El artista que venci¨® a la historia
El acordeonista Kara?i ha sobrevivido siete d¨¦cadas en Kosovo a fascistas, nazis, comunistas y nacionalistas
![Ram¨®n Lobo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F12940c80-6f03-48a7-bb70-f642eaefea15.png?auth=5044ccb4584723a2e07d68faf216fe275ff200fb9ea8f4bc60b49349b3964acf&width=100&height=100&smart=true)
Por las manos del maestro Regjep Kara?i han desfilado la vida y la historia reciente de los Balcanes transformadas en m¨²sica: la paz y la guerra, las invasiones y las liberaciones, las ilusiones y las decepciones, la vida y la muerte encerradas en el fuelle de un acorde¨®n. Toc¨® ante los italianos de Mussolini, los alemanes de Hitler y los partisanos de Josef Broz Tito. Toc¨® ante los suyos en el caf¨¦ Hani i 2 Roberteve de Pristina, un centro semiclandestino de agitaci¨®n nacionalista albanesa en los a?os 90 y actu¨® el domingo 17 de febrero, el d¨ªa de la proclamaci¨®n unilateral de la independencia de Kosovo.
"Estoy seguro de que todo va a ir muy bien", afirma. Nacido gitano hace 81 a?os, el maestro, como le llaman todos desde un cari?o y respeto reverencial, es posiblemente el mejor acordeonista de la extinta Yugoslavia.
"Estoy seguro de que la independencia va a ir muy bien", dice el m¨²sico, de 81 a?os
Vive en Prizren, ciudad de minor¨ªas que fue capital del Kosovo otomano, m¨¢s pr¨®xima f¨ªsica y culturalmente de Albania que de Serbia. Recuerda su primer acorde¨®n de segunda mano a los 10 a?os y recuerda 1941, cuando toc¨® en una orquesta de jazz en el hotel Majestic de Tirana. "Mi padre quer¨ªa que fuese violinista, como ¨¦l. Me pag¨® clases con profesores polacos e italianos, pero odiaba ese instrumento. Un d¨ªa vino a Prizren un circo bosnio. Cuando el equilibrista cruzaba el r¨ªo sobre un alambre un m¨²sico toc¨® el acorde¨®n para acompa?arle. Fue un amor a primera vista. Le dije a mi padre: 'el acorde¨®n o dejo la m¨²sica. Cedi¨® y me compr¨® uno".
Despu¨¦s de los italianos llegaron los blindados alemanes y tuvo que tocar ante sus soldados. "No eran tiempos para negarse [muchos gitanos acabaron en los campos de exterminio]". Despu¨¦s regresaron los italianos y tras ellos los comunistas. "He actuado para todos los que quer¨ªan escuchar mi m¨²sica, excepto para los serbios de Milosevic que nunca se interesaron demasiado. (...) Los alemanes me ped¨ªan Komm Zur¨¹ck y los italianos, Rosamunda". "Siempre me gust¨® Lili Marlene [que a¨²n interpreta maravillosamente]. Aunque no es una canci¨®n pol¨ªtica pag¨® el precio de haber sido la favorita de los nazis. Nuestras madres la aprendieron a cantar en alban¨¦s".
El maestro Kara?i jam¨¢s ha grabado un disco. Desde los 10 a?os act¨²a en caf¨¦s, hoteles y restaurantes. Casi siempre en su ciudad natal y en Pristina. Ha viajado a Macedonia y Albania cuando era joven y estuvo una vez en Hungr¨ªa. Durante la guerra de 1999 permaneci¨® en Prizren junto a su amigo Markus Kastriot, violinista con quien forma un d¨²o desde mediados de los noventa. "?l era quien me llevaba al caf¨¦ Hani i 2 Roberteve. Interpret¨¢bamos canciones patri¨®ticas albanesas. Ten¨ªa miedo de que la polic¨ªa serbia terminara deteni¨¦ndonos por subversivos".
Ahora, pese a la agitaci¨®n nacionalista que ha despertado la independencia de Kosovo, el maestro sigue fiel a su repertorio labrado en a?os de paciencia. En ¨¦l destacan Spanish eyes y Candilejas. "Me gusta la m¨²sica espa?ola porque sale del coraz¨®n".
Cuando el maestro se sienta detr¨¢s de su acorde¨®n, los dedos no parecen tener los 81 a?os que el resto del cuerpo. Se mueven ¨¢giles sobre los botones. Es la experiencia de siete d¨¦cadas detr¨¢s de un instrumento que le ha salvado de fascistas, nazis, comunistas yugoslavos y nacionalistas serbios. "De lo ¨²nico que tengo miedo es de morirme ma?ana, pero creo que estoy preparado".
![El maestro Regjep Kara?i, la pasada semana en Prizren.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BMNGEVNZ3JF5BP73NHT4TFXA4E.jpg?auth=249c3e3ed3b96d94589ca60ad0e6419eb760bac66f8d0ee30de1bf27dda18267&width=414)
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