Poca agua, pero andaluza

El agua ha acaparado el foco medioambiental de esta legislatura. Cuando se inici¨®, la Junta de Andaluc¨ªa no ten¨ªa ninguna competencia sobre su gesti¨®n m¨¢s all¨¢ del auxilio t¨¦cnico puntual a los ayuntamientos y diputaciones en la red urbana. Ahora administra cuencas que suman una extensi¨®n de 87.268 kil¨®metros cuadrados, 48.836 kil¨®metros de riberas y 26.616 kil¨®metros cuadrados de aguas subterr¨¢neas. Es el resultado de las transferencias a Andaluc¨ªa de la antigua Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Sur, ahora la Cuenca Mediterr¨¢nea, los r¨ªos Barbate, Guadalete, Tinto, Odiel y Piedras, que constituyen la Cuenca Atl¨¢ntica, y la gesti¨®n de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalaquivir, en pleno proceso de traspaso.

Para dirigir todo este volumen de competencia, la Junta ha puesto en marcha la Agencia Andaluza del Agua, dentro de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, con la que pretende establecer una nueva concepci¨®n del ciclo del agua, incluidos los impuestos que repercutan su verdadero coste. Pero el intento se qued¨® a la mitad. La consejer¨ªa hizo un borrador para una ley del Agua, con una gran pol¨¦mica pol¨ªtica, en el que se inclu¨ªa la nueva fiscalidad, que no ha llegado a tramitarse y se ha dejado para el pr¨®ximo mandato.

La idea era que el impuesto ecol¨®gico tuviera car¨¢cter finalista y se destinara a la recuperaci¨®n de la calidad del agua y los ecosistemas h¨ªdricos, as¨ª como a la construcci¨®n de abastecimientos y depuraci¨®n urbana. En contraprestaci¨®n, el impuesto sustituir¨ªa a otras figuras impositivas actuales, como los c¨¢nones de mejora de la red de las administraciones locales, el impuesto de vertidos sobre aguas litorales y el de las continentales en las cuencas competencia de la Junta. En lo que respecta a la renta ciudadana, el recibo del mes se encarecer¨ªa unos tres euros. No obstante, el impuesto se aplicar¨¢ de forma progresiva, de modo que pagar¨¢ menos el que menos agua consuma, y a la inversa: se penalizar¨¢n los usos abusivos. En otras comunidades el canon medio sobre distintos aspectos del uso del agua oscila entre el 0,19 euros por metro c¨²bico de Galicia al 0,50 de Catalu?a, pasando por el 0,30 de Murcia, Valencia o Madrid. Esto supone una horquilla de un m¨ªnimo de 2,8 euros al mes en impuestos y un m¨¢ximo de 15,5 euros.

Medio Ambiente plante¨® una exenci¨®n de 10 a?os en el pago del nuevo impuesto para los agricultores que acrediten buenas pr¨¢cticas. Pasados los diez a?os, los regad¨ªos tributar¨¢n en funci¨®n del uso: entre dos y 57 euros anuales por hect¨¢rea.

El agua representa un problema siempre para Andaluc¨ªa: no s¨®lo es escasa y est¨¢ mal repartida, adem¨¢s el ¨ªndice de contaminaci¨®n por los vertidos a sus r¨ªos es demasiado alto y sufre frecuentes inundaciones por la deforestaci¨®n y la concentraci¨®n demogr¨¢fica en torno a los cauces. En estos a?os ha habido de todo, pero lo que m¨¢s alarma en estos momentos es la sequ¨ªa continuada de cuatro ejercicios.

Tanto la Agencia Andaluza del Agua como la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir han asegurado el abastecimiento urbano, pero los regad¨ªos est¨¢n m¨¢s que amenazados. Se trata del peor a?o hidrol¨®gico en los ¨²ltimos 12 a?os. La mayor parte de los embalses est¨¢n en situaci¨®n de emergencia, y apenas se puede garantizar la cuarta parte de un a?o hidrol¨®gico normal. Tal diagn¨®stico no ha hecho m¨¢s que tensionar a los regantes y, en consecuencia, a los pol¨ªticos.

La batalla del agua en Andaluc¨ªa ha sido un eco de la que se ha registrado en toda Espa?a. Prueba de ello es que el PP andaluz ha incluido en su programa la exigencia del trasvase del Ebro que, parad¨®jicamente, no se ha incluido en el nacional para evitar lances territorios. Tambi¨¦n plantean cambiar la Agencia del Agua y eliminar su "burocracia", as¨ª como diversos planes contra la sequ¨ªa, inundaciones y aguas residuales. Los socialistas insisten con la ley de ciclo integral que se ha quedado en el caj¨®n, proyectan un plan especial para el Guadalquivir.

Fuera del agua, las otras dos grandes transferencias que han dotado a la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de una extens¨ªsima gesti¨®n son Do?ana y Sierra Nevada, los parques nacionales, antes gestionados por el Estado. El cambio se tradujo en la organizaci¨®n, con la supresi¨®n de ¨®rganos (Patronato) y la creaci¨®n de otros nuevos. Tambi¨¦n se ha unificado la gesti¨®n en cada espacio, donde coexist¨ªan figuras con distinto grado de protecci¨®n (parque nacional y natural). Lo mismo ha ocurrido con Sierra Nevada, donde se hab¨ªa ensayado ya una f¨®rmula conjunta.