Rabia en los enclaves
La minor¨ªa serbia vive los cambios con impotencia
El enclave de Gracanica es un trozo de Serbia a cinco kil¨®metros al sur de Pristina: carteles en cir¨ªlico, prensa de Belgrado en los quioscos, cientos de carteles del l¨ªder radical Tomislav Nikolic, que aqu¨ª obtuvo m¨¢s del 70% de los votos en las elecciones presidenciales serbias del 3 de febrero, y un poso de tristeza.
"No tenemos miedo y mientras se pueda nos vamos a quedar. Sabemos lo que va a pasar. No nos gusta, pero no podemos hacer nada", asegura Slobodan Krstic, responsable de las finanzas del municipio. "Entre la ciudad y los pueblos de alrededor somos m¨¢s de 16.000
[es el mayor enclave al sur de Mitrovica]. No me importa lo que suceda en Serbia tras la independencia, s¨®lo me interesan los de aqu¨ª y mi familia. Belgrado s¨®lo se preocupa de nosotros en los medios de comunicaci¨®n".
En el monasterio de Gracanica, una joya del siglo XIV, el padre Aranjel advierte a una joven rusa de 22 a?os que ha decidido recorrer el Kosovo ortodoxo por su cuenta de los riesgos para su vida si se empe?a en cruzar zonas albanesas para llegar al patriarcado de Pec, en el oeste. Cerca de las velas para los difuntos, Dosta, de 72 a?os, asegura entre l¨¢grimas que a¨²n mueren personas a causa de las bombas de la OTAN. Ambos son v¨ªctimas de la propaganda de Belgrado, que lleva a?os trabajando el miedo desde la televisi¨®n. Son el tipo de personas que podr¨ªa optar por la huida si as¨ª se ordena.
Vlad¨ªmir tiene 27 a?os. Es profesor en una escuela secundaria de Gracanica. Tuvo que regresar tras la guerra porque nada le un¨ªa a la vida en Belgrado. Su sueldo procede de Serbia, como las pensiones y muchos de los alimentos que circulan por el enclave.
"No creo que Serbia cierre la frontera", afirma Vlad¨ªmir. Y a?ade: "Tampoco creo que nos ataquen los albaneses. No s¨¦ qu¨¦ deparar¨¢ el futuro porque no s¨¦ qu¨¦ va a pasar ma?ana. Habr¨¢ independencia. Bien. ?Y despu¨¦s? ?Cu¨¢l es el plan? ?C¨®mo sobrevivir¨¢ un pa¨ªs que no produce nada y que depende totalmente de la ayuda exterior? ?C¨®mo ser independientes sin una econom¨ªa independiente?".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
