Dos maneras de contar la inmigraci¨®n
Rajoy insiste en abordar la inmigraci¨®n como una amenaza y exige m¨¢s control
Hace ya alg¨²n tiempo, el doctor Aboin, un m¨¦dico de Madrid, escribi¨® una carta a este peri¨®dico que dec¨ªa as¨ª: "Al pasar visita a una paciente, la encontr¨¦ triste. Trat¨¦ de animarla sin conseguirlo y, al despedirme de ella, su cuidadora, una joven ecuatoriana, me dijo: 'No se preocupe, doctor, que yo ahorita le hablar¨¦ bonito".
Coincidi¨® aquella carta con una compareciencia de Mariano Rajoy en el Senado. El ahora candidato del Partido Popular, que entonces era vicepresidente del Gobierno de Aznar y ministro del Interior, ofreci¨® un dato muy preciso: "El 89,99% de las personas que ingresan en prisi¨®n son extranjeros".
Son dos maneras de contar la inmigraci¨®n. Y las dos estan basadas en datos. El primer p¨¢rrafo retrata una realidad silenciosa, porque de ella apenas hablan los pol¨ªticos, pero que est¨¢ ah¨ª, muy f¨¢cil de ver, s¨®lo es necesario bajar al parque, o entrar en el hospital, o poner la oreja a lo que se van contando por la acera, muy lentamente, una joven nacida en Manizales y una anciana de Valladolid perdida entre las nieblas del Alzheimer.
Cuando Rajoy era ministro, la Guardia Civil ya advert¨ªa contra la xenofobia
?Habr¨¢ olvidado aquellos informes? El l¨ªder del PP tiene muy buena memoria
El segundo p¨¢rrafo tambi¨¦n recoge una manera de entender la inmigraci¨®n. Es un p¨¢rrafo adem¨¢s muy esclarecedor, porque viene a demostrar que el gobernante Rajoy y el candidato Rajoy -separados por seis a?os de distancia- siguen teniendo la misma mirada sobre el problema. Ayer, en Canarias, el mismo d¨ªa que alcanzaban las costas espa?olas 159 inmigrantes, el l¨ªder del PP emiti¨® un mensaje muy n¨ªtido: "No cabemos".
La realidad m¨¢s brutal irrumpi¨® en las ¨²ltimas horas en la campa?a electoral. Cuatro mujeres muertas por la violencia machista. En Valencia. En C¨¢diz. En Madrid. En Valladolid. Y, unas horas despu¨¦s, 159 inmigrantes exhaustos llegando a las playas espa?olas. En Tenerife. En Almer¨ªa. En Murcia... Estaban los programas de radio, los mentideros pol¨ªticos, haciendo chistes m¨¢s o menos ingeniosos sobre la ni?a de Rajoy cuando los teletipos fueron escupiendo dramas. Los candidatos segu¨ªan sonrientes en los carteles, pero en sus respectivos entornos no tardaron en darse cuenta de que, en el debate celebrado apenas unas horas antes, ni el presidente Zapatero ni el candidato Rajoy hab¨ªan abordado el asunto, y el l¨ªder popular ni siquiera en alguno de sus m¨ªtines.
Rajoy s¨ª habl¨® en el debate del problema de la inmigraci¨®n. Y fue uno de los puntos en los que Zapatero estuvo huidizo, como ausente. El l¨ªder socialista sabe que por ah¨ª se le pueden ir muchos votos, que hay sectores de su electorado potencial -la clase trabajadora que vive en los barrios donde se instalan los inmigrantes- que se siente preocupada ante una situaci¨®n desconocida. Pero Zapatero sabe -y tambi¨¦n lo sabe Rajoy- que la xenofobia es una bomba de tiempo. Varios informes internos elaborados por la Guardia Civil durante el periodo en que el ahora candidato del PP fue ministro del Interior hablaban de la xenofobia como "un peligro permanente". Por aquel entonces -y estamos hablando de hace seis a?os- un 51% de los espa?oles ya relacionaba inmigraci¨®n y delito, ten¨ªa interiorizado que la llegada de los extranjeros ten¨ªa que ver directamente con el incremento de la criminalidad. Aquellos informes llegaron de primera mano, al despacho de Rajoy. ?Ha olvidado Rajoy que aquellos informes -que en su momento public¨® este peri¨®dico- alertaban de que la xenofobia es una bomba de relojer¨ªa, un artefacto muy peligroso que ya ha estallado en los pa¨ªses de nuestro entorno? Seguramente no. El l¨ªder del PP tiene muy buena memoria. Lo certifican sus amigos y el hecho de que aprob¨® las oposiciones a registrador de la propiedad. Y, entonces, ?por qu¨¦ ayer en Canarias, con los inmigrantes todav¨ªa en las playas, Rajoy volvi¨® a hablar de invasi¨®n, de que todos no cabemos?
Sigui¨® contando el doctor Aboin en aquella carta: "Nuestra joven cuidadora ecuatoriana sin duda habl¨® bonito, pues la paciente se encontraba m¨¢s animada al d¨ªa siguiente". Habr¨¢ qu¨¦ ver -ya que el asunto ha entrado en la contienda electoral- qu¨¦ pesa m¨¢s el 9 de marzo. Si los datos del miedo o la realidad silenciosa del doctor Aboin.
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