"Quiz¨¢ el Madrid sea m¨¢s italiano que el Roma"
Sentado en el caf¨¦ de Trigoria, el flaco del tup¨¦ de hierro parece el mismo de siempre. No se distingue hasta que habla. Entonces, la voz de Christian Panucci (Savona, 1973) tiene una inconfundible resonancia teatral. Recuerda a los patibularios de Hollywood. Esos especialistas en la supervivencia a los que ¨¦l, sin quererlo, se parece. En el tramo final de una carrera que le ha llevado por dos Mundiales y algunos de los clubes m¨¢s representativos de Europa, el jugador m¨¢s experimentado del Roma vuelve a enfrentarse al Madrid.
Pregunta. ?Qu¨¦ destaca del Madrid de 1998?
Respuesta. Fue el grupo m¨¢s bonito en el que jugu¨¦. Una pi?a. Cada mi¨¦rcoles sal¨ªamos a cenar. Despu¨¦s nos ¨ªbamos de copas. Incre¨ªble. En agosto, nueve meses antes de la final con el Juventus, ya ten¨ªamos la Copa de Europa. La hab¨ªamos ganado en la mente. Era un equipo que ten¨ªa que ganar. La mayor¨ªa hab¨ªan ganado poco: Pedja [Mijatovic], Suker, Redondo... Todos ten¨ªan hambre de t¨ªtulos.
"En Italia disfrutamos de los pelotazos. Si no hay pol¨¦mica, no estamos contentos"
"Cada a?o el campo se me hace m¨¢s largo. Me siento como un mueble antiguo"
P. ?Qu¨¦ distingue al Roma?
R. Forman parte de la romanit¨¤. Sienten que es un privilegio ser romano porque nacieron en la ciudad m¨¢s bella del mundo. Ser romano y jugar en el Roma es lo m¨¢ximo. Es una continuaci¨®n de Bruno Conti, Totti, Aquilani... Para los dem¨¢s, es una ciudad que, si no tienes el equilibrio justo, te arranca de tu trabajo. Te empuja a la calle. Tiene mucha vida nocturna. En Roma, cada esquina, cada balc¨®n, tiene una emoci¨®n distinta.
P. ?No le parece que el f¨²tbol le dio m¨¢s a usted que al rev¨¦s?
R. Creo que tuve mucha suerte. Crec¨ª en el Milan, en el que a los 23 a?os ya lo hab¨ªa ganado todo. Fui al Madrid y volv¨ª a ganarlo todo. Cuando las cosas no me fueron bien, me fui a Londres [al Chelsea] y, cuando me fue mal all¨ª, a M¨®naco... Nunca tuve ninguna lesi¨®n importante. Tengo 34 a?os y estoy bien. No quiero ser presumido. Todo lo que tengo me lo he ganado.
P. Le cost¨® que le admitieran en la cantera del G¨¦nova.
R. Viv¨ªa a 30 kil¨®metros de la residencia y me dec¨ªan que ten¨ªa que coger el tren. Les dije: "?No! ?Quiero ser jugador las 24 horas!". Al final, me cogieron. Empec¨¦ a trabajar en una gasolinera para ganar dinero. Me daban 50 euros a la semana, desde los 15 hasta los 18. Cuando me llamaron a entrenarme con el primer equipo, par¨¦ porque empec¨¦ el servicio militar. En el hotel viv¨ªamos 20 chavales. S¨®lo llegu¨¦ yo. Un d¨ªa fui a Palermo con el Milan y me encontr¨¦ a mi compa?ero de habitaci¨®n en un sem¨¢foro. Estaba vendiendo flores. Le regal¨¦ 500 euros. No siempre los mejores llegan.
P. Un futbolista italiano jam¨¢s dir¨¢ que disfrut¨® del f¨²tbol.
R. Los equipos en Italia, ahora, juegan m¨¢s al f¨²tbol. Nosotros nos parecemos a uno espa?ol. Eso de tirar balones largos est¨¢ cambiando... Pero este bal¨®n largo dio tres Copas del Mundo a Italia. Aunque la cuarta la gan¨® de otra manera. En Espa?a se disfruta. Pero aqu¨ª disfrutamos de otra cosa: de los pelotazos, la pol¨¦mica... En Italia, si no hay pol¨¦mica, no estamos contentos. La llevamos en la sangre. Si miras un programa, ves 50 minutos de pol¨¦mica y 10 de goles.
P. En Italia se dice que los partidos son agon¨ªsticos.
R. Eso viene de los griegos. Es la idea del juego como una met¨¢fora de la vida, que es lucha. El agonismo nos hace disfrutar mucho. El problema es que en Italia se pita mucho y el f¨²tbol se para continuamente. As¨ª no se puede disfrutar. En Espa?a pitan menos. En Madrid, el bal¨®n giraba muy r¨¢pido, la gente se incorporaba, se met¨ªa uno, dos. Es muy dif¨ªcil alcanzar ese juego en Italia.
P. ?No le indigna que Totti reciba tantas faltas?
R. Le pegan mucho. ?Pero es el mejor! Es normal que reciba m¨¢s que los otros.
P. ?Qu¨¦ tiene de particular el juego del Roma?
R. Se juega mucho el bal¨®n. Tenemos movimientos dif¨ªciles de entender para el equipo contrario. Spalletti tiene cuatro o cinco ideas del f¨²tbol que no encontr¨¦ en ning¨²n otro entrenador. La mentalidad del Roma ha cambiado mucho gracias a esto. Y nosotros nos divertimos.
P. ?Qu¨¦ movimientos?
R. Llevo tres a?os practic¨¢ndolos y necesitar¨ªa tres a?os para explicarlos. Son maniobras sin bal¨®n para dar opciones de pase al jugador que lo lleva. Hay que entrenarlos siempre porque los cambiamos dependiendo del rival. Suena raro, pero de vez en cuando nos salen al mil¨ªmetro. T¨² sabes ad¨®nde tienes que pasar el bal¨®n y tus compa?eros saben ad¨®nde les va a llegar. ?Es incre¨ªble!
P. Eso no ser¨ªa posible sin un centro del campo formado por De Rossi, Mancini, Giuly, Perrotta, Taddei, Aquilani...
R. El problema es que el d¨ªa que no nos salen las cosas bien no podemos tirar de bal¨®n largo y tenemos problemas. No podemos cambiar. Estamos tan mentalizados que, si nos das un punta alto y fuerte, no podemos utilizarlo. No podemos prescindir de Totti. Podemos sumar cinco jugadores con mucha calidad en el medio y los cuatro de atr¨¢s no tenemos que incorporarnos porque resuelven solos.
P. ?Usted sube poco?
R. Cada a?o subo menos. Por la edad, no por otra cosa. El campo se me hace cada vez m¨¢s largo. Digo: "?Co?o! ?Este a?o el campo es m¨¢s largo! No llego nunca a la l¨ªnea".
P. ?No es un desperdicio que un 10 como Totti se pierda en la punta del ataque?
R. Le ha dado mucha satisfacci¨®n jugar all¨ª. Gan¨® la Bota de Oro, hizo 30 goles. ?Qu¨¦ mejor jugador que ¨¦l? Si tienes un camarero que te hace 400 cubiertos al d¨ªa, ?para qu¨¦ vas a cambiarlo si te hace ganar dinero?
P. ?C¨®mo ve al Madrid?
R. Tal vez sea m¨¢s italiano que el Roma. Es un equipo muy equilibrado, aunque concede ocasiones.
P. ?Disfrutar¨¢ usted?
R. Prefiero disfrutar de las comidas, los viajes. Pero, cuando mueves la pelota, cuando juegas... Yo, aqu¨ª, en Roma, por primera vez en mi vida, he llegado a casa y he dicho: "?Hoy me lo he pasado bien!". Disfrutar es no tener miedo de salir al campo.
P. ?A qu¨¦ conclusi¨®n llega tras 20 a?os como profesional?
R. Del f¨²tbol s¨®lo puedo hablar bien. La gente me respeta y me conoce. Mi padre era cartero y le he comprado una casa. Hasta cuando he perdido ha sido fant¨¢stico. Ha sido la educaci¨®n de mi vida. Te educa para respetar tu cuerpo, la gente, el otro equipo... Todo. ?Le parece raro?
P. Le veo igual que siempre.
R. ?De verdad? Yo me siento como un mueble antiguo. Antes y despu¨¦s de cada partido necesito ir al taller a que me reparen.
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