El promotor de un manifiesto golpista

En diciembre de 1981, nueve meses despu¨¦s de la intentona del 23-F y en v¨ªsperas del consejo de guerra contra los golpistas, el d¨¦bil Ejecutivo de Leopoldo Calvo-Sotelo se vio sorprendido por una nueva sacudida desestabilizadora.

La agencia Europa Press difundi¨® el llamado Manifiesto de los 100, suscrito por un centenar de mandos intermedios del Ej¨¦rcito. Su objetivo era presionar al Gobierno y a los medios de comunicaci¨®n, a los que advert¨ªa de que "los insultos y ataques a nuestros compa?eros [es decir, las cr¨ªticas a Milans, Tejero y los dem¨¢s procesados] los consideramos dirigidos a la colectividad [militar] con las consecuencias [a] que ello d¨¦ lugar".

Se trataba de un desaf¨ªo en toda regla, ya que el Gobierno no pod¨ªa ignorarlo, pero tampoco incrementar la tensi¨®n militar, sobre todo si se produc¨ªa una cascada de adhesiones en los cuarteles.

Como ya ocurri¨® el 23-F, el Ministerio de Defensa opt¨® por castigar, y levemente, s¨®lo a los promotores. Ocho militares sufrieron un arresto de dos meses. Uno de ellos era el capit¨¢n Blas Pi?ar. En diciembre de 1985, la Audiencia Nacional orden¨® que se les repusiera en sus destinos, de los que hab¨ªan sido separados con car¨¢cter forzoso.