La independencia dependiente
Es la soluci¨®n menos mala para Kosovo, a pesar de su car¨¢cter excepcional dentro del marco europeo, aunque siempre habr¨¢ quienes la consideren un precedente
Cuando, en el transcurso de la historia humana, es necesario que un pueblo disuelva los lazos pol¨ªticos que le un¨ªan con otro..., lo har¨¢n jurando solemnemente respetar cada detalle de las condiciones de la UE, la OSCE [Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa], la OTAN, el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y la propuesta general del enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, "incluida la adaptaci¨®n prioritaria de la legislaci¨®n comprendida en su anexo XII". Las colonias norteamericanas en 1776 y la colonia europea en 2008: vean y comparen.
En medio de todo el jaleo que ha rodeado la declaraci¨®n de independencia de Kosovo, pocos se han detenido a observar que se trata de un documento extraordinario. Est¨¢ tan plagado de condiciones, obligaciones y reservas, muchas de ellas para proteger a las minor¨ªas serbias; tan llena de compromisos de consultar, respetar y obedecer a los patronos internacionales de la provincia, que constituye, al mismo tiempo, una declaraci¨®n de dependencia. Su ¨²ltimo p¨¢rrafo empieza diciendo que "por la presente afirmamos, de manera clara, espec¨ªfica e irrevocable, que Kosovo estar¨¢ legalmente obligado a cumplir las disposiciones contenidas en esta Declaraci¨®n, incluidas, en particular, las obligaciones previstas por el Plan Ahtisaari" (la cursiva es m¨ªa). Casi se puede o¨ªr al asesor occidental que dictaba sobre el hombro del escribano kosovar. M¨¢s que "de un salto, Kosovo fue libre", se puede decir que "de un salto, Kosovo se vio atado".
No me gustar¨ªa ser, en los pr¨®ximos a?os, un serbio de Kosovo de los que viven en los enclaves al sur del Ibar
Es posible que B¨¦lgica y Kosovo converjan: la balcanizaci¨®n de B¨¦lgica y la 'belgicanizaci¨®n' de los Balcanes
Como es natural, la realidad sobre el terreno ser¨¢ muy distinta a las bellas palabras del documento. Los albano-kosovares han dado un paso importante hacia el autogobierno. El domingo por la noche ten¨ªan algo que celebrar en las calles de Pristina. Sus libros de historia, incluso los editados con subvenciones de la UE, contar¨¢n una historia gloriosa, aunque m¨ªtica, de siglos de lucha nacional que culminaron ese d¨ªa. No me gustar¨ªa ser, en los pr¨®ximos a?os, un serbio-kosovar de los que viven en los enclaves al sur del r¨ªo Ibar. Lamento la p¨¦rdida de los hermosos monasterios serbios de Decani, Pec y Gracanica, que a partir de ahora ser¨¢n, m¨¢s que nunca, islas en un mar extra?o.
La situaci¨®n de los serbios que viven al norte del puente de Mitrovica, sobre el r¨ªo, es otra historia. A pesar de que la OTAN ha cerrado temporalmente la frontera entre ellos y Serbia despu¨¦s de que una turba local incendiara dos puestos fronterizos, su integraci¨®n social, econ¨®mica y cultural con Serbia es una realidad diaria que seguir¨¢ adelante. En la pr¨¢ctica, Kosovo est¨¢ ya dividido. Y seguramente seguir¨¢ est¨¢ndolo hasta que un d¨ªa, cuando Kosovo y Serbia sean miembros de la UE, pueda empezar a aspirar poco a poco, m¨¢s en cuesti¨®n de decenios que de a?os, a una situaci¨®n comparable a la de B¨¦lgica: un pa¨ªs formalmente unido y en la pr¨¢ctica dividido, pero en el que la paz y la libertad de sus ciudadanos estar¨¢n aseguradas dentro de un marco m¨¢s amplio. Es m¨¢s, si las cosas marchan bien en el sureste de Europa y mal en el noroeste, todav¨ªa es posible que B¨¦lgica y Kosovo converjan: la balcanizaci¨®n de B¨¦lgica y la belgicanizaci¨®n de los Balcanes.
La peculiaridad del contexto europeo hace que este caso sea distinto al de la mayor¨ªa de los territorios que aspiran a la independencia en otras partes del mundo. La Uni¨®n Europea representa pasar sin fisuras de una situaci¨®n imperial a la ampliaci¨®n. Es el estilo europeo de descolonizaci¨®n en el siglo XXI: de protectorado a Estado miembro de la UE, sin haber llegado a obtener la plena independencia soberana entre ambas situaciones. Y al menos sobre el papel, los albano-kosovares han aceptado el precio. Por si acaso sienten la tentaci¨®n de renegar, habr¨¢ miles de funcionarios europeos presentes -respaldados por las tropas de la OTAN- para devolverlos al camino de la virtud.
Esta declaraci¨®n de independencia dependiente, elaborada con coordinaci¨®n internacional y a a?os luz de la de 1776, es el resultado menos malo. Quienes alegan que aporta m¨¢s inestabilidad a la regi¨®n ignoran el hecho de que el limbo en el que Kosovo vive desde que la Resoluci¨®n 1.244 de la ONU puso fin a la guerra de 1999 es inestable e insostenible. Nadie en su sano juicio querr¨ªa invertir dinero en esa situaci¨®n. La paz era fr¨¢gil y estaba salpicada de disturbios. El desempleo superaba el 40%. No se pod¨ªa construir nada estable y permanente sin resolver antes la cuesti¨®n del estatus. Y para la vecina Macedonia, el pa¨ªs m¨¢s directamente afectado debido a su minor¨ªa albanesa, un Kosovo m¨¢s independiente es un factor de estabilizaci¨®n (no ocurre lo mismo con Bosnia, desde luego).
A pesar de las atrocidades de los a?os de Milosevic, la soluci¨®n no es del todo justa. Sin embargo, al final, tambi¨¦n es el resultado menos malo para Serbia. Es horrible perder un brazo gangrenado, pero a veces es requisito indispensable para la recuperaci¨®n. En el fondo, muchos serbios son conscientes de ello. Y fue en Belgrado, no en Pristina, donde o¨ª este chiste: los serbios est¨¢n dispuestos a hacer cualquier cosa por Kosovo salvo vivir all¨ª.
Por ahora, habr¨¢ un paroxismo de ira y duelo. Es l¨®gico. Pero despu¨¦s, Serbia tendr¨¢ que elegir: cultivar decenios de impotente resentimiento, como hizo Hungr¨ªa despu¨¦s del Tratado de Trian¨®n, o emprender la v¨ªa europea hacia la reconstrucci¨®n nacional, como la Hungr¨ªa de hoy. Y Europa, por su parte, tiene la obligaci¨®n solemne de mantener esa v¨ªa abierta.
Kosovo tardar¨¢ muchos a?os en ocupar su puesto en Naciones Unidas, entre Kiribati y Kuwait (o Kurdist¨¢n, si llega antes). Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad con derecho a veto, puede impedirlo, y lo har¨¢. Pero muchos kosovares han vivido alg¨²n tiempo en Suiza, y quiz¨¢ recuerden que la antigua e independiente rep¨²blica alpina no fue miembro de la ONU hasta 2002. Lo que importa, antes que nada, es la realidad sobre el terreno y el grado de reconocimiento por parte de otros Estados (a la hora de escribir estas l¨ªneas hay ya m¨¢s de veinte Estados que han reconocido o declarado su intenci¨®n de reconocer la rep¨²blica reci¨¦n nacida, entre ellos, adem¨¢s de Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania, pesos pesados del calibre de Senegal y Costa Rica). La pertenencia a organizaciones internacionales vendr¨¢ despu¨¦s, y la incorporaci¨®n a la ONU, seguramente, ser¨¢ lo ¨²ltimo.
?Crea un precedente, como temen algunos y esperan otros? Por supuesto que s¨ª. Toda declaraci¨®n de independencia crea un precedente. Los l¨ªderes de Osetia del Sur y Transnistria, con el apoyo de los rusos, empiezan a hablar de seguir el ejemplo de los kosovares, apoyados por los estadounidenses. Los separatistas vascos y catalanes han tomado nota, y el Gobierno espa?ol ha reaccionado contra la declaraci¨®n de independencia con una dureza sorprendente, en parte porque llega en medio de una campa?a electoral muy re?ida. Kosovo es la noticia principal en la p¨¢gina web de UNPO, la Organizaci¨®n de Naciones y Pueblos No Representados, que cuenta con 69 miembros, desde Abjazia hasta Zanz¨ªbar.
"Kosovo es un caso especial", dice su declaraci¨®n de independencia, que luego insiste (de nuevo se oye la voz del asesor) en que no crea precedente. Pero los dem¨¢s 68 miembros de la UNPO tambi¨¦n son casos especiales. Los liberales tienen reglas universales para el trato a los individuos, pero siempre se hacen un l¨ªo respecto a los grupos, tanto sobre la situaci¨®n de los grupos dentro de un pa¨ªs (no hay m¨¢s que ver el debate sobre el multiculturalismo) como sobre qu¨¦ grupo tiene derecho a la autodeterminaci¨®n. Carecen a¨²n de respuesta coherente a la pregunta del nacionalista: ?por qu¨¦ voy a ser una minor¨ªa en tu pa¨ªs cuando t¨² podr¨ªas ser una minor¨ªa en el m¨ªo? La declaraci¨®n de independencia dependiente de Kosovo es la forma menos mala de ir hacia adelante, pero no nos hagamos ilusiones de que no crea precedente. Las dos afirmaciones son ciertas: Kosovo es excepcional y habr¨¢ m¨¢s Kosovos. -
www.timothygartonash.com Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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