'Roma', melanc¨®lica bufonada
Ma?ana, con EL PA?S, por 9,95 euros, un DVD y un libro sobre Fellini
"Se?oras y se?ores, buenas noches. La pel¨ªcula que van a ver a continuaci¨®n no tiene un argumento en el sentido tradicional, con una trama y unos personajes que se puedan seguir de principio a fin. La pel¨ªcula cuenta otro tipo de historia: la historia de una ciudad". Con este aviso para navegantes despistados, relatado por una voz en off junto a los cr¨¦ditos iniciales, comienza un torrente de sensaciones provocado a borbotones. Una obra que engloba otras muchas. Federico Fellini, inyectado directamente en la vena. Droga f¨ªlmica para espectadores dispuestos a zambullirse en un universo ¨²nico, el de la mirada de un cineasta tot¨¦mico, grandilocuente e ins¨®lito. Fragmentaria, hipertr¨®fica, contradictoria, arbitraria y profundamente libertaria, Roma (rebautizada en Espa?a como Roma de Fellini), estrenada en 1972, es el homenaje a una ciudad, desplegado no ya desde la mente, sino desde lo m¨¢s profundo de las tripas.
De las jornadas de radio para escuchar la bendici¨®n del Papa al retrato de las casas de hu¨¦spedes donde el nuevo inquilino se puede topar con cualquier barrabasada; de la rivalidad del f¨²tbol a las escuelas de la dictadura presididas por los retratos de Mussolini; de las reivindicaciones pol¨ªticas de la izquierda a la visi¨®n de un verdadero ej¨¦rcito de motos. Una mirada al pasado para intentar comprender el presente. Sin orden pero quiz¨¢ con mucho concierto. Una obra que huele a penne arrabiata y a sexo de gorda felliniana.
Fellini vuelca sus obsesiones, sus recuerdos, sus ilusiones y hasta sus frustraciones con el barroquismo formal que le es caracter¨ªstico. En manos de cualquier otro director, el proyecto se hubiese convertido en un suicidio. De hecho, Alberto Grimaldi, hist¨®rico productor de Satyricon (1969), y que m¨¢s tarde financiar¨ªa Casanova (1976) y Ginger y Fred (1986), sali¨® huyendo cuando Fellini le present¨® la idea de Roma como un proyecto a rodar en sus ratos libres, casi como un pasatiempo en el que trabajar¨ªa conforme se presentara la ocasi¨®n. En manos del director de 8 y ?, sin embargo, la pel¨ªcula es un ¨¦xito de p¨²blico en media Europa, aunque la cr¨ªtica se divide un tanto.
Dos segmentos ejercen de bander¨ªn de enganche para que Roma sea una experiencia inaudita. El retrato de los prost¨ªbulos, desde los m¨¢s sucios hasta los m¨¢s lujosos, una verdadera invitaci¨®n al pecado, limpiado al d¨ªa siguiente con la casi tan t¨ªpica costumbre italiana de la confesi¨®n. Y el temerario desfile de moda eclesi¨¢stica (monjas, curas, cardenales y Papa incluidos), una sagaz parodia, anticlerical y jocosa, que encendi¨® a los sectores m¨¢s cercanos a la Iglesia cat¨®lica. Una pel¨ªcula de Fellini, en la que puede ocurrir cualquier cosa. Como dice su narrador en su parte final: "Roma, vista como una virgen vestal y como una loba; como una arist¨®crata y como una prostituta; como un buf¨®n melanc¨®lico".
Fe de errores
- El libro de Paco de Luc¨ªa de la colecci¨®n Joyas del flamenco recogi¨® un texto de canciones que no corresponden al disco Entre dos aguas. Con el libro n¨²mero 29, Samaruco, de Duquende, en la misma colecci¨®n, se incluir¨¢ el texto que corresponde a dicha obra. El precio del libro y el DVD de Cahiers du Cin¨¦ma es de 9,95 euros, no de 7,95 como se public¨® el pasado viernes.
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