Porno en la tele!
Hace dos semanas muri¨® Carlos Aured. ?l fue el responsable de despertar la libido de Espa?a en los a?os setenta y de volver a levantarla en los noventa. Primero dirigi¨® pel¨ªculas del destape, algunas de enorme ¨¦xito, como El fontanero, su mujer y otras cosas del meter, en la que invirti¨® cuatro millones de pesetas y recaud¨® 80. Luego, en la d¨¦cada siguiente, rod¨® filmes de terror junto a Paul Naschy, hasta que en 1990 volvi¨® a aceptar otro desaf¨ªo sexual: encargarse del porno en Canal Plus.
La rubia que le mantuvo a usted despierto hasta las tres de la ma?ana los viernes la escogi¨® Carlos Aured; bueno, a ella no, pero s¨ª la pel¨ªcula X que protagonizaba. Aured se ocup¨® durante 10 a?os de seleccionar y emitir las cintas que reactivaron las relaciones sexuales de muchas parejas y que desataron el onanismo de muchos otros. Carlos se identific¨® enseguida con el estilo del nuevo canal, con su est¨¦tica minimalista y elegante, con sus contenidos cuidados y de calidad. Primero program¨® cintas americanas con mansiones y california girls como Savannah, que se convirtieron en los iconos sexuales de toda una generaci¨®n. M¨¢s tarde se decant¨® por el cine franc¨¦s, menos artificial pero igual de exquisito.
La rubia que le mantuvo a usted despierto hasta las tres los viernes la escogi¨® Carlos Aured?
El cine X del Plus signific¨® una revelaci¨®n para todos los que fuimos adolescentes a principios de los noventa. Imagino que las acrobacias entre Peter North y Kaitlyn Ashley nos revolucionaron tanto como los pechos de Nadiuska impactaron a nuestros progenitores. Los viernes, reci¨¦n llegados de marcha y mientras nuestros padres dorm¨ªan, avanz¨¢bamos sigilosos y a oscuras hasta el cuarto de estar, donde silenci¨¢bamos el volumen de la tele al tiempo que pon¨ªamos la pel¨ªcula X que nos redimir¨ªa de las frustraciones sexuales sufridas horas antes en los bares.
A pesar de las cr¨ªticas que desat¨® la idea de emitir porno en algunos sectores conservadores (adem¨¢s comenz¨® poni¨¦ndose el primer viernes de cada mes, el d¨ªa asignado por el catolicismo a la comuni¨®n) los abonados estuvieron encantados. Cada d¨ªa se recib¨ªan decenas de cartas en Torre Picasso referentes a las pel¨ªculas para adultos, pero no protestando por su emisi¨®n, sino quej¨¢ndose por un mal doblaje o por la traducci¨®n err¨®nea de un t¨ªtulo.
Hace dos a?os Carlos Aured acept¨® venir desde Denia a Madrid para charlar un rato conmigo (entonces yo preparaba un libro sobre la historia de Canal Plus). Durante casi dos horas me habl¨® de su trayectoria de director de cine er¨®tico (entonces clasificado S) y del mundo del porno sin pronunciar ni una palabra obscena. Aured conservaba la mirada tierna, la voz calmada, la barba quijotesca y una pasi¨®n casi ingenua por g¨¦neros tan desgarradores como el terror o la pornograf¨ªa.
En 1990 confiar en que los espa?oles pagasen por ver la tele era una apuesta m¨¢s que arriesgada. Sin embargo, gente como Juan Cueto y Fernando Bovaira creyeron en que funcionar¨ªa un modelo de televisi¨®n que ya estaba triunfando en Francia y en Estados Unidos (con la HBO) y, desde luego, estaban seguros de que una de las claves de ese ¨¦xito era ofrecer una programaci¨®n de lujo, excepcional y merecedora de pago como el porno. A principios de los noventa no exist¨ªa Internet, por lo que el porno indefectiblemente costaba dinero, tanto si uno compraba una pel¨ªcula como si la alquilaba. Canal Plus te ahorraba el mal rato de pasarte por el cuarto oscuro del videoclub.
La primera cinta X que emiti¨® Canal Plus, elegida ya por Aured, marc¨® un hito en la historia de la televisi¨®n en Espa?a. No s¨®lo porque lleg¨® a ocho millones de espectadores, sino porque 31.000 de ellos (seg¨²n Ecotel), la vieron codificada. Hoy resulta tr¨¢gico-c¨®mico tragarse una pel¨ªcula entre rayas, pero hace casi 20 a?os aquellas sombras en blanco y negro eran lo m¨¢s fuerte que hab¨ªan visto muchos espa?oles. A?os despu¨¦s la pirater¨ªa inform¨¢tica permiti¨® librarse ilegalmente de la codificaci¨®n; sin embargo, a principios de los noventa poner papel cebolla sobre la pantalla era la forma m¨¢s pr¨¢ctica de aliviar la descomposici¨®n de la imagen.
Aured aseguraba que el Plus hab¨ªa ayudado al porno m¨¢s de lo que el porno hab¨ªa ayudado al Plus. Lo que no tiene discusi¨®n es que ¨¦l nos ayud¨® a muchos a aprender y a disfrutar m¨¢s del sexo. Carlos Aured naci¨® un viernes de 1937. Y cada viernes de los noventa segu¨ªamos de enhorabuena.
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