La individualidad toma Par¨ªs
Ghesqui¨¨re afirma su genio al frente de Balenciaga en una semana diversa
La exuberancia de Dior y la severidad en Balenciaga, la preocupaci¨®n por el arte que domina la propuesta de Yohji Yamamoto y la feroz lucha intelectual a debate en el desfile de Comme des Gar?ons. Los puntos cardinales de la geograf¨ªa de la moda, concentrados en la semana de la moda de Par¨ªs en menos de 36 horas. En un extremo, m¨¢s de dos mil invitados y una fantas¨ªa de fuentes acu¨¢ticas, cortes¨ªa de John Galliano. En el otro, la sencilla alfombra que hizo de pasarela para mostrar la propuesta pospunk de Rei Kawakubo en Comme des Gar?ons ante 120 personas.
Una de las voces m¨¢s personales de esta semana de desfiles ha sido la de Nicolas Ghesqui¨¨re, el franc¨¦s de 37 a?os al mando de Balenciaga. Veintid¨®s temporadas despu¨¦s de su asunci¨®n como director creativo de la casa, Ghesqui¨¨re cristaliz¨® el martes por la ma?ana su sello tan inconfundible como impecable: una sucesi¨®n de vestidos de gazar negro en los que asomaban p¨¦talos sobredimensionados resumi¨® la vocaci¨®n por la construcci¨®n del arquitecto Crist¨®bal Balenciaga y la obsesi¨®n de Ghesqui¨¨re por las siluetas trazadas al mil¨ªmetro. La rigidez rob¨®tica volvi¨® a estar como hace dos a?os presente en las chaquetas de grosgrain gris perla cuyas mangas estaban cortadas como un globo y bajo las cuales asomaban cors¨¦s futuristas en vaquetilla chocolate. Cascadas de terciopelo frambuesa y blanco envolvieron torsos como cortinas. Los abrigos de l¨¢tex pintados a mano con motivos din¨¢sticos chinos no dejaron lugar a dudas: cuando de llegar al futuro se trata, no es en el pasado sino en la s¨ªntesis de las m¨¢s ecl¨¦cticas referencias donde se encuentra el progreso.
En esta temporada nublada por la ca¨ªda libre del d¨®lar y la amenaza de una recesi¨®n en Europa, la gran promesa china y el acelerado poder de consumo ruso parecen ser los nuevos motores de la creatividad. Justamente ¨¦ste pareci¨® ser el caso en el desfile de John Galliano para Dior. Uno de los grandes talentos de esta industria del lujo, present¨® una colecci¨®n tan entretenida como literal. La se?ora Robinson, las decadentes mu?ecas californianas de Jacqueline Susann y Dusty Springfield proveyeron el tema que Galliano se resisti¨® a reinterpretar. Los estampados ¨®pticos a?os sesenta, los trajes sastre de azafata circa 1965 y la mir¨ªada de tonos formica son perfectos para las necesidades inmediatas de los mercados emergentes.
La intelectual nipona Rei Kawakubo present¨® una colecci¨®n inspirada en Amy Winehouse. "Se trata del mal gusto", coment¨® tras el desfile. Es imposible obviar la iron¨ªa de ver a Comme des Gar?ons, siempre tan oscuramente conceptual, jugar a una referencia tan popular. Con Back to black en repeat todo el desfile, Kawakubo conjur¨® una oda a la dualidad de la mujer. Los abrigos de sat¨¦n sint¨¦tico negro con agujeros en forma de labios hablaron de monjas surrealistas. Y el esqueleto de una chaqueta con guirnaldas de sat¨¦n y rematado con una panoplia de corazones, de rebeld¨ªa punk y aspiraciones neovictorianas.
Otro japon¨¦s, Yohji Yamamoto, present¨® en la Bolsa una soberbia colecci¨®n en la que volvi¨® a asomar la dualidad. Un breve chaleco de napa blanca cortada al vivo descubr¨ªa en la espalda un abrigo de jersey negro que alcanzaba los tobillos. Lo que parec¨ªa ser un corte crudo de vaca por delante resultaba ser un vestido por detr¨¢s. Y, mientras una chaqueta de arpillera vichy evocaba (aunque no intencionalmente) la sofisticada silueta new look que Christian Dior acu?¨® en 1947, el uso de tejidos artesanales traduc¨ªa a tiempo presente los c¨®digos austeros de un h¨¢bito medieval.
El martes por la noche Loewe present¨® en sociedad a Stuart Vevers, que reemplaz¨® a Jos¨¦ Enrique O?a Selfa en la marca espa?ola. Vevers, ingl¨¦s, es el primer director creativo de Loewe, lo que habla claramente de las intenciones de la casa: una l¨ªnea unificada y coherente para sus colecciones con decidido ¨¦nfasis en los complementos. En los salones de la Opera Comique, Vevers mostr¨® la colecci¨®n (preparada en s¨®lo siete semanas) sobre unos maniqu¨ªes en los que brill¨® el sello de su asesora creativa: Katie Grand, directora de la revista Pop. "No hubo tiempo para analizar los archivos de Loewe en profundidad", coment¨® Vevers, "por lo que enfoqu¨¦ la colecci¨®n muy impulsivamente". El modisto habl¨® de Paloma Picasso y de "una sexualidad cubierta y estricta" para explicar la combinaci¨®n de elementos t¨ªpicamente Loewe (la napa, la h¨ªpica, el bolso Amazona) que reinterpet¨® con gran ¨¦xito. Un ¨¦xito cuya comprobaci¨®n emp¨ªrica vino al comprobar, tras la presentaci¨®n, que uno de los 19 maniqu¨ªs hab¨ªa perdido misteriosamente su bolso.
Babelia
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