Ra¨²l Castro se enfrenta al reto de las reformas
Los primeros cambios ser¨¢n la eliminaci¨®n del permiso de salida y otras medidas migratorias
Lleg¨® la hora de la verdad. Pasado el trago de la investidura y de la sucesi¨®n formal de su hermano, el nuevo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros se enfrenta ahora al reto de ilusionar a sus compatriotas en un plazo razonable de tiempo. Y la ¨²nica forma, hay consenso, es con cambios econ¨®micos y medidas que beneficien a la gente y lleguen al plato de la mesa, cuanto antes mejor. Junto a esta prioridad, arropado por la vieja guardia como s¨ªmbolo de unidad, Ra¨²l se dispone a remodelar el Gobierno y la Administraci¨®n para en unos a?os traspasar a otra generaci¨®n un modelo de revoluci¨®n viable, con instituciones fuertes. Para simplificar: cambio en la continuidad.
El nuevo presidente planea cambios econ¨®micos y administrativos
El primer discurso de Ra¨²l ante la Asamblea Nacional contiene las directrices fundamentales de su plan de gobierno. A algunos les pareci¨® un discurso duro, cargado de referencias a Fidel que indicar¨ªan la frontera que no puede traspasar. Ello, unido a la designaci¨®n de un representante de la ortodoxia como Jos¨¦ Ram¨®n Machado Ventura en el cargo de primer vicepresidente, significar¨ªa que hay pocas esperanzas de que se produzcan transformaciones de calado.
Otros analistas se?alan que las l¨®gicas menciones a Fidel y el nombramiento de Machado llegaron acompa?adas de un compromiso claro con las reformas, que es lo verdaderamente relevante. Desde luego, reformas raulistas, dentro del socialismo y no para transitar hacia el capitalismo. Pero reformas.
?En realidad, qu¨¦ es lo que anunci¨® ayer Ra¨²l? Para empezar dijo, y pas¨® inadvertido, que la renuncia de su hermano a la presidencia hab¨ªa sido una "contribuci¨®n" en aras de "asegurar desde ahora la continuidad de la revoluci¨®n". Tras este primer gran cambio, Ra¨²l habl¨® de los mismos planes y medidas que ya hab¨ªa enunciado antes, pero con una diferencia sustancial: hoy empez¨® a correr el reloj de su mandato.
Las primeras reformas consistir¨¢n en levantar algunas de las prohibiciones que hoy molestan a los ciudadanos. Ra¨²l, de 76 a?os, puso plazo para que lleguen las primeras. Ser¨¢ en las pr¨®ximas semanas y se comenzar¨¢ por las "m¨¢s sencillas". El inventario de insatisfacciones es largo, empezando por las restricciones para viajar al extranjero.
Fuentes no oficiales pero cercanas al poder dijeron a EL PA?S que las primeras ser¨¢n medidas migratorias. Entre ellas podr¨ªan estar la eliminaci¨®n del permiso de salida, mayores facilidades a los que regresan, permitir la salida de menores, pr¨®rroga del tiempo que un nacional puede estar fuera del pa¨ªs sin que se le considere quedado (pasar¨ªa de 11 a 24 meses).
Junto a ¨¦stas, se eliminar¨ªan medidas "que tuvieron como ¨²nico objetivo evitar el surgimiento de nuevas desigualdades en un momento de escasez generalizada", seg¨²n dijo Ra¨²l en su discurso. No especific¨® cu¨¢les, pero prohibiciones hay de todo tipo: para contratar una l¨ªnea de tel¨¦fono m¨®vil o de Internet, para adquirir electrodom¨¦sticos, para vender la casa que el Estado un d¨ªa vendi¨® subvencionados; para hacer turismo en un hotel. R¨¢ul advirti¨® que acabar con algunas de ellas demorar¨¢, puesto que implican "cambios en determinadas normativas jur¨ªdicas, adem¨¢s de que influyen en ellas" las medidas agresivas de Estados Unidos.
Estos primeros cambios, relativamente sencillos de hacer, granjear¨ªan a Ra¨²l Castro popularidad en breve tiempo. Pero servir¨ªan de poco sin los cambios econ¨®micos, mucho m¨¢s complejos. El domingo, Ra¨²l puso como primera prioridad "satisfacer las necesidades de la poblaci¨®n", partiendo del "fortalecimiento sostenido de la econom¨ªa nacional y de su base productiva". En su discurso, mencion¨® algunas de las medidas "en estudio": "La reevaluaci¨®n del peso cubano", la eliminaci¨®n de gratuidades y subsidios, incluidos los de la libreta de racionamiento, y mitigar la distorsi¨®n que produce el fen¨®meno de la doble moneda.
Pero lo principal es producir riqueza, y para ello se analizan nuevas formas de estimulaci¨®n salarial y cambios sustanciales en la agricultura. Dicen los expertos que esto incluir¨ªa nuevas formas de organizar la producci¨®n, con m¨¢s espacios para la iniciativa privada, menos centralizaci¨®n y una revisi¨®n del modelo de propiedad estatal. Sin embargo, el verdadero reto de Ra¨²l a medio plazo es la reforma del Estado. En el transcurso de este a?o, dijo, realizar¨¢ una remodelaci¨®n del Gobierno y una reducci¨®n de los organismos centrales del Estado para hacer "m¨¢s eficiente la gesti¨®n" y reducir el exceso de burocracia. El prop¨®sito es fortalecer las instituciones y limpiar la revoluci¨®n de estructuras y mecanismos obsoletos para legar un modelo viable a sus herederos. Un problema grave es el tiempo.
El nuevo jefe de la defensa
Julio Casas Regueiro, 72 a?os. Es uno de los cinco viceministros del Consejo de Estado. Sustituye a Ra¨²l Castro tras 49 a?os en el Ministerio de Defensa. Desde su puesto de viceministro de la misma cartera impuls¨® las actividades comerciales de la Armada (hoteles, tiendas y una aerol¨ªnea).
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