La utilidad del voto
No conozco a ning¨²n sectario que no est¨¦ seriamente preocupado por el sectarismo. Para acabar con esa lacra, todos proponen la misma soluci¨®n: liquidar a la secta opuesta y lograr que los supervivientes se incorporen a la propia. La crispaci¨®n acabar¨¢ cuando los adversarios dejen de criticarnos y airear nuestros errores (?como si ellos no los hubieran cometido o no fuesen a cometerlos, en cuanto se lo consintamos!). V.gr.: no puede haber peor cat¨¢strofe que favorecer el nacimiento de dos comunidades (en Catalu?a, en el Pa¨ªs Vasco...). Soluci¨®n: que s¨®lo haya una, la nacionalista y asimilados... resignados. Ser¨ªa espeluznante separar en las aulas a quienes estudian en catal¨¢n o euskera de los que estudian en castellano -equivaldr¨ªa esa perversi¨®n a separar a los que estudian en letras o ciencias, habrase visto...- de modo que lo mejor es que todo el mundo estudie en catal¨¢n o euskera y se acab¨®. Como en los submarinos: inmersi¨®n, inmersi¨®n...
?Voto ¨²til? El que sirve para impedir que gane el adversario cuyas ambiciones m¨¢s se parecen a las nuestras. Y no vale recordar ahora las palabras con que Erasmo censur¨® la cruzada contra el infiel: "Si prescindes del nombre y de la se?al de la cruz, peleamos turcos contra turcos". Unos sectarios nos aseguran que la prioridad es descabalgar a Zapatero, otros que ante todo hay que impedir que vuelvan los populares. Ya vieron el debate del lunes, tan fecundo e imaginativo, para qu¨¦ insistir. Pero se calla un peque?o detalle: que gobierne quien gobierne de los dos, tendr¨¢ que gobernar igual. Es decir, comprando y recompensando a los partidos nacionalistas, sin los cuales no hay mando posible. Las leyes del Estado no saldr¨¢n adelante si no contamos con el apoyo venal (pero mortal) de quienes menos creen en el Estado. Gobierne quien gobierne, se gobernar¨¢ lo mismo, sin remedio. De modo que la prioridad debe estar en otro lado.
Hay otro voto ¨²til, cuya utilidad no consiste en impedir que gobiernen los eternos rivales sino en favorecer que se pueda gobernar de modo distinto: con sentido de la unidad del Estado, con el convencimiento de que cuenta m¨¢s lo que nos une en grandes temas que la necesaria pluralidad que nos distancia en los menores. Arrinconar los perezosos placeres del sectarismo no nos impedir¨¢ defender nuestros proyectos, pero permitir¨¢ disipar fantasmas kosovares y educar al pa¨ªs en los beneficios de caminar juntos, aunque sea pol¨¦micamente. ?UPyD? Precisamente eso: ?por qu¨¦ no UPyD?
Fernando Savater es fundador de UPyD
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.