Los partidos siguen en sus trece

Que los principales problemas de la educaci¨®n espa?ola tienen que ver con el alto fracaso escolar, la necesidad de refuerzo de los alumnos inmigrantes, el escaso dominio del ingl¨¦s, la falta de una carrera para los profesores y la escasez de plazas de guarder¨ªa lo saben los partidos, a la vista de los programas electorales. Sobre estas cuestiones, con algunas discrepancias y presentando unas propuestas m¨¢s realistas que otras, todos proponen acciones, lo que har¨ªa posible un pacto entre los dos principales partidos, si no fuera porque las propuestas con contenido ideol¨®gico siguen impregnando esas otras medidas.

El PP propone un modelo como el de la Ley de Calidad, con itinerarios incluidos

La l¨ªnea socialista apunta a dar a¨²n mayor autonom¨ªa a los centros

Sin embargo, la base de sus propuestas pol¨ªticas en el terreno educativo no tiene que ver con esos problemas sino con iniciativas de tinte m¨¢s ideol¨®gico que educativo. As¨ª, el programa de los populares revela una vuelta a la derogada Ley de Calidad y el de los socialistas es continuista con un programa con muy pocas concreciones, poco reglamentarista (al rev¨¦s que el del PP), que defiende el modelo flexible implantado en las leyes que se han aprobado en esta legislatura, que dan amplias competencias a colegios, universidades y comunidades.

El PP promete un modelo muy basado en la competitividad (individual y colectiva), similar al de la Ley de Calidad, con itinerarios a los 15 a?os incluidos, una de las medidas m¨¢s pol¨¦micas, e incluso proponiendo que se den ventajas fiscales "para promover la participaci¨®n del sector privado" en la creaci¨®n de guarder¨ªas. Los populares impulsaron esa ley cuando gobernaba y ha sido derogada a iniciativa de los socialistas. Pero este partido hace adem¨¢s hincapi¨¦ en varias partes de su programa en cuestiones competenciales de las comunidades, como la necesidad de "garantizar" la ense?anza del castellano en las que tienen dos lenguas, una competencia que reclaman las comunidades; en promover la "vertebraci¨®n" del sistema educativo, o en obligar por ley a que todos los centros privados tengan "derecho al concierto" si cumplen unos requisitos, algo que no comparten algunas comunidades aut¨®nomas, como Andaluc¨ªa, que prefieren apostar por la p¨²blica.

Este partido quiere quitar Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y volver a poner una alternativa sobre "valores c¨ªvicos" parecida a la de Hecho Religioso de la Ley de Calidad. El PP quiere adem¨¢s hacer ranking de colegios y universidades, que todos los centros privados y que no se pueda pasar de curso con m¨¢s de dos suspensos en el bachillerato (el Gobierno acaba de flexibilizar el modelo para intentar que haya m¨¢s alumnos que lo cursen).

En el terreno universitario tirar¨ªa adem¨¢s por la borda dos iniciativas socialistas de la legislatura que acaba: el sistema de elecci¨®n de profesores y el de elaboraci¨®n de los t¨ªtulos oficiales de cara a la convergencia universitaria europea.

Las tesis ideol¨®gicas opuestas se han ido traduciendo en leyes opuestas, en vuelcos al sistema educativo. El informe PISA 2006, sobre el nivel de la educaci¨®n en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, hizo saltar de nuevo las alarmas. Los alumnos espa?oles van mal. O no lo suficientemente bien como deber¨ªan, en comparaci¨®n con los pa¨ªses de referencia de Espa?a, aunque la educaci¨®n haya avanzado mucho en los ¨²ltimos 15 a?os.

La inestabilidad en la que est¨¢ inmersa la educaci¨®n espa?ola desde que el PP gan¨® las elecciones y despu¨¦s el PSOE y todos decidieron cambiar no s¨®lo la legislaci¨®n sino, sobre todo, todos los principios que reg¨ªan cada ley es lo que -seg¨²n la mayor¨ªa de expertos y tambi¨¦n tal y como se desprende de los resultados de los estudios- est¨¢ haciendo mella en todo el sistema.

El programa socialista promete "estabilidad legislativa". Ahora bien, si no ganan, ?aceptaran pactar para lograr esa estabilidad cuando los populares les pongan sobre la mesa sus promesas electorales? Es altamente improbable. Los socialistas han reconocido en diversas ocasiones que la base de la Ley de Calidad era "inaceptable" para ellos. Impulsaron la actual norma -Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE)- por esa raz¨®n. De no haber existido la Ley de Calidad hubieran realizado ajustes a la LOGSE para solucionar los problemas que surgieron a lo largo de su aplicaci¨®n.

Al final, el sistema educativo no avanza, ni mejora el fracaso escolar con iniciativas de ¨¢mbito nacional (porque algunas comunidades s¨ª est¨¢n trabajando en ello), ni el ingl¨¦s, ni las nuevas tecnolog¨ªas, etc¨¦tera. Porque las leyes al final, con los cambios pol¨ªticos no se acaban de aplicar, cambian y cambian por esos contenidos ideol¨®gicos que impregnan los programas.