢ m¨¢s en el aire de lo esperado. El Atl¨¦tico mostr¨® ese aspecto fantasmal que a veces le acompa?a y se dej¨® castigar, a lo que sin duda le ayud¨® Ag¨¹ero, a quien en una memez de jugada le dio por escupir a quien no deb¨ªa, lo que adelant¨® su visita a la ducha.
Dio una vuelta de tuerca Aguirre al equipo, otra m¨¢s, obligado por las bajas del sancionado Ra¨²l Garc¨ªa y el eternamente lesionado Motta, y lo que le sali¨® fue un mejunje raro. Como el t¨¦cnico se resiste a dar vuelo a la cantera, prefiri¨® variar el gui¨®n habitual de arriba abajo. A falta de un medio centro que pudiera remar junto a Cl¨¦ber, dibuj¨® una l¨ªnea de cuatro por delante del brasile?o, con Maxi y Mista cerca de ¨¦l y Reyes y Sim?o en las bandas.
BOLTON 1- ATL?TICO 0
Bolton: J??skel?inen; Hunt, Cahill, A. O'Brien, Samuel; Iv¨¢n Campo; Diouf, Guthrie (Giannakopoulos, m. 59), Nolan, Taylor; y Davies. No utilizados: Al-Habsi; Meit¨¦, Teymourian, Vaz Te, J. O'Brien y Sinclair.
Atl¨¦tico: Abbiati; Antonio L¨®pez, Pablo, Perea, Pern¨ªa; Cl¨¦ber Santana; Reyes (Ag¨¹ero, m. 59), Maxi, Mista (De las Cuevas, m. 88), Sim?o (Jurado, m. 72); y Forl¨¢n. No utilizados: Falc¨®n; Eller, Alex Quillo y Dom¨ªnguez.
Gol: 1-0. M. 74. Diouf aprovecha un bal¨®n suelto en el ¨¢rea y marca de tiro cruzado.
?rbitro: Peter Rasmussen (Dinamarca). Expuls¨® a Ag¨¹ero por roja directa (m. 73). Tambi¨¦n amonest¨® a Diouf y Cl¨¦ber Santana.
Unos 28.000 espectadores en el Reebok Stadium.
La apuesta fue un horror. Porque Forl¨¢n empieza a no dar abasto en este equipo. El uruguayo vivi¨® a ratos el mismo tormento que durante a?os aplast¨® a Torres, presente ayer en las gradas del estadio. No recib¨ªa m¨¢s que pelotazos, a una banda y otra, sin sentido. Nadie en el Atl¨¦tico dirig¨ªa al equipo. Estaba Cl¨¦ber... Lo dicho, que nadie dirig¨ªa al equipo.
Y como el Bolton otra cosa no pero disciplina t¨¢ctica tiene para aburrir, pues el partido fue casi siempre de una sola direcci¨®n. Porque el Atl¨¦tico estaba empe?ado en despojarse del bal¨®n, no en tocarlo. Y parec¨ªa escrito que en cuanto lo hiciera menguar¨ªa el ¨ªmpetu del rival.
Aguirre andaba furioso con el delegado de la UEFA, por su uniforme, quiz¨¢, cuando en el c¨¦sped estaban ocurriendo cosas que s¨ª merec¨ªan su enojo. Y que bien pod¨ªan haberle llevado a ponerse furioso con Reyes, cuya presencia fue ninguna; o con Pern¨ªa, que perdi¨® la posici¨®n con empe?o; o, en fin, con Maxi, que volvi¨® a tener otra actuaci¨®n irrelevante.
Al Atl¨¦tico se le hac¨ªa de noche por momentos. Le salvaba Abbiati, que hasta en cinco ocasiones tuvo que estirarse para rechazar los disparos de Taylor.
S¨®lo el portero italiano sosten¨ªa al Atl¨¦tico, cuyo contacto con la pelota era m¨ªnimo. Dado que Cl¨¦ber estaba all¨ª pero pod¨ªa haber estado en otro sitio, Forl¨¢n, que intercambi¨® su puesto con Mista, asumi¨® a ratos la direcci¨®n del equipo. Y logr¨® adue?arse de la pelota. Un disparo del propio Forl¨¢n, que toc¨® el palo, hizo que el Atl¨¦tico empezara a cre¨¦rselo. Con el bal¨®n en los pies era m¨¢s equipo, mucho m¨¢s que el Bolton.
Y apareci¨® Ag¨¹ero en escena. Era el momento. La presi¨®n y el cansancio comenzaban a poder con el Bolton, que decidi¨® cubrirse. No le hizo falta. Catorce minutos despu¨¦s de asomarse al c¨¦sped, en una jugada ins¨ªpida, por la banda derecha, el Kun opt¨® por borrarse. Le hizo falta a Samuel, lo que no ten¨ªa mayor importancia, y acto seguido solt¨® un escupitajo. No le gust¨® aquello al auxiliar, que avis¨® de inmediato a su jefe. Y Ag¨¹ero vio la roja. Al instante, Hunt progres¨® por la banda derecha y logr¨® sacar el centro. El bal¨®n pas¨® entre la multitud y s¨®lo Pablo acert¨® a poner la pierna. Pero el rebote le cay¨® a Diouf, que alojado en el segundo palo marc¨® con habilidad.
Con diez y contra un rival hambriento. As¨ª malvivi¨® el Atl¨¦tico lo que quedaba de partido. El Bolton sigui¨® a lo suyo, con un juego directo. El Atl¨¦tico evit¨® que el castigo no fuera a m¨¢s. El p¨²blico abandon¨® el estadio feliz y pregunt¨¢ndose d¨®nde estaba el gigante europeo que anunciaban los carteles.
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