La chispa de C¨¦sar Pastor
COLIBR?, cocina de mercado en las inmediaciones de la Diagonal barcelonesa
En mayor o menor medida, la ambientaci¨®n de cualquier restaurante condiciona la percepci¨®n de su comida. Su confortabilidad interior, la profesionalidad o desenfado del servicio y una suma de factores indefinibles resultan, en ocasiones, decisivos. Cuando Colibr¨ª se encontraba en el barrio del Raval, en un local min¨²sculo y ruidoso, sujeto a condiciones precarias, era una de esas recomendaciones medio secretas que los aficionados a comer bien se hac¨ªan entre s¨ª en Barcelona. Ofrec¨ªa platos sencillos, de riguroso mercado (Boquer¨ªa), con algunos toques creativos y un poso de seriedad incuestionable. Propuestas poco t¨¦cnicas que evidenciaban el car¨¢cter autodidacto de C¨¦sar Pastor, patr¨®n de la casa, al tiempo que su innegable chispa para el oficio.
COLIBR?
6,5. Casanova, 212. Barcelona. Tel¨¦fono 934 43 23 06. Cierra domingos noche y lunes. Men¨² degustaci¨®n, 71 euros. Entre 70 y 100 euros por persona. Virutas de sepia con alcachofas y erizos, 21,40 euros. Morro de bacalao con verduritas, 26,75 euros. Espaldita de cabrito con cebollitas, 29,96 euros. Mango, crema de vainilla y mascarpone, 10,70 euros.
Pan ... 6,5
Caf¨¦ ... 4
Bodega ... 8
Aseos ... 7,5
Ambiente ... 8
Servicio ... 7
En sus instalaciones actuales, situadas en una zona de la ciudad m¨¢s representativa, las recetas del primitivo Colibr¨ª parecen distintas a pesar de mantenerse fieles al viejo estilo. Hasta tal punto que su comedor, una sala contempor¨¢nea y apacible con derroche de espacio entre las mesas, empeque?ece, en parte, su cocina. Misterios de esa subjetividad que acompa?a todas las valoraciones gastron¨®micas. Impresi¨®n a la que en este caso hay que sumar un componente objetivo, el notable aumento de sus precios.
Todav¨ªa en temporada de trufa negra, Pastor sugiere algunas especialidades basadas en el preciado hongo negro. Se abre boca con varios aperitivos. Son correctos el pincho de langostinos con pan de romesco, el chupito de tomate con mozzarella y boquer¨®n, as¨ª como el ravioli de sobrasada y membrillo. En cambio, desmerece el rollito de arroz con changurro.
Lo que no se puede discutir es la habilidad de Pastor para conseguir buenos resultados con pocos elementos. Su pulpo a la parrilla, algo desaborido, mejora con un pur¨¦ de patatas con crema de aj¨ªes peruanos (no con p¨¢prika como indica la carta) a los ajos tiernos. No decepciona la lasca de foie-gras a la plancha en compa?¨ªa de huevo y trufa negra, y resulta muy aut¨¦ntico el risotto de hongos a la trufa, dominado por la abundancia de l¨¢cteos. Entre los pescados, un armonioso morro de bacalao con verduritas y mermelada de tomates verdes.
UNA BODEGA PREMIADA
SI EN COLIBR? hay una especialidad que merezca la pena, es el steak tartar al estilo de la casa. Jugoso, suave, con el punto de picante deseado y algunos toques dulzones que se mantienen en secreto. A la hora de plantearse el men¨², una de las ventajas que ofrece la casa es la posibilidad de apuntarse a las medias raciones, todas a mitad de precio, pero con un recargo del 10%.Y como alternativa a la carta, el men¨² degustaci¨®n (71 euros), que incluye cinco medias raciones, adem¨¢s de un surtido de aperitivos y golosinas de sobremesa. Entre los postres, varias sugerencias que cumplen su papel sin deslumbrar demasiado. Combinaciones sencillas, en l¨ªnea con sus propuestas saladas, casi todas montadas con tres componentes (timbal de yogur con membrillo y queso, cucurucho de queso con mermelada de frambuesas y helado de miel), que cumplensu papel con desenfado. Es resultona la mezcla de mango con crema de vainilla y mascarpone, y no desmerece el cremoso de chocolate con crema de almendras y helado de vainilla.Menci¨®n especial merece su lista de vinos, uno de los puntos fuertes de la casa, premiada con merecimiento por su envergadura y acierto en la selecci¨®n de marcas. Contiene una amplia relaci¨®n de botellas de distintas denominaciones espa?olas, con numerosas aportaciones for¨¢neas.Y adem¨¢s, whiskys y rones de alto nivel, y vinos dulces. No es extra?o que la casa presuma de preparar bien los cubalibres y los gin-tonics. Es una l¨¢stima que el caf¨¦ decepcione.
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