Un cura de "conducta desordenada"
El arzobispo castrense expulsa a un capell¨¢n por no pagar sus m¨²ltiples deudas
Luis Mar¨ªa Gonz¨¢lez, destituido como comandante castrense del Regimiento de Infanter¨ªa Soria, con base en Fuerteventura, ha llevado a los tribunales al arzobispo castrense de Espa?a, Francisco P¨¦rez. Le acusa de un supuesto "delito de prevaricaci¨®n administrativa". El trasfondo de la denuncia ha sido su cese como capell¨¢n, decretado por el arzobispo a mediados del a?o pasado. El arzobispo castrense decidi¨® revocar la misi¨®n can¨®nica de Gonz¨¢lez, por lo que ¨¦ste ha tenido que abandonar sus tareas religiosas en el citado cuartel. El motivo: "la conducta desordenada y escandalosa" del capell¨¢n.
Es un eufemismo para referirse a las deudas econ¨®micas del capell¨¢n con muchas personas de la isla canaria.
La titular del Juzgado de Instrucci¨®n 4 de Puerto del Rosario, Gemma L¨®pez Fern¨¢ndez, ha abierto diligencias tras recibir una denuncia del capell¨¢n contra el arzobispo por supuesta prevaricaci¨®n. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas isle?as, es posible que la magistrada se inhiba porque, de haberse cometido tal delito, ¨¦ste se habr¨ªa producido en Madrid, que es donde el arzobispo dict¨® la resoluci¨®n que revoca la misi¨®n can¨®nica de Gonz¨¢lez en Puerto del Rosario.
Los hechos se remontan a febrero del a?o pasado cuando, siempre seg¨²n los citados medios, el arzobispo decidi¨® intervenir ante las quejas de algunos fieles por el impago de las deudas que manten¨ªa con ellos el capell¨¢n. El arzobispo lanz¨® una reprimenda al capell¨¢n y, por escrito, le dio un plazo de 30 d¨ªas para que pagase "sus importantes deudas econ¨®micas". Se trataba de lavar la "mala imagen para la iglesia" derivada de la conducta de uno de sus ministros, seg¨²n el arzobispo.
Pero pas¨® el plazo de 30 d¨ªas y Gonz¨¢lez, lejos de abonar las deudas o, como le reprocha el arzobispo, al menos intentarlo, sigui¨® por los mismos derroteros. Ante ello, opt¨® por pasar a la acci¨®n. Le comunic¨® oficialmente, en nombre suyo y del Ministerio de Defensa, que le revocaba la misi¨®n can¨®nica, "dado el persistente incumplimiento de sus promesas" para saldar las deudas. Las fuentes informantes ignoran el monto del dinero que adeudaba el castrense. La carta del arzobispo era dura. Acusaba de Gonz¨¢lez de propiciar con su conducta una situaci¨®n escandalosa "e impropia de un ministro de la iglesia". Conducta que iba a m¨¢s a medida que transcurr¨ªa el tiempo y ajena a cualquier intenci¨®n de resarcir a sus acreedores.
Apartarle de la misi¨®n can¨®nica significa prohibirle decir misa o ejercer como sacerdote en el ¨¢mbito de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. El arzobispo le orden¨® que se pusiese a disposici¨®n del obispo de la zona. El prelado castrense tom¨® esa decisi¨®n bas¨¢ndose en el acuerdo entre Espa?a y la Santa sede. Si el Arzobispado le retira la condici¨®n de castrense, el Ministerio de Defensa nada puede hacer al respecto. El capell¨¢n ha optado por combatir en los tribunales su cese y arremete contra el arzobispo. Se queja a los jueces de que ¨¦ste ha actuado contra ¨¦l bas¨¢ndose en meras especulaciones. Afirma que es falso que su conducta haya sido escandalosa. Para ¨¦l, "escandalosos" son el contenido y los argumentos que emplea el arzobispo para destituirle.
Se queja el sacerdote de que se le ha echado del cuartel sin que nadie le haya aclarado a qu¨¦ personas les debe dinero, ni cu¨¢nto. En todo caso, sostiene que, aunque tuviera deudas, como muchos espa?oles, eso no es motivo para apartarle de su misi¨®n. El arzobispo replica que ello da?a la imagen de la iglesia.
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