"Este t¨ªo aguanta un debate"
Cr¨®nica de la remontada de Gonz¨¢lez en los cara a cara de 1993
Felipe Gonz¨¢lez entr¨® desconcentrado y sali¨® desconcertado. 24 de mayo de 1993, primer cara a cara televisado de la democracia, es una inesperada y desagradable sorpresa. Aznar le acaba de vapulear en el primer asalto, en Antena 3. Un total de 9.662.000 espectadores han asistido al debate entre un l¨ªder sobrado, que acude sin prepararse, confiando en su talento natural, y otro disciplinado, entrenado en el uso de mensajes cortos y certeros, con la lecci¨®n bien aprendida. Gonz¨¢lez sale por los pasillos de Antena 3 caminando junto a Manuel Campo Vidal (Antonio Asensio, presidente de la emisora, acompa?a a Aznar) y le dice:
-Este t¨ªo aguanta un debate.
-Vaya que si lo aguanta.
La historia la cuenta Manuel Campo Vidal, el hombre que presentar¨¢ ma?ana el primer cara a cara entre Zapatero y Rajoy, el mismo moderador de aquel primer duelo Gonz¨¢lez-Aznar.
"Ha sido un desastre", le dijo Gonz¨¢lez a Maravall del primer debate
A la ma?ana siguiente, Gonz¨¢lez llama a Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, el hombre que ha escogido para que le asesore y acompa?e en toda la campa?a:
-Ciudadano, ?qu¨¦ te ha parecido el debate?
-Bueno, hay d¨ªas que son mejores que otros.
-Ha sido un desastre. Hay que ponerse a trabajar para el siguiente.
La historia la cuenta Maravall, ex ministro de Educaci¨®n y Ciencia. Gonz¨¢lez nunca crey¨® en los mensajes artificiales, en la pol¨ªtica enlatada. "Lo primero que tuve que hacer fue convencerle de que viera ese primer debate", asegura Maravall. "?l nunca se ve¨ªa en televisi¨®n".
Mar¨ªa Antonia Iglesias, entonces directora de Informativos de Televisi¨®n Espa?ola, califica aquellos debates como "el acontecimiento pol¨ªtico de la legislatura". "Fue la primera vez que a Felipe le doblaba alguien", dice. ?Explicaciones socialistas para la derrota del carism¨¢tico l¨ªder?
1) La noche previa al cara a cara, regresando en avi¨®n de Canarias, el comandante anuncia que una puerta est¨¢ mal cerrada cuando llevan una hora de vuelo. Deciden regresar, volando a baja altura ante el riesgo de despresurizaci¨®n de la cabina. El percance hace que Gonz¨¢lez, ya con dos m¨ªtines a sus espaldas, llegue a Madrid a las cuatro de la ma?ana y no duerma muy bien. "Eso es una excusa, no influy¨® nada", contesta Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, coordinador de la campa?a del Partido Popular. "Lo que ocurri¨® es que Felipe despreci¨® a Aznar".
2) El entorno de Gonz¨¢lez se?ala que un asesor, del que nadie da el nombre, le recomend¨® que menospreciara a su rival. "T¨² ve de ganador, medio despreciativo, no le mires a la cara", eso fue lo que le dijeron, cuenta Txiki Benegas, negociador socialista de los debates televisivos junto a Eduardo Mart¨ªn Toval. "Arenas y yo acabamos haci¨¦ndonos amigos despu¨¦s de darnos tantas tortas con tanta tenacidad", recuerda Benegas. Rodolfo Mart¨ªn Villa era el otro representante del PP. "Los asesores eran como los que rodean al boxeador antes de que salte al ring", recuerda Luis Mari?as, moderador del segundo debate, en Tele 5, "ataca por aqu¨ª, no has sacado esto...".
Cost¨® convencer a Valerio Lazarov de que el segundo debate fuera en su cadena. Quer¨ªa emitir el primero. Benegas se jug¨® con ¨¦l una cena a que se superar¨ªa la audiencia del de Antena 3. El 31 de mayo, seis d¨ªas antes de las elecciones, 10.524.000 espectadores, un 75,3% de la audiencia, se sent¨® ante el televisor.
Mari?as recuerda las trifulcas entre asesores que le llegaban de la cabina de realizaci¨®n por el pinganillo. Bueno, por el medio pinganillo, el trozo de auricular que le quedaba, incrustado en la oreja. Era tal el ambiente de nervios, estuvo tan tensa la negociaci¨®n de qui¨¦n empezaba y quien cerraba, era tal la sensaci¨®n de que las elecciones estaban en juego, que estaba nervioso hasta el apuntador. Y m¨¢s concretamente, el encargado de colocarle el pinganillo a Mari?as. "Me meti¨® una estocada como si fuera un toro", dice con su acento gallego, "estaba tan nervioso que me lo incrust¨®". Despu¨¦s de medio debate oyendo a medias las indicaciones del realizador Benito Valle, aprovech¨® la pausa para sondear entre las azafatas a ver si alguna ten¨ªa una pinza de depilar. Milagros de la televisi¨®n, hab¨ªa azafata con pinza de depilar para extraer el trozo "picudo".
Los primeros tres minutos del segundo debate, para el que Felipe Gonz¨¢lez se estuvo preparando a conciencia, fueron clave, sostiene Maravall: "Hab¨ªa que hacer una llamada de atenci¨®n que enseguida incrementara la audiencia". Gonz¨¢lez acudi¨® con una grabaci¨®n, un teletipo y documentaci¨®n para desmontar uno de los argumentos utilizados por Aznar en la primera cita, en la que neg¨® haber dicho que Espa?a hab¨ªa acudido a la cumbre europea de Edimburgo con actitud de pedig¨¹e?os. "Esos tres primeros minutos desmoralizaron mucho al contrario", dice Maravall. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez cuenta que Aznar vio c¨®mo Gonz¨¢lez acudi¨® con tres montoncitos de fichas y, a las primeras de cambio, descart¨® dos y se centr¨® en uno, el de los ataques al programa del PP. Una de las claves del cara a cara fue dejar claro que en el programa del PP no hab¨ªa propuestas para mejorar la situaci¨®n de los desempleados, uno de los temas candentes.
Luis Mari?as a?ade que, adem¨¢s, el PP cometi¨® un error estrat¨¦gico. Al acabar el debate, Aznar se fue corriendo y no se par¨® a hablar con la prensa, dando as¨ª la sensaci¨®n de que se iba enfadado porque hab¨ªa perdido. Gonz¨¢lez, sin embargo, sali¨® tranquilamente y atendi¨® a los periodistas, con lo que consigui¨® que al d¨ªa siguiente la prensa reflejara no s¨®lo los resultados del cara a cara, sino sus opiniones al respecto. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez sostiene que hab¨ªa un pacto de no hablar con la prensa que no fue respetado.
Conseguir que no se abordara el tema de la corrupci¨®n, con asuntos como Filesa y el caso Ibercorp sobre la mesa fue otra de las claves, dice Mari?as: "Ah¨ª los socialistas estuvieron muy h¨¢biles en la negociaci¨®n de los bloques".
Rodr¨ªguez mantiene que los debates le sirvieron fundamentalmente a Aznar, que se dio a conocer, que sent¨® las bases para, tres a?os m¨¢s tarde, suceder a Gonz¨¢lez. Para Maravall, el primero tuvo el involuntario efecto de que se viera que el PP pod¨ªa ganar y moviliz¨® al electorado socialista. Lo que Maria Antonia Iglesias califica de "efecto bumer¨¢n". Una tendencia que se apuntal¨® con la victoria de Felipe en el segundo: los debates contribuyeron, dice Maravall, a una subida de cuatro puntos en el voto socialista.
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