Teher¨¢n no convence
Ir¨¢n colabora algo m¨¢s con el OIEA, pero no disipa las intenciones de su programa nuclear
Ir¨¢n persigue propagand¨ªsticamente la absoluci¨®n por el organismo de vigilancia de la ONU de sus actividades nucleares te¨®ricamente pac¨ªficas. Pero no lo consigue. El OIEA, pese a su talante conciliador, sigue alimentando fundadas sospechas cient¨ªficas sobre las intenciones de los ayatol¨¢s. Su ¨²ltimo informe, conocido ayer, afirma que Teher¨¢n colabora ahora m¨¢s con sus expertos, a los que sigue vetando visitas por sorpresa, pero no da explicaciones convincentes que permitan descartar la naturaleza militar de sus trabajos, la consecuci¨®n de la bomba.
En desaf¨ªo expreso a las reiteradas admoniciones del Consejo de Seguridad, los iran¨ªes no s¨®lo contin¨²an enriqueciendo uranio -el presidente Ahmadineyad ha dicho que seguir¨¢n haci¨¦ndolo, pese a quien pese- , sino que prueban tecnolog¨ªa avanzada para acelerar su capacidad de producci¨®n del combustible. El ¨®rgano ejecutivo de la ONU se dispone a debatir la semana pr¨®xima un nuevo proyecto de resoluci¨®n sancionadora, el tercero en poco m¨¢s de un a?o, esta vez a instancias de Francia, Reino Unido y Alemania, en el que se prev¨¦ otra vuelta de tuerca contra el r¨¦gimen isl¨¢mico y sus intereses.
El juego del rat¨®n y el gato entre Teher¨¢n y las potencias occidentales dura ya cinco a?os. Su ¨²ltimo moj¨®n fue la estimaci¨®n del espionaje estadounidense, en diciembre pasado, seg¨²n la cual Ir¨¢n abandon¨® en 2003 sus designios b¨¦licos nucleares. Ese informe ha cuarteado la pol¨ªtica de confrontaci¨®n apadrinada por Bush y desinflado en parte las resoluciones condenatorias de la ONU de diciembre de 2006 y marzo de 2007.
La persistente crisis de confianza, sin embargo, se mantiene. En el informe confidencial del OIEA conocido ayer, el organismo que dirige Mohamed el Baradei destaca su preocupaci¨®n por la falta de respuestas iran¨ªes a la eventual interconexi¨®n entre el continuado procesamiento de uranio, las pruebas con explosivos cada vez m¨¢s potentes y los trabajos en marcha sobre cabezas de misiles, cada vez de mayor alcance, que Teher¨¢n construye y prueba regularmente. A la postre, el enriquecimiento de uranio hasta hacerlo apto para armamento es s¨®lo un elemento de un programa at¨®mico b¨¦lico. Los otros dos son la construcci¨®n del artefacto que debe albergar el material fisible y la del vector capaz de lanzarlo.
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