Los r¨¦ditos del AVE
No todo son retrasos y reveses; la nueva l¨ªnea aportar¨¢ beneficios econ¨®micos y en cohesi¨®n
El tren de alta velocidad cubri¨® ayer por vez primera en formato comercial el recorrido Madrid-Barcelona y viceversa. Fue una inauguraci¨®n sin alharacas oficiales, como correspond¨ªa al momento preelectoral y a una l¨ªnea que ha experimentado tantos reveses. Sin olvidarlos, conviene huir de una autoflagelaci¨®n que ser¨ªa incoherente con la realidad estrenada ayer.
Es de sentido com¨²n destacar los r¨¦ditos que reportar¨¢ esta nueva l¨ªnea, la m¨¢s larga de la especialidad: acercar¨¢ las dos capitales econ¨®micas del pa¨ªs; reforzar¨¢ la cohesi¨®n territorial; fomentar¨¢ la competencia con otros medios de transporte, como el a¨¦reo; estimular¨¢ el crecimiento econ¨®mico de todo el corredor; y aproximar¨¢ la conexi¨®n con Francia, y por ende, con la red ferroviaria europea.
Su inauguraci¨®n es una de las mejores cosas que han sucedido en Catalu?a en los ¨²ltimos a?os. Ahora es tambi¨¦n el momento de un balance equilibrado de la gesti¨®n realizada. Los ¨²ltimos meses de construcci¨®n de la nueva l¨ªnea fueron un calvario de socavones, retrasos y afectaci¨®n a otras l¨ªneas. Que se trasladaron a la pol¨ªtica, con reiteradas peticiones de dimisi¨®n a la titular de Fomento. No est¨¢ bien lo que bien acaba, porque podr¨ªa haber acabado con menos problemas, y m¨¢s r¨¢pido. Pero ser¨ªa est¨²pido negar lo evidente: que al fin ha acabado y bien.
Las responsabilidades de la gesti¨®n de Magdalena ?lvarez se han concentrado en el retraso de dos meses respecto del calendario previsto; y, sobre todo, la crisis inducida por las obras en las cercan¨ªas de la capital catalana. Estas ¨²ltimas son sobre todo in vigilando, por el ineficaz control de las obras a cargo de algunas de las empresas constructoras. Pero no son ¨²nicas, ni las principales. La gesti¨®n del anterior ministro, Francisco ?lvarez Cascos, (del PP) se sald¨® con m¨²ltiples reveses en el tramo castellano-aragon¨¦s y un retraso, no de meses, sino de cuatro a?os: el AVE debi¨® inaugurarse en 2004, por un Gobierno de Aznar.
Esa fecha lo dice casi todo sobre los incumplimientos achacables a cada uno. Tambi¨¦n han abundado en la parte catalana del proyecto, que multiplic¨® dudas y replanteamientos. El trazado bajo el subsuelo de Barcelona fue comprometido en 2002-2003 por un Gobierno del PP, una Generalitat de CiU y un Ayuntamiento de la izquierda tripartita. Tres de las cinco fuerzas pol¨ªticas, esto es, populares, convergentes y republicanos, se han desdicho fr¨ªvolamente de lo acordado entonces, a cuenta de indemostrados peligros para la estabilidad de la Sagrada Familia.
Es hora de digerir los errores, para no repetirlos. Pero todos deben abandonar la demagogia y el populismo, si no se quiere entorpecer o retrasar la nueva frontera de la alta velocidad espa?ola, que es la conexi¨®n de Barcelona con la frontera francesa. Reto que debe acompa?arse con las nuevas l¨ªneas previstas, como la Y vasca y el corredor mediterr¨¢neo, indispensables para una Espa?a a la que el dise?o radial le resulta ya insuficiente.
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