Estudiar ciencias ya no seduce
Los nuevos modelos de ¨¦xito restan estudiantes a las ciencias - Pero Espa?a precisar¨¢ 50.000 cient¨ªficos en cuatro a?os
Los modelos de ¨¦xito han cambiado, estudiar ciencias ya no garantiza una gran salida y la presi¨®n familiar ya no es tan fuerte. Tampoco la cultura del esfuerzo. Son muchas las razones que explican esta nueva realidad: la ciencia pierde estudiantes en el mundo occidental, tambi¨¦n en Espa?a. Y en muchos laboratorios hay m¨¢s extranjeros haciendo la tesis que espa?oles.
Numerosos laboratorios tienen ya m¨¢s extranjeros que espa?oles
La cultura del esfuerzo es menor, y tambi¨¦n la presi¨®n familiar
La calidad de los estudiantes ha ca¨ªdo, asegura un neurocient¨ªfico
Un investigador puede empezar cobrando menos de 1.000 euros
Tras varios a?os de descenso por motivos demogr¨¢ficos, el n¨²mero de nuevos estudiantes universitarios se ha estabilizado pr¨¢cticamente este curso. Sin embargo, en las carreras cient¨ªficas y t¨¦cnicas ha disminuido un 5%, continuando la tendencia de a?os anteriores. La crisis de las vocaciones cient¨ªficas, que empez¨® en un gran n¨²mero de pa¨ªses desarrollados a finales de los noventa, no ha tocado todav¨ªa fondo en Espa?a, lo que preocupa, y bastante, a gestores y educadores. Cuando se trata de elegir una carrera, los j¨®venes muestran una gran afici¨®n por las ciencias sociales y la econom¨ªa y menos inter¨¦s por las ciencias experimentales y la tecnolog¨ªa, pero hay una gran excepci¨®n, las ciencias de la salud, que siempre tienen m¨¢s demanda que las plazas existentes en las universidades.
Como un poliedro con muchas caras distintas, el fen¨®meno es complejo. Ha aumentado mucho la oferta, sobre todo en carreras de ciclo corto, y los modelos de ¨¦xito que se presentan a los j¨®venes -el gestor de fondos de inversi¨®n, el director de mercadotecnia, el empresario punto.com- contribuyen al desinter¨¦s, seg¨²n los expertos. La cultura del esfuerzo ya no se lleva tanto y muchos estudiantes creen que las ciencias y las ingenier¨ªas son demasiado duras. En esta percepci¨®n puede influir la antig¨¹edad de los planes de estudio, la falta de una carrera investigadora y los pocos doctores en ciencias y en ingenier¨ªa que acoge la empresa privada. Los j¨®venes tienen muchas menos presiones familiares que antes para emprender unos estudios determinados y la profesi¨®n de los padres es m¨¢s bien un factor disuasorio.
Juan Antonio Pe?a y Mart¨ªn, de 23 a?os, es un ejemplo de estudiante atra¨ªdo por la ciencia, en este caso la biolog¨ªa, que decidi¨® hacer la doble carrera de Administraci¨®n de Empresas y Derecho por las advertencias recibidas de sus profesores sobre la escasez de salidas profesionales en biolog¨ªa. "Yo no quer¨ªa dedicarme a la investigaci¨®n, que es una salida, y se me daban bien las matem¨¢ticas aplicadas, pero no quer¨ªa ser ingeniero. Toda mi familia lo es y se dedican a otras cosas, y yo eso no lo quiero", afirma.
Otros estudiantes son vocacionales, sean qu¨ªmicos o fil¨®logos, porque tambi¨¦n en humanidades las salidas son problem¨¢ticas. Ra¨²l Garc¨ªa, de 23 a?os, ha terminado Qu¨ªmicas y piensa dedicarse a la investigaci¨®n. Ninguno de sus progenitores es cient¨ªfico. La salida profesional no la tuvo en cuenta al iniciar la carrera, sino su afici¨®n por la vida y el medio ambiente.
Ana Enjuanes, psic¨®loga cl¨ªnica, recuerda que quer¨ªa hacer Medicina y que el problema en su caso fue la nota de corte. La profesi¨®n de sus padres, bi¨®logos, no le atra¨ªa porque conoc¨ªa perfectamente su dureza y exigencia. "Dedicarte a la investigaci¨® supone estar siempre entre los mejores", comenta.
Y los datos indican que hacen falta cient¨ªficos. Aunque en alg¨²n sector la oferta sea demasiado alta (se dan matem¨¢ticas en 25 universidades espa?olas, nada menos, y hay ocho centros de ingenier¨ªa de telecomunicaci¨®n s¨®lo en Madrid), en general es adecuada, seg¨²n el an¨¢lisis del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. Ser¨ªa una l¨¢stima y malo para Espa?a que no se aproveche y que lleguen incluso a cerrarse algunas facultades, como est¨¢ sucediendo en el Reino Unido en Qu¨ªmicas y en F¨ªsicas, seg¨²n Miguel ?ngel Quintanilla, secretario de Estado de Universidades e Investigaci¨®n. "Calculamos que necesitamos incorporar al sistema de ciencia y tecnolog¨ªa 50.000 cient¨ªficos e ingenieros en los pr¨®ximos cuatro a?os", dice, y recuerda que laboralmente estos profesionales no est¨¢n mal considerados, especialmente los ingenieros.
Las salidas profesionales son un factor a tener en cuenta, pero en algunos casos parece que la informaci¨®n no llega bien a los estudiantes. Las carreras de Matem¨¢ticas han perdido en 10 a?os la mitad de los alumnos, pero un estudio de la Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola demuestra que la mayor¨ªa de los titulados trabaja en empresas de ¨¢mbitos muy diversos, como la administraci¨®n de empresas, las finanzas y la banca. "Al cabo de dos a?os, el ¨ªndice de desempleo es de s¨®lo el 5% y la ocupaci¨®n es casi plena despu¨¦s de cinco a?os", explica Javier Soria, de la Universidad de Barcelona.
El n¨²mero de estudiantes ha bajado en casi todas las carreras de ciencias experimentales en los ¨²ltimos cinco a?os, confirma Carmen Acebal, vicerrectora de investigaci¨®n de la Universidad Complutense. La excepci¨®n son las ciencias de la salud, incluida veterinaria, por la raz¨®n, cree, de que son vocacionales. "Los estudiantes se est¨¢n polarizando en ciertas carreras (ingenier¨ªas, medicina y biolog¨ªa), dejando muchas otras pr¨¢cticamente vac¨ªas", asegura el f¨ªsico Rodolfo Miranda. "Este curso se preinscribieron m¨¢s estudiantes en biol¨®gicas en la Universidad Aut¨®noma de Madrid que en todas las dem¨¢s carreras de la Facultad de Ciencias. Ni hacen falta en Espa?a tantos bi¨®logos, ni tan pocos qu¨ªmicos, f¨ªsicos y matem¨¢ticos".
Sin embargo, en el ¨¢mbito de la biomedicina, Carlos Belmonte, neurocient¨ªfico y presidente de la Organizaci¨®n Internacional de Investigaci¨®n del Cerebro, tampoco est¨¢ contento: "Me preocupa m¨¢s la calidad que la cantidad, he notado que la calidad de los estudiantes est¨¢ cayendo y que los licenciados que se dedican luego a la investigaci¨®n en medicina y en biolog¨ªa ya no son los mejores". Tambi¨¦n es verdad que un investigador doctor puede empezar cobrando menos de 1.000 euros en un contrato beca y sobrepasar apenas 3.000 euros en la c¨²spide de su carrera, informa la Federaci¨®n de J¨®venes Investigadores.
Nazario Mart¨ªn, presidente de la centenaria Real Sociedad Espa?ola de Qu¨ªmica, se muestra tambi¨¦n preocupado peroquiere creer que lo peor ya ha pasado y que la emigraci¨®n contribuir¨¢ a un repunte en el n¨²mero de estudiantes de qu¨ªmicas, que se ha reducido en un 40%.
Otras ingenier¨ªas (aunque no todas, la mayor demanda es en arquitectura pero en inform¨¢tica ya sobran plazas), no escapan a los problemas, entre ellos una tasa de fracaso del 30% en primero y segundo cursos. "La oferta es demasiado abundante y se ha desestructurado, pero no nos sobran los ingenieros", diagnostica An¨ªbal Figueiras, presidente de la Real Academia de Ingenier¨ªa. En Espa?a hay unos 240.000 titulados, una tasa tres veces menor que en China, por ejemplo. "Hemos perdido el tren por no haber explicado bien la profesi¨®n, la sociedad no ve lo que hacen los ingenieros", sostiene Figueiras.
El problema que casi todos los consultados citan como m¨¢s grave es el descenso de estudiantes predoctorales. "Al acabar la carrera el n¨²mero de los que aspiran a realizar una tesis doctoral es muy reducido. En muchos de los laboratorios y grupos m¨¢s competitivos hay hoy m¨¢s estudiantes extranjeros haciendo la tesis que espa?oles", explica Miranda. "En la universidad y en el CSIC nos quejamos de que no encontramos alumnos para el doctorado", comenta Acebal. "Los j¨®venes no ven est¨ªmulo en seguir form¨¢ndose y una de las razones es la ausencia de una carrera investigadora".
La coincidencia es grande en que para atacar el problema hay que empezar por propagar la cultura cient¨ªfica. Ha sido uno de los objetivos del A?o de la Ciencia, recientemente clausurado por la vicepresidenta del Gobierno. A partir del curso que viene los estudiantes de Bachillerato tendr¨¢n la asignatura Ciencias para el mundo contempor¨¢neo. Se intenta que la cultura cient¨ªfica impregne toda la cultura universitaria, afirma Quintanilla, quien anuncia para la pr¨®xima legislatura, si el PSOE sigue gobernando, incentivos economicos a estudiantes e instituciones para hacer m¨¢s atractivos los estudios cient¨ªficos.
En Minas de Madrid saben de qu¨¦ va eso. Cuando empez¨® a descender el n¨²mero de estudiantes alarmantemente a finales de los noventa, ofrecieron matr¨ªcula gratis a los mejores candidatos, pero no dio resultado. Mucho m¨¢s eficaces fueron los nuevos t¨ªtulos creados (ingeniero ge¨®logo y de energ¨ªa). "En Madrid hemos parado el descenso del n¨²mero de alumnos", explica Alfonso Maldonado, director de la escuela, algo que no han logrado todav¨ªa Montes y Navales, las otras ingenier¨ªas m¨¢s afectadas.
Los numerosos centros de divulgaci¨®n cient¨ªfica que se han creado en los ¨²ltimos 20 a?os en Espa?a tambi¨¦n aportan su grano de arena para dar una visi¨®n m¨¢s positiva de la ciencia. "Me hicieron en 2005 padrino de la promoci¨®n de la Facultad de Ciencias de Vigo, porque muchos estudiantes hab¨ªan elegido la carrera tras visitar la Casa de las Ciencias", recuerda con cari?o Ram¨®n N¨²?ez, creador de los Museos Cient¨ªficos Coru?eses.
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