El efecto Eto'o

En el vestuario del Barcelona, los que le ven durante la semana apenas reconocen a Eto'o cuando se huele el partido. Un d¨ªa cualquiera, sentado ante la taquilla con el 9, aparece tranquilo, leyendo, distra¨ªdo, una revista de coches o un cat¨¢logo de relojes. "Charla un poco con uno, con otro. Bromea... Todo, muy normal", describen los compa?eros la conducta habitual de quien se transforma cuando la cosa va en serio. Entonces, llegado el partido, explota: "Se pone como una moto y arrastra a todos. Les enchufa", dicen los t¨¦cnicos. "Tiene algo especial y lo aporta", concreta Eusebio Sacrist¨¢n. "Es altamente competitivo y lo transmite", insiste Juan Carlos Unzue. "Contagia ganas, actitud, gol, capacidad de trabajo, presi¨®n...", se relame Frank Rijkaard. Cuando llega el partido, el efecto Eto'o agita a los azulgrana.

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La presencia de Eto'o sacude al equipo dentro y fuera del Camp Nou. "Es el mejor", dice Xavi. "Claro, le hemos echado de menos. Siempre echamos de menos a los jugadores decisivos como ¨¦l, como Messi o como Ronnie cuando no est¨¢n", confiesa Puyol; "no quiero pensar d¨®nde estar¨ªamos si en vez de 10 partidos jugados llevara 20. Ya no sirve pensarlo. Da igual. Estamos donde estamos y vuelve a estar aqu¨ª otra vez, con nosotros". La sensaci¨®n entre sus compa?eros, los t¨¦cnicos y la directiva es que perder al camerun¨¦s desde el 29 de agosto hasta el 4 de diciembre, por lesi¨®n, y del 12 de enero al 20 de febrero, por la Copa de ?frica, ha costado caro.

En siete partidos de Liga ha metido ocho goles, a un promedio de 1,14 cada 90 minutos. El suyo es el porcentaje m¨¢s alto de los goleadores europeos. S¨®lo Cristiano Ronaldo, del Manchester United, con 0,77, resiste el tir¨®n. En la Liga, Luis Fabiano (un gol cada 79 minutos) le soporta la comparaci¨®n; Eto'o marca cada 74. Diego Milito necesita 156 y Van Nistelrooy 151. Como Luis Fabiano (38 remates, 19 goles), Eto'o tambi¨¦n la enchufa una de cada dos veces que remata a puerta (8 goles en 18 remates).

Mientras se deja crecer el pelo imitando la est¨¦tica propia de los Panteras Negras en la d¨¦cada de los setenta en Oakland -"hermano, las mamis dicen que estoy muy guapo", bromea-, Eto'o relativiza su presencia. "Soy el 9. Entonces, ¨¦se es mi trabajo: meter goles. Para eso me pagan", asegura, mezcla de humildad, orgullo y honradez. "Pero, si Vald¨¦s no la para, yo no puedo meter goles. Esto es un trabajo de equipo y yo trato de cumplir mi parte", dice. "?l es el primero que defiende. Presiona much¨ªsimo la salida del rival y es important¨ªsimo", le responde Vald¨¦s. "Si yo presiono, presionamos todos. Es mi obligaci¨®n", insiste Eto'o, a quien poco le importa c¨®mo llegue el gol y la victoria. "Un gol es un gol y, en nuestra situaci¨®n, ganar es lo m¨¢s importante, da igual c¨®mo. No tenemos otro camino porque s¨®lo lograremos t¨ªtulos sumando puntos y ganando partidos", ha dicho.

"Samu tiene gol, pero aporta m¨¢s cosas", subraya Iniesta, que avisa: "Su presencia se nota mucho en el campo". "Se nota, claro que se nota. Es una ganga jugar con ¨¦l porque siempre le encuentras y es el mejor", comenta Xavi; "abre pasillos en el ¨¢rea y se ofrece al pase, en largo y en corto. Le ves, mandas el pase y, ?zas!, aparece porque su salida es brutal". Cierra el volante: "En corto, juega de primera. Y en largo, ?a por la porter¨ªa! Nos aporta mucho".

No ha marcado Eto'o en los 86 minutos que lleva en la Copa, pero hoy la responsabilidad volver¨¢ a ser suya ante el Valencia (22.00, Tele 5), pues no estar¨¢ Ronaldinho. Rijkaard lo explic¨® as¨ª: "Que se entrene y descanse. Quedan muchos partidos".

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